A lo largo de una presencia pública tan larga como la de la reina emérita, Dola Sofía, es imposible no tener, en algún momento, algún pequeño tropezón, tanto metafórica como literalmente hablando. Ahora, cuando poco a poco se acerca la llegada de Leonor a Estados Unidos, hemos querido recordar unos de los momentos más “tierra trágame” vividos por la griega y que tiene mucho que ver con este momento. 

La infanta Leonor está siguiendo los pasos que su padre, el por entonces príncipe Felipe, llevó a cabo hace décadas cuando también se embarcó en el buque escuela de Juan Sebastián Elcano para formarse como cadete y después afrontar su puesto como capitán de todos los ejércitos. A lo largo de estas semanas estamos conociendo la ruta de Leonor y todas aventuras y desventuras que está viviendo y que tantos su padres, como su abuela, siguen de cerca desde aquí.  

Doña Sofía y Leonor
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Pero también estamos ansiosos por conocer cómo serán los próximos pasos y retos de la heredera a medida que se acerca el final de su travesía marítima que finalizará en el mes de junio en Nueva York. ¿Leonor hará como su padre o intentará evitar uno de los encuentros más polémicos de su historia? ¿La reina Sofía seguirá tendiendo manía a la casa más famosa de América?

¿Irá Leonor a la Casa Blanca? 

Leonor, siempre que se encuentra embarcada es una cadete más que, al igual que sus compañeros y compañeras, está aprendiendo y desarrollando su carrera militar en la marina. Pero en cuanto toca tierra, la joven militar se convierte, inevitablemente, en una representación de la Monarquía Española. Debido a ello, está realizando algunos encuentros, no demasiado protocolarios, pero sí, muy simbólicos con representantes locales de las ciudades que está visitando en Latinoamérica.

Pero la última parada de la travesía marítima de la heredera es en Estados Unidos, concretamente en el puerto de Nueva York. Esto pondría sobre la mesa la posibilidad de que la hija de Felipe VI y Letizia tuviera un encuentro con alguno de los dirigentes estadounidenses más polémicos, como el mismísimo Donald Trump o alguien de su equipo de gobierno. Sin duda sería uno de los momentos más complicados y polémicos de la propia princesa, por todo lo que simboliza la figura del actual Presidente de EE. UU.

Leonor en Brasil
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En su momento, en el año 1987, su padre sí se reunió con el presidente Ronald Reagan. “El príncipe le explicó a Reagan su programa de entrenamiento en la Marina y el presidente le habló del rancho que tiene en California”, explicó el periodista Francisco G. Basterra en 'El País'. “No hubo el menor espacio para tratar los disentimientos políticos. No era el momento, ni el lugar, ni el espacio, ni probablemente el interlocutor con el que Reagan debiera hacerlo”, explicó Adrián Monterrubio en CLARA. Pero no todo el mundo habría estado tan cómodo en sus visitas en Estados Unidos.

Un recuerdo de Doña Sofía 

Aún no sabemos qué ocurrirá en Nueva York y si se producirá, o no, este encuentro, pero sí hemos querido recordar cómo la reina emérita seguro que sí recuerda cómo fue su visita a la Casa Blanca, con una curiosidad que trascendió a la historia y que seguro que no desea que replique su nieta si se da el caso. Y es que la impertérrita reina Sofía, siempre tan educada, elegante, recatada y respetando el protocolo al máximo vivió un pequeño momento “tierra trágame” frente a uno de los hombres más poderosos del mundo. 

Y justo ahora se cumplen 25 años de un tropezón que la reina emérito vivió durante su visita a Washington, justo en las escaleras de la Casa Blanca y con todo el mundo mirando. Fue a finales del año 2000 cuando Juan Carlos I y la reina Sofía realizaron un viaje de estados a USA. “Incluyó, como es costumbre en este tipo de encuentros del más alto nivel, una cena en su honor convocada por el presidente Bill Clinton”, explicó el periodista César Andrés Baciero en Vanity Fair. 

Para este eventazo la reina emérita iba guapísima y con toda la gala posible, incluyendo en su atuendo algunas de las Joyas de Pasar. Con un vestido plateado, ceñido y de manga larga, la reina estaba guapísima, pero el look le causó una mala pasada. “El bajo del vestido, precisamente, parece que fue el culpable de que la griega acabara ‘besando’ los pies del presidente”, explica el periodista especializado en ‘royals’. 

La inevitable caída de la emérita

Parece ser que viendo el traspiés e intentando ponerle remedio, tanto Juan Carlos I como el propio Bill Clinton “reaccionaron a todos trapo intentando coger a la reina al vuelo antes de que sus manos aterrizaran en el suelo” define Baciero. Pero no lo consiguieron y la entonces reina cayó justo frente a ellos. “Hillary, teñida de azul Sargadelos, sin mover ni un dedo, solo torció el gesto. En este caso concreto, una imagen vale más que mil palabras”, añade.

“La reina Sofía recuperó la verticalidad con su imborrable sonrisa de Mona Lisa y quién sabe, tal vez hizo suya la letra de la canción de Isabel Pantoja que dice: Ya lo ves / a pesar del tropezón no estoy caída / Y aquí voy / caminando nuevamente por la vida”, concluye el experto. Sin duda, uno de los pasajes más curiosos de la impecable vida de la reina emérita.