Hay gente que prefiere el verano, pero también otra tanta que siente predilección por el invierno. Para gustos los colores, que se dice. La cuestión es que no debieran percibirse los meses más fríos del año como un tiempo perdido, porque tal y como sucede en el estío, también hay oportunidad de hacer muchos planes. Planes distintos, claro está, pero planes igual de emocionantes. Y divertidos, sobre todo para aquellos a los que les gusta pasar unos días en la nieve. Escapar a la montaña, entrar en pistas y esquiar. Al rey Felipe le encanta hacerlo.

No es novedad que es así, pues el soberano lleva practicando esta disciplina  desde que es bien pequeño. Desde aquellos años en los que, cuando él todavía era un niño, toda la Familia Real ponía rumbo a la casita de La Pleta para disfrutar de estas escapadas cargas de adrenalina. De ahí que entre los Borbones sea común el gusto por esquiar, aunque esto en ningún caso aplique a la reina Letizia. Precisamente por eso sorprende poco saber que no se ha sumado la consorte al último viaje exprés de su marido a Baqueira Beret. Un viaje sobre el que, ahora, se han conocido todavía más detalles.

Felipe VI
Gtres

El exclusivo establecimiento donde el Rey se refugia

Para los más seguidores de la crónica real no hay misterio alguno en que Su Majestad es un apasionado de este deporte. Una de esas actividades que lleva a cabo con la misma ilusión que siempre, y para muestra las imágenes del monarca durante el pasado fin de semana que ha publicado en exclusiva la revista '¡Hola!'. Instantáneas de las jornadas alejadas de su ajetreada agenda oficial, gozando entre carcajadas de la compañía de sus amigos en la exclusiva estación situada en el Valle de Arán. Eso sí, ni rastro de su esposa.

El caso es que, más allá de bajar por las pistas con la soltura de un aficionado al esquí que lleva años cogiendo práctica en la materia, en estos días por el Pirineo catalán ha tenido ocasión el padre de Leonor y Sofía algún que otro plan. Véase entregarse al disfrute al desayunar en uno de los locales más lujosos que hay en esta zona: el Moet Winter Lounge. Un establecimiento al alcance de muy pocos, con vistas a las mismas pistas, que encaja a la perfección con la faceta más sibarita del Rey.

Moet
@moetwinterlounge

A fin de cuentas, es el hijo de Juan Carlos I un amante del buen comer, y en este espacio que ya es lugar de moda entre las élites y muchos otros rostros conocidos no le faltan las opciones más selectas. Solamente al echar un vistazo a la carta da uno fe de que llevan la calidad por bandera, comenzando por el jamón Cinco Jotas. Cuesta 40 euros la ración, que no es poca cosa. Y a lo anterior se le suman otras tantas posibilidades como la parrillada ibérica -que incluye secreto, pluma, solomillo y presa- o las croquetas. ¿Para beber? Nada mejor que un vino o, evidentemente, una chispeante copa del exquisito Moët & Chandon.

La imagen de Felipe Vi en el Moet Winter Lounge

Ha sido gracias al experto jamonero José Navarro que se ha conocido un poco más de cerca cómo fue el paso del jefe de Estado por el local. Y es que el profesional del corte que trabaja en el mismo no dudó en tomarse una fotografía con Felipe VI, cuya publicación ha dejado constancia de este plan gastronómico. "Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento es la clave de la vida", comenzaba el pie de foto que acompaña a la imagen en la que aparece al lado del Rey, que se deja ver vestido con su ropa de esquí.

Felipe en Moet
@josenavarro8

"Un honor cortar jamón para el rey Felipe VI", concluía el texto difundido, en el que Navarro reitera su agradecimiento por haber podido formar parte de ese momento tan especial. Un retiro efímero para el soberano, que el pasado martes 18 de febrero ya retomó sus responsabilidades institucionales acudiendo a la reunión del Real patronato de la Galería de las Colecciones Reales, en el Palacio Real de Madrid. Entonces sí que al lado de su mujer, con la que se reencontró al volver a Zarzuela, donde ella permaneció durante el fin de semana.