Nervios, ilusión, esperanza y muchas ganas de salir victorioso. Son esas algunas de las emociones que imperan entre los españoles cada 22 de diciembre, el día en el que desde 1812 tiene lugar el icónico sorteo de la Lotería de Navidad. Ese que no es más que un derivado especial de la Lotería Nacional que cada sábado pone a disposición de los jugadores de la ilusión generosas cantidades de dinero. De esas que, si tocan, sea mayor o menor el premio, siempre ayudan. Y a Letizia le tocó.

Además de una forma de lo más inesperada, puesto que ni siquiera fue ella misma quien se hizo con el boleto, aunque para entenderlo es importante ponerse en antecedentes. Porque no, en ningún caso es esta una anécdota que remita a los últimos tiempos de la monarquía. Para recordar este divertido momento del que también salió muy bien parado Felipe VI hay que viajar hasta el 2004, el año en el que los actuales Reyes pasaron por el altar.

Felipe VI y Letizia en su boda
GTRES

Para precisar si falla la memoria en la cronología, la fecha elegida fue el 22 de mayo. Un día lluvioso en el que más de 1.200 invitados asistieron, en la imponente catedral de La Almudena de Madrid, a la oficialización del amor entre el entonces Príncipe de Asturias y una periodista asturiana que la mayoría conocían por presentar el 'Telediario'. Sin siquiera saber que precisamente ese día, en términos numéricos, sería el responsable de que se llevaran un pellizco gracias al azar.

Los inesperados boletos de lotería que recibieron por su boda

Todo por una cuestión que remite a los tradicionales regalos de boda, entre los que en el caso de Sus Majestades hubo de todo lo que uno pueda imaginar. Y entre esa ristra de obsequios de los suyos y de las gentes, un total de veinte décimos de la Lotería Nacional. ¿El responsable de hacerse con ellos para luego enviarlos a Felipe y Letizia? Miguel Garau, periodista catalán miembro de la Asociación de Veteranos de RTVE, donde también trabajó la Reina hasta que se anunció su compromiso con el heredero.

Según se hizo saber, el propósito de Garau no era otro que agasajar al hijo de don Juan Carlos y doña Sofía y a su nueva esposa con un décimo que coincidiese numéricamente con la fecha del enlace. Es decir, el 22.504. No obstante, no fue tan sencillo hacerse con él, puesto que "la central de loterías me dijo que estaba en la administración de lotería número 13 de la plaza de Santa Catalina de Valencia". Así lo explicó el comunicador por entonces en declaraciones para 'Europa Press', alegando que, a pesar de los obstáculos, hizo todo lo posible por conseguir ese número.

Letizia
Gtres

Letizia comprando un cupón de la ONCE en marzo de 2024.

Lo consiguió, a pesar de que acostumbraba a estar reservado por un cliente habitual de la mencionada administración. No solo eso, sino que para asegurarse de que "tanto Letizia como el príncipe tuvieran boletos premiados", compró todos los números comprendidos entre el 22.500 y el 22.509. Un método infalible para tener premio sí o sí, pues tal y como expuso, "con diez números, tienes tres reintegros asegurados". Hecha y estudiada la adquisición, el periodista se encargó personalmente de hacer el "envío por carta certificada (...), deseándoles suerte en toda su vida y que todo les vaya bien". Y suerte tuvieron.

¿Cuánto dinero les tocó y en qué lo gastaron?

Con el añadido de que el sorteo coincidía con el día de la ceremonia propiamente dicha, podría decirse que la suerte fue doble. Por eso de darse el 'sí, quiero', pero también porque los números que recibieron como presente por parte de Garau no quedaron en tres reintegros. "La cosa graciosa es que esto podía tocar y ha tocado. Un segundo premio y el día de su boda", bromeó el propio Miguel al ser consciente de que el resultado había sido favorable. Concretamente, para el número 22.500. Añadido al 22.501, que era la aproximación, a la centena de todos, y también al 507, otro premio de tres números finales, la suma de dinero resultó en 13.296 euros.

Pero es que al ser también por partida doble el regalo y tener tanto Felipe como Letizia los diferentes boletos, la cifra se multiplicó y ascendía hasta los 26.592 euros. Un total que dista mucho de los millonarios premios que todos desean, pero que no está nada mal. Sea como fuere, y en un alarde de compromiso social, en ningún caso se lo quedaron para su uso y disfrute. Según la información disponible, al saberse ganadores quisieron destinarlo íntegro a una ONG cuyo nombre nunca ha sido revelado. Ha quedado, eso sí, una anécdota de inexplicables coincidencias de lo más curiosa para la posteridad.