Madrid era una fiesta. Y también lo fue Gales. El 12 de octubre se celebraba la Fiesta Nacional, que quedó absolutamente deslucida por el aguacero que inundó la festiva mañana. En la tribuna presidencial, como dicta el protocolo, Letizia vestida con gabardina y Leonor estrenando traje de la Marina. ¿La infanta Sofía? Ni estaba ni se la esperaba. La adolescente se hallaba en Gales, donde tampoco se quedó sin celebración…

Sofía está cursando segundo de Bachillerato en el mismo internado por el que también pasó su hermana Leonor. El UWC Atlantic College es una institución que celebra la multiculturalidad de sus estudiantes, venidos desde diversas partes del mundo. Una estupenda prueba de fuego para que las y los más jóvenes aprendan a desenvolverse solos y adquieran autonomía, antes de ingresar en la universidad. 

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GTRES

Obedeciendo a esta multiculturalidad que puebla el campus, el centro organizó una celebración para homenajear el también llamado Día de la Hispanidad. Es tradición que, cuando hay alguna fiesta importante, se iza la bandera del país en cuestión; por lo que, durante 24 horas, en la entrada principal del edificio se tiñeron de rojo y gualda. Lo que seguro permitió a todos los estudiantes tener mucho más presente la cultura y tradición de Sofía y del resto de compañeros del país de Cervantes. 

¿Por qué no acudió Sofía al gran día de Leonor?

Fáci: por decisión de sus padres. Tanto Letizia como Felipe están muy concienciados con los estudios de sus dos hijas. Para ellos, que Leonor y Sofía sean jóvenes formadas y preparadas es lo primordial. Así que no pensaron en cortar la rutina de la pequeña para que esta estuviera presente en el desfile militar. 

Además, este octubre Sofía ya deberá ausentarse de clase por su participación en los Premios Princesa de Asturias. Las dos hermanas son parte fundamental de estos galardones y, si debía participar en un acto, debía ser en este, donde las jóvenes adquieren cada vez un papel más notable y destacado. 

Letizia no soporta que sus hijas pierdan clase. Hay muy pocas excusas que la consorte permita, pues desea que las adolescentes reciban la mejor de las formaciones y que las cuestiones de su rango ‘real’ no intercedan en este fin. En otras ocasiones, cuando han existido celebraciones familiares o cuando han tenido que acudir a sepelios, los reyes han prohibido a sus hijas que dejen las clases para participar en ellos. Algo que sí que han hecho sus otros primos, como Irene Urdangarin o Victoria Federica. 

Así son los fines de semana en el internado de Sofía

Sofía sigue siendo la gran futbolera de la familia real. No solo adora ver los partidos, sino que, además, le encanta practicar este deporte. De ahí que los sábados y domingos sean sus momentos más ansiados de toda la semana, puesto que puede dar rienda suelta a esta afición a través de los torneos y competiciones que se viven en el campus del centro. 

Y, cuando suena el silbato del fin del juego, tal y como aseguran desde Monarquía Confidencial, Sofía, muy probablemente, se quite la equipación, y se prepare para salir a un centro comercial cercano junto a su grupo de amistades. Toca ponerse los jerseys de rayas (sus favoritos), los vaqueros cropped y las deportivas de moda. 

La infanta es una de las cientos de adolescentes que recorren las tiendas que pueblan Llantwit Major, muy cerca del internado. Es turno de comprar algo de ropa, aconsejar a su mejor amiga cómo le quedaría un pasador de resina y tomar algo en una cafetería cercana. Un plan de lo más normal y que confirma que Sofía tiene los mismos intereses que cualquier chica de su edad. 

Cuando regresa al colegio, puede que tenga lugar una de las fiestas más llamativas del centro: sus sesiones sin sonido; en las que los jóvenes, armados con unos cascos, se dejan llevar por la música sin molestar a nadie. O, quizás, otra de las grandes celebraciones del centro, en las que los propios alumnos cumplen roles de cocineros, camareros y de servicio de la cafetería para sus propios compañeros. 

Otro de los grandes acontecimientos dentro del UWC Atlantic College tiene lugar cuando el colegio homenajea la cultura de algún país y basan toda su oferta gastronómica y de ocio en el mismo. El 12 de octubre, sin duda, habría sido una ocasión perfecta para que el centro dispusiera de comida ‘typical spanish’ como paella o tortilla de patatas; y para que, después de la cena, Sofía les enseñara a todos los pasos de una jota en honor del Día del Pilar.