No es por Juan Carlos: el duro motivo que se esconde tras el triste y afligido rostro de la reina Sofía

Aunque la pátina de una serenidad pasmosa todo lo recubra, es evidente que no han sido días fáciles en el seno de la Casa Real. Ahora que parecían soplar los vientos de la calma, sobre todo en lo que a la figura de Juan Carlos I se refiere, la publicación de las imágenes de los tórridos encuentros del emérito con Bárbara Rey han vuelto a remover la monarquía. También los audios de las conversaciones privadas con la vedette, en los que el Rey se abría abiertamente con su amante acerca de su mujer, la reina Sofía.

Un escenario nada fácil de afrontar, más todavía cuando los compromisos oficiales no cesan. Esas obligaciones de representación institucional de las que la emérita sigue formando parte a pesar de que su marido esté totalmente desvinculado de las mismas desde que fijó su residencia en los Emiratos Árabes Unidos. Con Juan Carlos en Abu Dabi y ajeno a la polémica por los miles de kilómetros que los separan, Sofía ha hecho frente a todo tipo de eventos públicos en los que, pese a mantener su característica entereza, no ha podido evitar mostrarse apenada.

Tristeza comprensible, con el matiz de que no era ningún misterio que el padre de Felipe VI había tenido 'affaires' con otras mujeres mientras estaba casado con ella. Sea como fuere, nunca hasta ahora había habido unas pruebas tan gráficas de su 'separación' por mucho que sigan casados. "No estamos juntos desde que nació Felipe" o "está enfadada conmigo" solo son algunas de las declaraciones más ilustrativas de cómo era su relación de pareja en privado. No obstante, una información reciente apunta a que en ningún caso sería toda esta controversia el motivo que se esconde tras el afligido rostro de la abuela de Leonor. ¿Qué le sucede realmente?

¿Qué se esconde detrás del triste rostro de doña Sofía?

Era evidente que todos y cada uno de los gestos de doña Sofía serían analizados en el momento en el que apareciese en escena tras la difusión de las fotografías y las grabaciones de la discordia. Así fue, con la particularidad de que su inmarchitable sonrisa salió a relucir en todos y cada uno de los actos que ha presidido en las últimas jornadas, pero sin poder evitar un semblante serio y compungido en determinados momentos. Y no precisamente por todo lo acontecido acerca de las infidelidades de su marido en el universo mediático. "Ella tiene más digerido este tema", hizo saber el periodista Alejandra Entrambasaguas en el programa 'Fiesta'.

Una afirmación reveladora, pero que planteaba también qué tan grave está viviendo ahora mismo para que no siempre se muestre feliz como sí que ha sucedido en ocasiones pasadas. Lejos de la alegría que la ha caracterizado en eventos recientes, como la boda de su sobrina Teodora de Grecia o los días en familia que pasó en Mallorca junto a su hijo, su nuera y sus nietas este mismo verano, todo atisbo de dicha se diluye cuando piensa en su mayor pesar. "Cuando la vemos públicamente la vemos triste", prosiguió el comunicador en el espacio de los fines de semana de Telecinco, y en realidad se debe a que el estado de salud de su hermana Irene "es muy delicado".

El inquebrantable vínculo de la emérita con su hermana Irene

Por todos los seguidores del día a día de la Familia Real es sabido que doña Sofía está muy unida a Irene de Grecia, su hermana menor. Incluso en la actualidad, pues conviven juntas en las dependencias de la emérita en Zarzuela y han hecho frente a todo tipo de situaciones, como el fallecimiento de su hermano Constantino de Grecia el pasado enero de 2023.

Por ende, convive también la madre del Rey con la enfermedad que afecta a Irene, que como bien reveló la revista 'Lecturas' se trata del 'mal de olvido'. Una enfermedad que, de acuerdo a una fuente cercana a la publicación, implica que "se le están borrando los recuerdos".

Desgraciadamente, la enfermedad que padece Irene no tiene cura, con todo lo que ello significa para su entorno y sus seres queridos. Más todavía para su hermana Sofía, a pesar de que la suegra de doña Letizia persista en su compromiso de estar a su lado y cuidar de ella en todo momento. Sin importar el lugar y contando con su compañía cuando debe salir de palacio, como bien hizo en las semanas que pasó en el Palacio de Marivent, en el que se instalaron juntas durante el estío.

De ese momento data una de las últimas imágenes de la tía de don Felipe en público, con el resto de la familia cuando acudían a una cena en el restaurante Mía del Portitxol. La última fue en la preboda de Teodora, donde apareció de nuevo en silla de ruedas y visiblemente deteriorada.