La Navidad está a la vuelta de la esquina, y con ella llegan los momentos de compartir, comer y brindar en familia. Si no, que se lo digan a la infanta Cristina que seguro que este año se unirá con sus hijos, que han estado todo el año repartidos por el mundo, para celebrar juntos este año, donde parece que todos retoman por completo su normalidad tras una temporada complicada. 

Sin embargo, también es la época de los excesos, en la que muchos terminamos con remordimientos por los atracones de polvorones, turrones y cenas que bien podrían alimentar a un regimiento. Pero ¿y si os dijera que la infanta Cristina nos ha propuesto una opción que puede sumar tradición, sabor y un toque saludable al menú navideño? La infanta, que siempre ha sido una gran prescriptora, nos ha dado una pista muy interesante que seguir. 

Infanta Cristina
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Recientemente, en una de sus escapadas por España, la hija de Juan Carlos I ha visitado la ciudad de Córdoba, una de las ciudades con la mejor gastronomía del mundo, y allí ha escogido probar un par de platos para comer. Uno de ellos, aunque no es originariamente de Andalucía, sino de otra zona del país, sí que nos ha inspirado para poder integrarlo en nuestros menús durante las fiestas. 

El genial pisto manchego 

Estamos hablando del tradicional del pisto manchego, esa receta tan clásica y deliciosa que lleva décadas siendo imprescindible en el menú mediterráneo. Además, resulta ser una de las favoritas de la infanta Cristina, ya que en su visita a Córdoba visitó el restaurante “Casa el Pisto” y allí pidió este clásico plato y también un tradicional rabo de toro. Su elección nos ha dado una clave que puede convertirse en un entrante original y sorprendente de estas fiestas

Y es que muchas veces pensamos que durante los encuentros navideños tenemos que comer muchos platos grandilocuentes, exóticos o llamativos, pero en realidad luego terminamos llenos, agotados y con un poco de cargo de conciencia por comer demasiado y no tan saludable como desearíamos en el día a día. Por eso, podemos recurrir a este plato que, además de riquísimo y sano, es cómodo y sencillo de hacer. 

Un plato lleno de tradición  

El pisto manchego es uno de esos platos que representan la sencillez y el sabor del campo español. Con siglos de historia y con muchísimas vertientes, es algo común entre los apasionados de las verduras. Originario de la región de La Mancha, su origen se remonta a la cocina diaria y sencilla de los campesinos manchegos, quienes aprovechaban las verduras de temporada que tenían más a mano para crear un plato nutritivo y barato.

Según indican, este plato solo estaba compuesto de tres ingredientes: pimiento rojo y verde, y también tomate. Pero a medida que ha evolucionado, se le puede añadir muchas otras opciones, como calabacín, cebolla, berenjena o incluso un toque de ajo. Tanto y tan bien ha evolucionado que, con el tiempo, este manjar ha conquistado los menús de toda España, e incluso los paladares más “royals”. 

Perfecto para cuidarse en las fiestas 

¿Cómo llevar el pisto manchego a la mesa navideña? La buena noticia es que esta receta no solo es deliciosa, sino que también es apta para quienes quieren cuidarse un poco en estas fechas en las que solemos comer de más y productos con muchas calorías.  

Funciona igual de bien como entrante que como acompañamiento o incluso como protagonista de un aperitivo, servido en pequeños cuencos individuales. Y además tiene el “superpoder” de hacernos sentir como en casa, con una receta tradicional.

Pisto Manchego
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Y aunque las fiestas no están hechas para contar calorías, nunca está de más tener opciones ligeras que equilibren los excesos del menú, que entre grandes platos y bebidas a veces nos hace sentir llenos. El pisto manchego es un recordatorio de que no necesitamos ingredientes exóticos ni técnicas complicadas para crear platos que sorprendan y enamoren. A veces, lo más sencillo es lo más especial.

Bajo en calorías 

Uno de los mayores atractivos del pisto manchego es que, además de ser una receta muy sencilla y tremendamente sabrosa, es una opción sorprendentemente baja en calorías. Gracias a que sus ingredientes principales son vegetales frescos y el aceite de oliva se usa en cantidades moderadas, esta receta es perfecta para quienes desean disfrutar sin preocuparse por la báscula. 

Una ración de pisto en formato tapita o acompañante, sin pasarse de aceite, puede rondar las 100 o 150 calorías, convirtiéndolo así en un entrante perfecto que no cansa. Ayuda a compensar los excesos típicos de las fechas, aporta fibra, vitaminas y antioxidantes, y además es apto para veganos, además de para quien quiere cuidar la dieta por motivos de salud o simplemente porque buscan opciones más ligeras. Así que esta Navidad, tomad nota de esta idea que nos ha dado la infanta Cristina y sorprende a todos con una receta inesperada, pero que seguro que les encanta.