A veces hay conceptos que nos sorprenden mucho. Cuando pensamos en decoraciones de Navidad en grandes palacios europeos, seguro que nos viene a la mente grandes y espectaculares montajes temáticos. Pero a veces, hay enfoques diferentes que siguen siendo interesantes sin resultar tan intensos. Si no, que se lo digan a Máxima de Holanda, que ha querido decorar el Palacio Huis ten Bosch en La Haya de una forma muy sencilla pero encantadora.
En un país como Países Bajos, donde la religión está muy poco presente en la vida de sus ciudadanos, y donde la libertad de credo es algo muy arraigado en el país, se limitan elementos ornamentales o de decoración típicos de las fiestas católicas. Pero eso no quita que se quiera hacer un guiño a esta tradicional fecha de una forma mucho más adaptada y que encaja con sus ideales y esencia.
La reina Máxima, aunque argentina de nacimiento, ha sabido integrar a la perfección las influencias culturales de su país de acogida, y esto se nota especialmente en su decoración navideña. Por eso ha querido dotar con algunos detalles la decoración navideña en palacio, sobre todo potenciando el punto fuerte de la región: la luz y la naturaleza.
Una Navidad “muy nórdica”
Como no podía ser de otra manera, los toques nórdicos tienen una fuerte presencia en el Palacio Huis ten Bosch, que es donde residen los reyes en La Haya, así como en el Palacio Real de Ámsterdam, el lugar ejecutivo de la corona holandesa en el centro de la gran capital europea. La intención es decorar el espacio pero sin sobrecargarlo. Aunque sean las fechas idóneas para estos “excesos”, lo cierto es que el propio carácter de los europeos del norte les lleva a enfocar la decoración de una forma mucho más sencilla.
La importancia de la luz
Hemos descubierto que una de las principales claves de la decoración se basa en la iluminación especial que se suma al Palacio en estas fechas. Pero, en lugar de sobrecargar los espacios con luces parpadeantes o muchísimas velas o adornos brillantes, Máxima de Holanda prefiere una iluminación tenue y cálida, conseguida mediante grupos de luminarias juntas. Como podemos ver, se encuentran en zonas importantes de las estancias, como el centro de la habitación, para destacar la zona.
En los árboles que rodean al palacio ocurre lo mismo. En vez de colocar muchísimas guirnaldas, se escogen luces, un poquito más grandes y bombillas transparentes, que lo que hacen es potenciar la esencia natural de los abetos. Con esto, la reina demuestra que la decoración navideña no necesita ser ostentosa para ser memorable; al contrario, es en los pequeños detalles donde se encuentra la verdadera esencia festiva.
Imprescindibles elementos naturales
Quizás uno de los aspectos más interesantes de la decoración navideña de Máxima no se centra en “lo que se ve”, sino en lo que se siente. Su enfoque transmite un mensaje de conexión sobre todo con la naturaleza gracias a sus grandes centros florales de Navidad. En ellos, con vegetación y flores de la temporada, destacan los tonos verdes y rojos, y por supuesto los naranjas, como no podía ser de otra manera, ya que es el color del país. Incluye ramas, piñas, flores secas y madera en tus decoraciones. No solo son sostenibles, sino que también aportan un aire fresco y auténtico.
Este esquema cromático no solamente mezcla tradición y modernidad, sino que también encarna claramente el espíritu navideño que evocan la magia de la temporada con referencias directas a plantas que todos conocemos. La idea de decorar con elementos naturales añadidos al espacio y de forma muy compensada, en centros de mesa, o grandes bouquets en los lados de las habitación hace que se transmita el elemento festivo pero de una forma mucho más discreta, sin necesidad de espumillón brillante o grandes elementos de plástico.
Es un enfoque mucho más sostenible de la decoración y también mucho más acogedor. En lugar de parecer un despliegue diseñado para impresionar, la atmósfera del palacio, con luces tenues y con elementos naturales, se percibe como una invitación a compartir tranquilidad y serenidad, a disfrutar de la compañía y a recordar lo que realmente importa durante estas fechas.
El posado navideño de la familia
“El posado de la familia real de Países Bajos supone una excepción en la gran corte europea, donde en la mayoría de felicitaciones han ido desapareciendo los elementos navideños”, explica Vanity Fair sobre el posado de los monarcas y sus hijas el pasado 2023. Son de los pocos royals que no han cambiado la tradición de hacer un posado conjunto navideño y “en directo” por la tendencia más moderna de enviar fotografías o diseños de momentos cumbres del año.
Por ejemplo, según añaden, el año pasado en la Zarzuela, la felicitación navideña se trató de “un retrato tomado en la jura de la Constitución de la princesa Leonor”, mientras que en el Palacio de Kensington, en Reino Unido, “los príncipes de Gales optaron por un posado en blanco y negro con ropa de estilo casual”.