Entramos en la coqueta casa de Lolita Flores en el corazón de Madrid: vistas de lujo, un altar a los suyos y sillones ideales para visitas

A sus 66 años, Lolita Flores sigue tan presente en la esfera pública como desde que era bien jovencita. Sobre todo en sus faceta como rostro televisivo, colaborando a fecha de 2025 en espacios como el 'TardeAR' de Telecinco o ofreciendo entrevistas como la que el pasado domingo emitió LaSexta en 'Lo de Évole'. En ella, la artista, tan sincera como de costumbre, pero casi que más atrevida que en ocasiones anteriores, se atrevía a hablar sobre algunos de los episodios más complicados de su vida.

La enésima muestra en su trayectoria de que pocos personajes conocidos de nuestra sociedad desbordan tanta cercanía y sinceridad como ella. Con el interés añadido que supone pertenecer a una de las sagas más queridas y reconocidas de nuestro país, los Flores, pero nunca símil de evitar abrirse ante el espectador sobre las luces y sombras que han marcado su historia.  De ahí que sea de dominio público que, aunque durante los últimos años no ha parado en el plano laboral y en la actualidad goza así de una muy buena salud económica, no siempre ha sido así.

Fue hace algún tiempo cuando Lolita confesó la fuerte deuda que había contraído con Hacienda, y cómo le estaba obligado a tomar medidas drásticas. Entre ellas la de vender su lujoso chalet en la urbanización de La Moraleja, para posteriormente instalarse en pleno centro de Madrid, concretamente en el corazón del lujoso barrio de Chamartín. Y más allá del diseño minimalista de este inmueble que ahora es su casa, no son pocas las cuestiones que se pueden destacar del mismo. Véanse los retratos familiares que invaden el salón o los cómodos sillones que ocupan esta estancia. Pero es que hay mucho más. ¡Lo descubrimos!

Un salón amplio y muy luminoso

La casa de Lolita es objetivamente grande. Sus 200 metros cuadrados, muy bien organizados y aprovechados, consiguen no haya ningún problema de espacio. Tan solo hace falta echar un vistazo al feed de la cuenta oficial de Instagram de la artista para observar cómo es por dentro su impresionante salón con vistas al Paseo de la Castellana. Todo gracias a sus enormes ventanales, a través de los cuales la luz natural invade la habitación, aportando una luminosidad perfecta. Cabe hacer especial mención al mobiliario del salón. Especialmente, a los confortables sillones que presiden la estancia, vestidos en color azul aguamarina e indiscutiblemente perfectos para recibir visitas. 

Por otro lado, es reseñable el modo en el que Lolita siempre ha tenido muy presente el recuerdo de Lola Flores, su legendaria madre. “Como te echo de menos, tu olor sigue en mí, en mi parte derecha, y yo no puedo olerte, pero te siento mami”, le dedicó a la Faraona el último aniversario de su fallecimiento. No es de extrañar que esa emoción también quede plasmada en su hogar, plagado de cuadros, fotografías y obras de arte que recuerdan a la intérprete de 'Torbellino de colores'. Y de nuevo, el salón se erige en el espacio propicio para ubicar todos estos elementos.

Además, también hay fotografías de toda la familia, con especial cariño a su desaparecido hermano, el desaparecido Antonio Flores. Imposible no prestar atención al pequeño altar que tiene Lolita en honor a aquellas personas que ya no están. “Este plato con velas son para mis tres ángeles que tengo en el cielo, hay cinco porque dos son para otras personas que no están, para que alumbren mi camino y el de las personas que quiero”, explicó meses atrás en sus redes sociales.

Al tratarse de una casa tan grande también se sirve como el refugio ideal para encontrarse con los suyos. Especialmente con sus nietos, con quienes mantiene un vínculo muy estrecho y especial, y para prueba de ello el modo en el que comparte instantáneas junto a los pequeños en su hogar.

De hecho, parece que la intérprete de 'Sarandonga' incluso tiene una zona reservada en su salón para que la nueva generación del clan disfrute de sus juegos cuando llegan a casa. Se vislumbra en esta fotografía, donde podemos ver cómo una alfombra cubre el parqué y hay butacas en blanco. A su lado, y  como demostración de que Lolita es una lectora empedernida, tiene instalada una librería repleta de sus obras favoritas.

DORMITORIO sencillo

El blanco y los tonos neutros son los protagonistas en su dormitorio, cuyo estilo sigue denotando minimalismo. Una forma de decoración que en las elecciones cromáticas permite conseguir una mayor sensación de amplitud para la casa. Es por eso que en esta zona a penas encontramos elementos ornamentales, pese a que el televisor que posee no pasa inadvertido.

Con relación a esto, en una entrevista con Àngel Llàcer desveló que “yo en mi cuarto tengo todo: mi tele, mi armario, mis libros, mi cenicero... Tengo un cuarto maravilloso, muy grande, en el que yo recibo a la gente acostada”.

UN TOCADOR CON TODO LO NECESARIO

Por supuesto, una mujer presumida como Lolita tenía que contar con su propio tocador. Además, a juzgar por las fotografías que ha compartido desde esta zona, no hay duda de que se trata de una de sus favoritas. Aquí encontramos una cómoda de madera y una amplia mesa donde tiene listo todo su maquillaje para cuando la ocasión lo requiere. Y como en todo buen tocador, no podía faltar un enorme espejo –con marco en tonos claros– donde poder retocarse.

Otro ejemplo más de que la casa de Lolita se vertebra desde la practicidad y lo funcional. Eso y todo lo que conlleva estar situada en una de las zonas más céntricas de la capital, cosa que le permite también llevar una vida social de lo más activa. ¡Lo tiene todo a su alcance!