Aunque ya no esté en antena, inexorablemente es Pedro Piqueras una de las caras más reconocibles del audiovisual. Sobre todo en lo que al terreno de la información se refiere, pues durante décadas ha sido el responsable de comunicar lo que sucede en el mundo a la ciudadanía española. Primero en la pública, y los últimos diecisiete años de su trayectoria frente a las cámaras de la televisión como el conductor de la versión nocturna de 'Informativos Telecinco'.
Una etapa gloriosa que concluyó de forma definitiva con el final del pasado año, pues el 21 de diciembre de 2023 será por siempre la fecha en la que Piqueras puso voz al informativo por última vez. Cabe destacar que, a pesar de estar ya jubilado, en ningún caso ha querido el albaceteño renunciar a su pasión por el mundo de la comunicación. A la vista está ahora que, desde el septiembre 2024, participa en el programa 'No es un día cualquiera' de Radio Nacional.
Ahora bien, por mucho que seguir 'en activo' tras jubilarse -sea en la radio o como profesor en el Máster de Adminsitración de Empresas en Industria Farmacéutica de la Escuela Talento Ephos-, su realidad ha cambiado por completo desde que se retiró de la primera línea. El merecido descanso tras tantísimos años de dedicación que le permite disfrutar más que nunca de la tranquilidad de su hogar. Una casa en la zona norte de Madrid que es, sin duda, su mejor refugio.
Una casa en la que las mascotas toman el protagonismo
Es de recibo poner en valor que el periodista nunca ha expuesto su vida personal en demasía. Por mucha que haya sido su notoriedad dada su profesión y todas las veces que ha entrado en la casa de los españoles a través de la pantalla, no destaca Pedro por ser explícito sobre su faceta más privada. Eso sí, tampoco se limita a la hora de mostrar la vivienda en la que reside, aunque sea de forma sutil vía redes sociales. La mayoría de veces, como el escenario de los juegos de sus mascotas.
En un vídeo del pasado junio de 2023, el comunicador quiso poner en valor la importancia de Belina y Onara, sus dos perras de siete y nueve años de edad, en su día a día. "Son felices como jubiladas haciéndose compañía, jugando sin parar", contaba como pie de foto a un vídeo en el que los animales se divierten por el campo... ¡Y por el salón! Un salón con sofá rojo, plantas de interior, paredes blancas y suelo en tono claro que evocan minimalismo y luminosidad.
También amplios ventanales desde los que se aprecian el verdor de los árboles. Vistas privilegiadas porque su chalet está en medio de la naturaleza, pues tal y como confesó para la revista 'ELLE Decor' en el 2013, prefiere la sierra porque "ya saqué provecho de la ciudad todo lo que uno podría desear" y ahora quiere "tranquilidad por encima de cualquier cosa". Nada mejor para ello que un 'living' tan diáfano con doble planta. Sí, dos plantas. ¿Y qué hay en la segunda? Entre otras cosas, su piano.
En otro vídeo disponible en su perfil se ve a Pedro tocándolo, mientras otra de sus perras, Violeta, "prefiere que deje de tocar, creo que me está pidiendo una de sus galletas". La grabación idónea para descubrir este rincón tan especial. Desde las alturas -y gracias a una barandilla de cristal- se aprecia una vista general de todo el salón. De sus largas cortinas en colores grises, de la alfombra e incluso de la televisión que tiene frente al mencionado sofá. De nuevo, la sencillez y la funcionalidad fusionadas con los toques más modernos.
Tiempo para la cocina y el despacho que todos desearían
También gracias a su presencia en la red descubrimos que, aunque no esté tocando sus piezas musicales favoritas y jugando con sus mascotas, siempre tiene algo que hacer sin necesidad de salir de casa. Incluso si ese algo es cocinar, porque sus publicaciones demuestran que la cocina es otra de sus estancias predilectas. Ideal para cocinar una paella con pinta estupenda aunque admita haberse "pasado de sal" que degustar en su mesa de comedor. Sobre ella, un hule en tono gris claro que contrasta con unas sillas negras.
Sea como fuere, y por si todo lo anterior ya resulta llamativo y se ve cuidado al detalle, que el despacho del informador es el gran reclamo de este inmueble es innegociable. Desde él, Pedro se entretiene "escribiendo sobre inteligencia artificial y 'fake news'" y otros tantos asuntos. Eso sí, "sobre un folio y bajo la luz del flexo". "¿Se puede ser más antiguo?", se pregunta con ironía, mientras a su alrededor se acumula una ingente cantidad de libros, galardones y marcos de foto, repartidos en una estantería que forma un cuadrado abierto.
En el centro, el alargado escritorio del periodista. Una lámina repleta de material de oficina en el extremo de la cual se aprecia un equipo de música. Lo anterior, además de un soporte para barras de incienso que al quemarse le proporcionan el clima ideal para concentrarse, pero sin estrés en el ambiente. La joya de un hogar al que, desde que se construyó, Piqueras ha sabido sacarle el máximo partido.