Una gran celebración familiar siempre es motivo para estar felices y brillar juntos. Si no, que se lo digan a los Grimaldi que hoy, 19 de noviembre, y para celebrar el Día Nacional de Mónaco, conocido también como el Día del Príncipe, se han reunido para conmemorar esta fiesta tan amada por el pueblo y con tanto significado para ellos.
Durante la jornada la familia real monegasca tenía una apretada agenda, primero con una misa en la Catedral de Mónaco, después con diversos actos públicos con presencia militar y también con un saludo familiar ante el pueblo. Además, se entregan distinciones y condecoraciones ciudadanos ilustres del país. Este día no solo fortalece la relación entre la monarquía y el pueblo de Mónaco, sino que también sirve como escaparate global de esta histórica Casa Real.
Pero para la familia Grimaldi, esta fecha no solamente es el mejor día del año para poner en valor su historia, su unidad y su respeto ante el pueblo monegasco, sino también para mostrar públicamente su histórico buen estilo al vestir. Casi como si de una pasarela improvisada se tratara, hemos podido ver todas las integrantes de la familia defendiendo su estilo propio, sin olvidar el glamour que siempre las ha caracterizado.
La familia al completo
Este es un día tremendamente especial para los Grimaldi y por eso es casi de los únicos momentos en el año en el que se puede ver a la familia al completo, bien presidiendo los actos, en el caso de la familia real con Alberto, Charlene y los gemelos, Jacques y Gabriella, o bien como invitados de honor a las celebraciones.
Por ese motivo, han estado acompañados por toda su familia, donde destacan las dos hermanas del monarca, Carolina y Estefanía de Mónaco, así como los hijos y nietos de ambos. Por eso, se han dado cita allí Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo, Andra Casiraghi con Tatiana Santo Domingo, Carlota Casiraghi que ha ido sin pareja, Alejandra de Hannover y Louis Ducruet con su mujer, Marie, además de Pauline Ducruet y Camille Gottlieb. Todos iban acompañados de los pequeños de la casa, por lo que el retrato familiar ha sido magnánimo.
La dulce Charlene
La gran protagonista del día de hoy ha sido Charlene de Mónaco, que tras una temporada con siesta inestabilidad en su agenda, lleva ya unos meses muy presente dentro de los compromisos monegascos. Acompañando a su marido Alberto de Mónaco, y muy pendiente de sus gemelos, que cada día están más grandes, se la ha visto radiante.
La ‘royal’ ha escogido un traje de chaqueta de dos piezas en un precioso tono rosa empolvado, que brillaba gracias al tejido. Con pantalón recto, con un largo a la altura de los tobillos, y con un diseño de chaqueta asimétrica tremendamente moderno. Como complementos, ha escogido unos salones negros y un pequeño tocado en el mismo tono del traje, que aportaba un toque plus de elegancia a un conjunto perfecto para un evento de día.
Flores de otoño con Carolina de Mónaco
Otra de las grandes personalidades del principado es la hermana del Príncipe Alberto, Carolina de Mónaco. Icono y referente de estilo durante décadas, por supuesto que en el día de hoy debía hacer un statement estilístico. Por ese motivo, a pocos días de comenzar el invierno, la ‘royal se ha atrevido con las flores.
Bajo un abrigo negro se escondía un vestido bordado con flores en tonos rosas y azules. Siguiendo los pasos de Charlene, la ‘royal’ también ha incluido un pequeño tocado, en esta ocasión en tono también negro y con pequeñas plumas, en su cabeza.
Elegancia “triste” de Estefanía
Por su parte, su hermana Estefanía, también ha apostado por un color oscuro, con traje donde se combinaba el negro y el azul oscuro. Pero en esta ocasión han resultado un tanto triste junto a otras invitadas que han entendido mejor el concepto de evento diurno y, aunque el abrigo era muy bonito, brillaba poco junto a las demás.
Carlota Casiraghi y su abrigo “modificado”
Sabemos que la familia Grimaldi es una gran embajadora de la firma Chanel, tanto es así que Carlota Casiraghi incluso trabaja con la marca. Por eso no nos ha extrañado ver a la joven con una pieza sacada directamente del desfile, la colección Métiers d'Art 2024 de la firma francesa.
Pero eso sí, en pro de potenciar su personalidad, y demostrando que ella tiene muy claro lo que quiere, ha modificado el diseño, convirtiendo un abrigo en un vestido. Se trata de un vestido de tweed, el famosos tejido de la maison, en un precioso azul cielo y con botonadura en el centro.
Referenciando a “la abuela”
Otras de las asistentes también ha copado muchos de los comentarios debido a que su presencia rememoraba ael antiguo glamour de Hollywood que tan presente está en Mónaco y los Grimaldi gracias a la abuela de la familia, Grace Kelly. Se trata de Beatrice Borromeo, que con un traje de chaqueta, pero con una clara silueta new look, con la cintura entallada, conseguía una esencia muy años 50.
Esto se reforzaba aún más gracias a su belleza clásica y a su pelo rubio, que recordaba a la estrella de cine, y también al maximizar el efecto glamorosos utilizando un tocado ladeado con plumetti sobre la cara, que terminada de dar el toque vintage al look.