Que los Reyes son amantes del arte no es ningún secreto. Que además disfrutan de él en su hogar tampoco. Pero que son los protagonistas de algunas de sus obras de arte más curiosas, sí que no nos lo esperábamos, hasta que el pasado 13 de febrero de 2024 se decidió que las audiencias del Rey con los nuevos funcionarios del Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado se realizarían en el exterior del Palacio de la Zarzuela.
Y la sorpresa fue mayúscula. ¿El motivo? Que esta decisión permitió a la prensa -y a los siempre ávidos observadores de la Corona- ver cómo dos obras de arte de gran formato están instaladas en el jardín. Además, dos obras que representan el rostro de los Reyes. Una con la cara de don Felipe y otra con la cara de doña Letizia.
Quién es el responsable detrás de estas llamativas figuras, se preguntarán los más curiosos. Y la respuesta es que ambas son obras que el escultor mallorquín Lolo Garner regaló a Sus Majestades para que las instalasen donde les placiese. Una vez recibidas, el lugar elegido resultó ser el recinto palaciego donde se encuentra la residencia privada la Familia Real. Ahora bien, cabe destacar que al principio solo había una de ellas. La primera llegó en el año 2021, era la que contemplaba únicamente la imagen del jefe de Estado. La cuestión es que, una vez que la Casa Real la aceptó, el artista apostó por hacer una segunda versión. Esta, inspirada en la Reina.
De gran tamaño y casi desconocidas
Las esculturas están compuestas por láminas de acero que forman la composición de la cara de los Reyes. Cada una de las estatuas tienen un considerable peso de 400 kilos, que no es poca cosa. Pero es que el ancho tampoco se queda corto, pues supone un total de dos metros, mientras que la altura alcanza unos pocos centímetros más, fijándose el largo en un total de 2,20 metros de alto.
Es importante poner sobre la mesa que antes de aquel 13 de febrero ya se había hecho saber que el artista mallorquín había regalado estas obras al jefe de Estado y su esposa. No obstante, todavía nunca se habían visto instaladas ya en el lugar definitivo. Precisamente por eso, cuando la prensa visitó Zarzuela entonces, el hecho de descubrir que la de Letizia se encuentra colocada justamente frente a la de Felipe se convirtió en uno de los temas más comentados de la jornada.
De ahí que se iniciase un flujo de informaciones en la crónica real, en el que los que tuvieron ocasión de verlas en primera persona aportaron otros tantos datos de interés al respecto. Como por ejemplo, el llamativo detalle de que, a pesar de que están relativamente 'escondidas' entre los amplios jardines del recinto, en realidad están muy cerca de donde se suelen realizar las fotografías oficiales.
Una entrega con mucho humor
Fue en agosto de 2023, con motivo de la entrega de trofeos de la 41ª Copa del Rey Mapfre de Vela en Ses Voltes, en el Club Náutico de Mallorca, cuando el Rey se volvió a encontrar con Lolo Garner. Y allí tuvo lugar esa entrega simbólica.
Un instante de lo más hilarante, ya que el artista, orgulloso de su trabajo, bromeó argumentando que creía que la obra de Letizia le había quedado mejor. "Majestad, la escultura de su esposa (...) ha superado a la suya", le dijo al monarca. Puntualización a la que Felipe, con ese sentido del humor que le caracteriza, le respondió: "Más nos interesa a los dos que le guste".
Una obra "para adentrarse en ella"
En el análisis formal, las obras con las que Garner -definido como 'tech esculptor-, agasajó al soberano y la consorte se acuñan como optocinéticas. Es decir, estas se caracterizan porque únicamente se ven completas al mirarlas desde un ángulo concreto, además que para que así sea es el ojo humano el que debe incorporar información a la misma para "rellenarla". "La característica de este trabajo es que se puede ver desde una cuarta dimensión, o sea desde dentro de la obra y formar parte de ella", expuso el propio autor, aclarando el concepto que buscaba transmitir a la hora de diseñarlas.