El 2024 está siendo uno de los años más complicados de la historia reciente de la Corona británica. Dos de sus miembros más valorados, Kate Middleton y Carlos III, se encuentran inmersos en sus tratamientos contra el cáncer. Mientras que el monarca inglés recuperaba su agenda y poco a poco intentaba volver a la normalidad, la princesa de Gales continúa alejada de la esfera pública, centrada en su tratamiento, tal y como adelantaba recientemente un amigo de la familia, y, sobre todo, focalizada en el bienestar de sus hijos.
Sobre su posible reaparición, todo apunta a que habrá que esperar y que durante los próximos meses seguirá mandando el silencio más sepulcral. Muchos son los compromisos y planes a los que Kate Middleton ha tenido —y sigue teniendo— que renunciar debido a su actual situación, entre ellos, la boda de Hugh Grosvenor, duque de Westminster, y su prometida, Olivia Henson, el próximo 7 de junio. Un enlace muy especial al que sí asistirá el príncipe Guillermo, ya que los príncipes de Gales han tenido una relación muy fuerte con Grosvenor, que ostenta el título de ser el hombre de menos de 40 años más rico de Reino Unido.
Pero hay algo más del duque de Westminster que fascina a los duques de Cambridge, especialmente a Kate Middleton. Y es que Hugh Grosvenor, que también es el ahijado de Carlos III, es el propietario de una de las fincas más importantes de todo Europa y que, además, se encuentra en España. Se trata de un enclave natural en medio del monte manchego, donde encontramos uno de los cotos privado más exclusivos del mundo, una iglesia o hasta un helipuerto. Se trata de un espacio seguro que la Familia Real británica ha disfrutado en varias ocasiones y donde se han podido refugiar del resto del mundo. ¡Vamos a conocerlo mejor!
Así es La Garganta, la finca más importante de España y favorita de Kate
El pasado mes de mazo, el nombre de esta famosa y gigantesca finca volvió a salir a la palestra. Tras el anuncio de la enfermedad de Carlos III, la reina Camila hizo algo difícil de creer para todos: tomó el relevo y afrontó todos los quehaceres reales de su agenda. Con el paso de los días, las obligaciones a las que ese estaba enfrentando pudieron con ella, viéndose 'obligada' a tomarse unas vacaciones, ya que se sintió "shattered and exhausted", vamos, que no podía más y necesitaba un break. Fue entonces cuando se pusieron sobre la mesa los destinos de dichas vacaciones, entre ellos, España, y más concretamente la finca de La Garganta, ubicada en Almodóvar del Campo, Ciudad Real.
Aunque desde 'Daily Mail' intentaron tirar esta teoría y desmentirlo, lo cierto es que las especulaciones que sonaban con más fuerza es que Camila estaba cazando perdices en este espacio. Había motivos de sobra para creerlo, ya que es un sitio por el que han desfilado algunos de los miembros más conocidos de la aristocracia, y, sobre todo, de la Corona Británica. Pero ¿qué tiene este sitio para ser el destino elegido de nuestros royals cuando pasan por España?
Para empezar, la finca cuenta con nada más y nada menos que con 15.000 hectáreas. El latifundio es propiedad de Hugh Grosvenor, que acumula una fortuna de más de 10 millones de euros; aunque fue heredado de su padre, Lord Gerald Cavendish Grosvenor —padrino del príncipe Guillermo—, que lo compró en 2001 por la friolera cantidad de 100 millones de euros. Como hemos mencionado, los vínculos entre esta familia y la Corona británica vienen de lejos, de ahí que haya podido ver los príncipes de Gales en varias ocasiones en la finca. Se conoce que es uno de los sitios preferidos de Kate Middleton cuando se encuentra en nuestras fronteras, especialmente por tratarse de un lugar idóneo en el que estar en pleno contacto con la naturaleza.
Fue en 2014 cuando esta finca y los dos hijos del monarca inglés llegaron a protagonizar titulares por su polémico movimiento. Los dos hijos de Carlos III acudieron a La Garganta para disfrutar de unas jornadas de caza junto a otros amigos, hasta aquí todo bien; sin embargo, unos días antes, Guillermo había lanzado un vídeo en forma de protesta en el que exigía el cese de la lucha contra la caza furtiva y el comercio ilegal de especies protegidas. Una incongruencia royal en toda regla.
LO QUE ESCONDE LA GARGANTA
Esta finca, que es todo un objeto de deseo para las altas esferas, tiene tres villas, en las que podemos encontrar un sinfín de habitaciones y servicios de todo tipo para que sea todo un espacio seguro. El espacio cuenta con iglesia, helipuerto, escuela para los hijos de los trabajadores de la finca —que se estima que son más de 100— o gasolinera. Por ella han pasado algunos rostros conocidos como Esperanza Aguirre, Federico Trillo y, por supuesto, el rey Juan Carlos I. Debido a su todas las medidas de seguridad que hay en el latifundio, se trata de un espacio casi impenetrable, donde todos estos rostros pueden refugiarse por completo y desaparecer del foco cuando deseen. Un enclave natural de estas magnitudes no es algo sencillo de mantener y hace unos meses saltaron las informaciones de que el duque de Westminster se estaba planteando ponerla en venta. No obstante, estas informaciones fueron desmentidas tiempo después, asegurando que el ahijado del rey Carlos III no tendrá ninguna intención de deshacerse de este emblemático lugar.