Constituida como una de las parejas de referencia de nuestro país, la historia de amor entre el futbolista Joaquín Sánchez y su esposa, Susana Saborido, no deja de sumar capítulos. Después de casi 20 años casados y dos hijas en común, el matrimonio afirma estar como el primer día, sumando todo tipo de anécdotas e historias con las que enriquecer su tiempo compartido.
Y si, como destacaban en una de sus últimas entrevistas en ‘El Hormiguero’, su secreto para seguir tantos años residía en ponerle emoción e, incluso, algo de ‘discusión’ a la convivencia; también el escribir ‘momentazos’, que solo ellos pueden conseguir, es parte indispensable del matrimonio de Sánchez y Saborido.
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Al menos, así lo materializan en su última aventura televisiva: ‘El Capitán América’. En el programa emitido en ‘La Sexta’, Joaquín, acompañado de su mujer y sus dos hijas (Daniela y Salma), descubre y disfruta de lo mejor del continente americano, llevando al espectador a conocer el lado más personal de la familia del futbolista, pero también a vivir uno de los momentos más emotivos de la aventura del exjugador del Betis: su boda en la ciudad de Las Vegas con Susana Saborido.
Después de varios capítulos cumpliendo los deseos de sus hijas, como el de Daniela, quién quería tatuarse la fecha de nacimiento de su abuela, por la que siente especial admiración; Joaquín también ha querido solventar uno de los momentos más surrealistas de su matrimonio con Susana, como es su propia boda en Cádiz, en la cual, además de los novios, fue la recién conseguida ‘Copa del Rey’ la protagonista de la ceremonia.
Una ceremonia “peor que la de Lolita” en palabras de Saborido, que ha llevado al centrocampista a volver a hincar rodilla en su andadura americana y celebrar, diecinueve años más tarde, una nueva boda donde, ahora sí, los principales protagonistas fueran ellos y su amor mutuo. Eso sí, lejos de una velada tranquila, la pareja no ha dudado en poner la nota de humor y han decidido renovar sus votos matrimoniales nada más y nada menos que en “la ciudad del pecado” como se le conoce a Las Vegas.
Hoy, conocida esta segunda ceremonia y con la vista atrás de su primera (y caótica) boda en Cádiz, desde la revista CLARA repasamos lo mejor de cada una de ellas. Recordando momentos tan significativos como el “posado con la copa”, pero también incidiendo en el vestido de Susana en cada una de las ceremonias o el papel que sus hijas, de catorce y dieciocho años, han presumido durante su renovación de votos en la ciudad de los neones.
En El Puerto de Santa María, con una novia boho y la Copa del rey como protagonistas: recordamos la primera boda de Joaquín
Después de tres años de noviazgo, el 8 de julio de 2005, un jovencísimo Joaquín y su entonces novia, Susana Saborido, se daban el sí quiero en la iglesia Mayor de El Puerto de Santa María. Una ceremonia esperada por la pareja que nada tuvo que ver con lo imaginado.
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Pese a ser un día feliz para todas las parejas, en el caso de Susana y Joaquín, fue un auténtico caos. Como destacó la pareja, su boda se convirtió en una auténtica odisea, con “gente con mesas de playa y butacas” próximos a la iglesia para esperar a ver a los novios y con un cordón policial que llegó a escoltar a los novios por su propia seguridad.
“Cuando yo salí del hotel no había nadie, pero fue doblar la esquina para entrar en la iglesia y yo no he visto tanta gente en todos los días de mi vida. Vamos, para decirte que me metió la policía en la iglesia”, recordaba Susana en una de sus apariciones televisivas junto a su marido.
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Una vez los novios pisaron la iglesia gaditana, la historia siguió sumando surrealismo. Y es que, pese a ver a una Susana espléndida, con un estilo de novia bohemia que no podía sentarle mejor, fue otra la protagonista de la ceremonia eclesiástica.
Concretamente, la Copa del Rey que el club de Joaquín había conseguido ese mismo 2005 y que un orgulloso Lamera (entonces presidente del Betis) decidió llevar a la ocasión. “Yo me estaba casando y Lopera quería que cogiera la Copa”, destacó Saborido en la serie documental del futbolista, ‘La penúltima y me voy’.
Un matrimonio renovado en Las Vegas junto a sus hijas y diecinueve años más tarde
Una boda que materializaba, en palabras del propio Joaquín, lo que sería su matrimonio “todo un show” y que, diecinueve años más tarde y en pleno huracán por unos controvertidos mensajes del jugador con Claudia Bavel, se solventa con una renovación de votos.
Como adelantamos líneas atrás, durante su aventura por América, retransmitida en ‘El Capitán América’, Sánchez ha sorprendido a su familia con una nueva pedida de mano que ha llevado a una boda de película durante su paso por Las Vegas. Una segunda ceremonia con la que Joaquín y Susana renovaban sus votos casi 20 años más tarde y que, pese a la diversión y extravagancia que caracteriza a estas bodas temáticas, también estuvo marcada por varios momentos emotivos.
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“Yo pensaba que en Las Vegas iba a ser una boda de broma, pero yo terminé llorando. Y papá y mamá también terminaron llorando”, afirmaba la pequeña de la familia, Salma Sánchez, quien, junto a su hermana, no dudaron en dedicarles unas palabras a sus padres.
“Queremos daros las gracias por cada cosa que hacéis por nosotras, ya sea sacarnos una sonrisa o regañarnos por lo que sea. Os queremos muchísimo, aunque lo digamos poco y es una suerte teneros como referentes. Nos habéis enseñado a cuidarnos y a respetarnos entre nosotras. A luchar por nuestros sueños y a volver a intentarlo si fallamos”, afirmaban las hermanas, añadiendo que se sentían “muy orgullosas de teneros como padres. Para nosotras no hay nadie más importante que vosotros.”
Los votos matrimoniales de Joaquín y Susana cargados de emoción
Además, como en toda boda y con una Susana, nuevamente, vestida de blanco, la pareja renovó sus votos con la mayor de las ilusiones. Joaquín, por su parte, destacó el papel clave que ha supuesto Saborido todos estos años, siendo guía, pero también el mayor apoyo en la vida del futbolista.
“El camino ha sido largo, pero muy bonito. Hemos vivido de todo y yo te quería agradecer, con todo el corazón y con mis hijas delante, todo lo que haces por nosotros, por cada día, por estar en las buenas y en las malas, sobre todo en las malas, pero nuestro amor y todo el cariño que nos tenemos, puede con todo”, esbozaba un emocionado Joaquín, añadiendo a su esposa que “me volvería a casar contigo una y diez mil veces, porque eres la mujer más importante de mi vida y porque me has enseñado muchas cosas”.
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Un alegato que dejó a toda la familia entre lágrimas y que Susana, más reservada, completó diciéndole a su marido que “eres la persona más importante para mí, que te quiero más que a mi vida y lo sabes, que siempre quiero estar a tu lado”. Además, mantenía el valor del mismo como padre y compañero de vida, continuando con un “no puedo estar más contenta de que tú seas el padre de mis hijas, porque eres un hombre maravilloso, con un corazón que no te cabe en el pecho.”
Con estos votos se completaba la ceremonia retransmitida en ‘El Capitán América’ que, a grandes rasgos, conseguía desdibujar el recuerdo agridulce de su boda en El Puerto de Santa María y que, además, venía a reafirmar el gran aprecio que existe entre el matrimonio, persistiendo unidos contra viento, marea o cualquier polémica pública que aparezca.