Es una de las ‘royals’ más discretas, pero ahora está en boca de todos debido a los rumores de crisis en su matrimonio, justo en uno de los momentos más complicados de la familia. Si hace muy pocas semanas informábamos sobre la llegada de un nuevo miembro a la familia real británica, ahora, Beatriz de York y Edo Mapelli, no paran de protagonizar titulares debido a rumores de crisis en su pareja. 

Cuando parecía que la llegada de la pequeña Athena Elizabeth Rose estaba trayendo alegría a toda la corona británica y consolidando aún más la familia de la sobrina de Carlos III, ahora los titulares de los principales medios ingleses han comenzado a sembrar dudas sobre la relación entre la aristócrata y el empresario. Lejos de la imagen de felicidad absoluta que siempre han proyectado, los rumores apuntan a que la pareja podría estar atravesando una crisis en su matrimonio, lo que ha generado un gran revuelo en la prensa y entre los seguidores de la realeza.

Beatriz de York y Edo Mapelli
Gtres

Mientras seguimos atentos a cómo evoluciona esta historia de amor y descubrimos si estas especulaciones tienen algún fundamento, hemos querido hacer un viaje al pasado para recordar uno de los momentos más felices de la pareja. A pesar de que lo vivieron con total discreción, su boda en el año 2020 fue un acontecimiento muy especial, aunque alejado de las expectativas que se tenían para un enlace de esta magnitud dentro de la realeza británica.

Una boda “low cost” en plena pandemia

Quizá utilizar el término Low Cost pueda sonar algo exagerado, pero lo cierto es que tratándose de aristócratas de primer nivel de Reino Unido, como Beatriz de York, hija del hermano del rey, lo cierto es que se esperaba un evento muchísimo más de alto standing. La joven decidió apostar por un enfoque muy diferente al de otras ‘royals’ y sorprendió a todos con algunas de sus elecciones. Todo fue provocado por una situación excepcional por la que todos estábamos pasando, puesto que se celebró cuando vivíamos intensamente la pandemia del COVID. 

Nadie se esperaba esta celebración, pero desafiando el protocolo y las medidas de restricción que limitaba al mínimo los eventos sociales, la Princesa Beatriz de York y el empresario Edoardo Mapelli Mozzi dieron el “sí quiero” en una boda íntima el 17 de julio de 2020. En plena pandemia mundial, la pareja no quiso retrasarlo más y eligieron realizarla mediante un discreto evento inesperado en las ‘royals’ pero que sí iba muy en línea con la personalidad de la joven.

Beatriz de York y Edo Mapelli
vorsten.nl

La boda estaba prevista para finales de mayo, pero tuvo que aplazarse algunas semanas por restricciones del COVID y no fue hasta mediados de julio cuando el Palacio de Windsor, con su espectacular iglesia, acogió una ceremonia íntima en la Capilla Real de Todos los Santos, en Windsor Great Park. Solo los familiares más cercanos y amigos íntimos estuvieron presentes y por supuesto siguiendo todos los protocolos de seguridad contra el virus. Por supuesto, la Reina Isabel II y el duque de Edimburgo, abuelos de la joven, fueron testigos del enlace. 

Un vestido con historia y financiación privada

Para la ocasión, la joven, en vez de elegir un diseño de alta costura, o una creación solamente para ella, decidió apostar por la moda circular y un homenaje a su abuela, la Reina Isabel II. Y es que la Princesa Beatriz escogió lucir un vestido de seda marfil diseñado por Norman Hartnell en el año 1962 y que la monarca había lucido en diversas ocasiones durante las últimas décadas.

Para este enlace, lo que sí hicieron fue modificarlo para adaptar las mangas y conseguir el fitting perfecto para la joven. Las joyas también fueron prestadas, puesto que la hija de los Duques de York llevó la tiara de diamantes que su abuela había elegido para su propia boda en 1947, un gesto de continuidad y respeto por el legado familiar al que Beatriz se encuentra muy unida. 

Otro detalle muy comentado del evento fue que estuvo completamente financiada sin contar con dinero público o destinado a la Casa Real Británica. Incluso antes de las restricciones del Cóvid, se habría comunicado que esta boda era totalmente privada y estaría financiada por su fortuna personal.

Era una forma de no levantar más ampollas en los británicos, teniendo en cuenta la situación tan delicada en la que se encontraba - y se encuentra - el príncipe Andrés. Así pues, el coste de la boda para los contribuyentes ha sido de cero. La familia de Beatriz ha sufragado de su bolsillo todos los costes, desde las flores hasta la seguridad, en este caso mínima, teniendo en cuenta la lista de invitados, reducida al máximo”. Según explicó A. Rodríguez en Vanitatis. 

Rumores de crisis en la pareja 

La historia de Beatriz y Edoardo comenzó en 2018. Él era un empresario con un hijo pequeño y ella una joven ‘royal’ completamente enamorada. Su conexión fue instantánea. En mayo de 2021, dieron la bienvenida a su primera hija en común, Sienna Elizabeth, y en octubre de 2024 anunciaron que esperaban su segunda hija que nació hace unos días, el 29 de enero, la pequeña Athena Elizabeth Rose.

Ahora, cinco años después, parece que no todo estaría tan tranquilo en casa. Y es que la prensa inglesa está publicando diversos rumores e informaciones sobre la inestabilidad actual de la pareja. Y podría ser debido al trabajo del empresario que haría que estuviera mucho tiempo fuera de casa “Pasar mucho tiempo separados debido al trabajo definitivamente puede manchar la relación y hacer que se desconecten emocionalmente”, explica Nicole Moore, coach y fundadora de la consultora emocional Love Works Method. “Es esencial que la princesa y su marido recuerden que están del mismo lado y tengan comunicación, incluso cuando tienen desacuerdos porque necesitan un vínculo increíblemente fuerte para sobrevivir”, añade como técnica para que estas tensiones entre la pareja se diluyan.