2 años del ‘ascenso’ de Marta Ortega: 3 cambios que ha introducido en la empresa y 1 en su vida

“¿Desea valorar la llamada?”. Marta Ortega está demasiado cansada para dar su valoración. Acaba de terminar una importante llamada con su equipo y cierra el ordenador. Ya está bien por hoy. Acaba de cumplir 40 años y hace menos de dos meses que fue elegida la mujer más poderosa de la industria de la moda, esa en la que ha crecido y que le ha enseñado absolutamente todo. Además, en casa, le espera un bebé. Todavía tiene mucha jornada por delante. La hija de Amancio Ortega ha vivido un año redondo. Pero, también, agotador.

Desde abril del año 2024, Marta Ortega Pérez ostenta el cargo de presidenta no ejecutiva de la empresa que fundó su padre. ‘Menudo ascenso’, pensarán los que se quedan en la espuma, ‘¡a dedo!’, dirán los que no saben que tras el moño perfectamente imperfecto de esta mujer se esconde una de las mejores  empresarias de su generación. La hija de Flora Pérez ha querido llevar la compañía que empezó vendiendo batas hasta lo más alto, no solo de las ventas, sino, además, de la moda. Costura con la primera en mayúscula. De ahí el prestigioso honor que le fue concedido por el diario británico Evening Standard, que la aupó a la primera posición de su celebérrima lista hace menos de dos meses.

¿Qué estudió Marta Ortega?

Marta Ortega tiene apellido pero también tiene bagaje. Lo suyo es mucho más que ser la ‘nepo baby’ definitiva. Se formó en los mejores centros de enseñanza usando el patrimonio de papá Amancio como una verdadera lanzadera a su talento. Y, cuando había acabado su ‘degree’ en International Business, su padre la puso a doblar camisetas. Y a doblar pantalones. Y a buscar tallitas en el almacén y a ‘cariño, solo tenemos lo que ves expuesto’. Pero en inglés, claro. Porque Amancio le buscó un trabajo en una de sus tiendas en Londres. Y de ahí a hacer prácticamente de todo en su otra niña mimada: Zara.

Desde 2016, Marta Ortega se ha vuelto esencial en Inditex. Y, desde la jubilación de su progenitor, ella ha entendido que ahora es el rostro y la voz de uno de los grandes gigantes que marcan moda. A lo largo de estos años y especialmente desde que ocupa el cargo de presidenta, la gallega ha querido dar un giro a la compañía y hacerla más Marta. Frente a la sobreproducción, más conciencia medioambiental. Nuevas maneras de recuperar fibras y tejidos, colecciones más sostenibles, más entidad propia y menos ‘atracón’ de tendencias. Disparar a un blanco certero y atinar de lleno.

El Zara que propone Marta Ortega poco tiene que ver con el que hizo su padre y le convirtieron en uno de los hombres más ricos de España (y del mundo entero). La madre de familia numerosa, quizás queriéndoles dejar un mejor mundo a Amancio Jr, a Matilda y a Manuel, quiere una empresa más ecológica. De ahí que este 2024 haya introducido el gran cambio de los últimos años: una parte dedicada a la ropa de segunda mano. De Zara, claro. Una suerte de Vinted, donde las prendas de la compañía gallega son algunas de las más codiciadas, dentro de la misma app de venta y donde el usuario puede vender y/o comprar piezas ‘pre-owned’ de las colecciones anteriores. La revolución de la segunda mano es una realidad y Marta no podía quedarse de brazos cruzados ante ella.

Si no puedes con tu enemigo, únete a él; debió pensar la empresaria. Y es que, mientras Marta ha crecido escuchando las críticas al ‘fast-fashion’, ella ha plantado cara proponiendo lo impensable: hacer ‘slow’ algo pensado para caducar a los días de estar en las tiendas. Ralentiza los ritmos de la moda y le da una segunda vida a piezas que, en un primer momento, solo estaban pensadas para cumplir un ciclo de existencia, y pone a la disposición de todo aquel que quiera esta aplicación a coste cero.

El Zara de Marta Ortega, sostenible y ‘high’

Marta Ortega, en silencio, haciendo gala de una discreción que muy bien aprendió en casa, ha ido haciendo y cambiando una industria que su padre puso patas arriba hace 30 años. Literalmente le ha dado la vuelta. Si su padre proponía un modelo de negocio casi sin publicidad, que proponía la alternativa ‘barata’ a la moda de lujo y a todo lo que ella representaba; su hija menor (recordemos que el gallego es padre de otros dos hijos más) ha hecho lo opuesto. Si ya hemos hablado de colecciones mucho menos ‘rápidas’, que se consumen más despacio que apuesta por la moda circular; Marta ha añadido un punto deluxe a la propuesta de Ortega padre. Algo que consigue a través de su presencia en importantes semanas de la moda y con colaboraciones con algunos de los fotógrafos más prestigiosos, como Steven Meisel, al que dedicó una exposición en A Coruña, dentro de la organización que lleva su nombre, y que recogía algunas de las grandes obras fotográficas del artista.

La gran revolución (en casa) de Marta Ortega: tres hijos y un marido con pasado paralelo

El 16 de diciembre de 2023, Marta Ortega se convertía en madre de familia numerosa. Su tercer hijo, el segundo al lado de Carlos Torretta, su marido desde el año 2018 y con el que tiene en común haber crecido tocando telas y muestras de tejidos. Manuel venía al mundo en A Coruña, como sus dos hermanitos.

A Marta Ortega se le dan bien las revoluciones, empresariales y familiares. No teme a los cambios, por eso no le ha temblado el pulso a la hora de mover los cimientos de una empresa tan consolidada como la que fundó su padre. Y tampoco temió en su día cerrar el libro de su matrimonio con el jinete Sergio Álvarez. Fueron tres años, fueron felices y también fueron agridulces. Actualmente, la presidenta y su ex mantienen una buena relación por el bien del hijo que les une.

En 2017 Marta y Carlos unieron sus caminos. Unos senderos que habían discurrido de un modo muy paralelo y que llegaron a la misma meta: una exclusiva boda en la que actuó Coldplay y con el nacimiento de sus dos pequeños, Matilda, en 2020, y Manuel en 2023.

Y, al final del día, Marta Ortega, la mujer más poderosa de una de las industrias que más dinero mueven, se quita la blazer y solo le preocupa una cosa: estar presente en la crianza de sus tres hijos, cubrirlos de abrazos y hacerles sentir que, para ella, ellos son el auténtico éxito de su vida. Aunque eso no aparezca en ninguna lista.