Beatriz López, psicóloga: "La ropa cómoda y bien asentada al cuerpo es toda una declaración de intenciones en cuanto a salud mental se refiere"

La moda es mucho más que una simple elección estética; es una forma de expresión personal que puede influir significativamente en el estado de ánimo. La ropa que usamos tiene el poder de hacernos sentir seguros, cómodos o incluso más felices. Estudios en psicología han demostrado que los colores, las texturas y los cortes de la ropa pueden afectar nuestras emociones y cómo nos percibimos a nosotros mismos.

Un look vibrante y bien elegido puede mejorar la autoestima, mientras que una prenda incómoda o poco favorecedora puede generar inseguridad o malestar. Y es que la ropa no solo refleja cómo nos sentimos, sino que también puede ser una herramienta para modificar nuestras emociones y predisponernos a afrontar el día con más energía.  

Cada uno puede reinterpretar la moda como mejor crea conveniente, según su estilo y personalidad, yendo más allá de lo meramente estético y siendo un aliado poderoso en la construcción de nuestra imagen y en la forma en que experimentamos el mundo. La psicóloga Beatriz López nos ha resuelto algunas dudas en esta materia, demostrando el poder que tiene algo tan sencillo como vestirse. 

Pregunta: ⁠¿De qué manera la ropa que elegimos cada día puede afectar a nuestro estado de ánimo y confianza?

Respuesta: Las prendas que elegimos cada día no sólo afectan a nuestro estado de ánimo, sino que muestran el nivel de confianza que ya tenemos (o no) en ese momento. La imagen personal revela dos aspectos fundamentales de la persona: uno tiene que ver con la identidad en general y el otro con el estado actual. Las prendas nos ayudan a mostrar y/o conseguir empoderamiento o todo lo contrario, ya sea en el día a día o con respecto al afrontamiento de una situación particular.

⁠¿Existen colores o estilos específicos que estén relacionados con emociones positivas o negativas?

El color es luz en distintas longitudes de onda, por lo tanto, no sólo influye en el estado de ánimo, sino que también comunica cuál puede ser este, qué se pretende conseguir o qué se quiere transmitir. Por ejemplo, la tribu urbana "emo" opta por el negro como color por defecto para reivindicar un estado de ánimo bajo como definición de la vida y la identidad. Otras personas, eligen colores vivos porque son vitalistas, mientras que otras prefieren los tonos nude o pastel para comunicar dulzura, inocencia o calma. 

⁠¿Cómo influyen las tendencias de moda en nuestra autoestima y en la percepción que tenemos de nosotros mismos?

Las tendencias de moda ofrecen una parte buena y una mala. Por un lado, nos ofrecen la oportunidad de identificarnos con alguna de ellas y reivindicar esa parte de nosotras/os que tanto nos gusta. Pero, por otro lado, en demasiadas ocasiones se presentan tendencias únicamente reconocidas para personas normativas según un canon que, como tal, siempre es excluyente. Por eso es bueno que actualmente exista un mayor eclecticismo en escena, y que esta no esté gobernada por la pasarela, sino más bien por un imperativo diverso en cuanto a identidades y personas.

⁠¿Qué papel juegan las prendas cómodas y bien ajustadas en nuestro bienestar emocional y mental?

La ley de la correspondencia impera en esta cuestión. Si estás cómoda por fuera lo estás o lo quieres estar también por dentro. La ropa cómoda y bien asentada al cuerpo es toda una declaración de intenciones en cuanto a salud mental se refiere, y por supuesto, no está exenta de estilo ni personalidad. 

⁠¿Hasta qué punto vestir de una forma alineada con nuestra personalidad puede hacernos sentir más felices y seguros?

Hasta y desde todo punto, puesto que mostrarnos por fuera tal y como somos y estamos por dentro es lo coherente con el todo que una persona representa para sí misma y para el mundo en general. 

¿El concepto de “dopamine dressing” (vestirse para sentirse bien) realmente funciona o es solo una moda pasajera?

Como sucede con todas las herramientas, por sí sola no soluciona toda la cuestión. Ser fieles a nuestra identidad y cuidarnos por dentro y por fuera también incluiría utilizar las prendas para sostener o elevar nuestro estado de ánimo y para honrar nuestro cuerpo, de hecho, son dos caras de la misma moneda. 

¿Cuáles son los errores más comunes al elegir ropa que no favorece nuestro estado de ánimo?

Más que errores, serían consecuencias. Cuando ya tenemos un estado de ánimo decaído o no gozamos de una buena relación con nuestro cuerpo, la motivación a la hora de cuidar estos días aspectos también es baja. Por eso, recomendamos no perpetuar un descuidado hacia una misma, sino atender el malestar en tiempo y forma para que no cronifique y afecte a todos los aspectos de la persona.

⁠¿Qué consejos darías para usar la moda como una herramienta para mejorar el bienestar emocional

Como psicóloga y estilista, recomiendo atender primero la salud mental. Es algo que aprendí en mis primeros años como estilista en el ámbito de la salud mental. Atender el exterior sin sanar el interior funciona como un parche que con el tiempo se enquista. Si por el contrario, solucionamos los complejos, las inseguridades y los miedos que nos aquejan desde dentro, seremos libres de mostrar ese bienestar también por fuera. No obstante, mientras se sigue este proceso, recomiendo cuidar la imagen de la misma forma que cuidas de tu casa. Tu cuerpo es el lugar que habitas, si lo honras, te reconfortará.