Hay ciertos looks que nunca prescriben, que son ese comodín al que siempre recurrimos cuando no sabemos qué ponernos, disipándonos las dudas en cuestión de segundos. Esto es algo que consigue el clásico binomio de vestido y botas, que se renueva un invierno más, siendo una de las combinaciones más versátiles, elegantes y que fusiona comodidad con estilo.
Esta tendencia tiene sus raíces en la moda de los años 60 y 70, cuando las botas comenzaron a ser un elemento clave del vestuario femenino, combinándose todo tipo de diseños para crear un look moderno y juvenil. La icónica silueta de botas altas con vestidos mini se popularizó en la época gracias a diseñadoras como Mary Quant, que impulsaron la estética mod, una referencia histórica que aún hoy sigue influyendo en las pasarelas.
Pero sin duda, la estética que lo envuelve todo, es el boho, que ha regresado pisando con más fuerza que nunca. Surge del movimiento hippie, que influyó profundamente en la moda, introduciendo prendas fluidas, estampados vibrantes y una actitud despreocupada hacia el vestir. Este espíritu libre y creativo fue encarnado por iconos de estilo como Jane Birkin y Talitha Getty, cuyos looks siguen continúan una gran fuente de inspiración.
De cara a la bajada de las temperaturas, los vestidos se plantean en telas como la seda, el chiffon o incluso el terciopelo, estampados florales y detalles como bordados o encajes. Las siluetas permiten la fluidez y el movimiento, equilibrándose perfectamente con botas de cuero o gamuza, que añaden un toque rústico y funcional al look.
Marcas como Zimmermann y Etro han destacado esta combinación en sus colecciones invernales, ofreciendo vestidos largos o midi que se superponen con capas de prendas más abrigadas, como abrigos de lana o chalecos de punto grueso, creando una armonía entre el romanticismo bohemio y el objetivo de sobrevivir al frío invernal.
Tipos de vestidos boho que tienes que tener en el radar este invierno
- Vestido maxi floral: los vestidos largos con estampados de flores son un clásico bohemio que se renueva cada temporada. Para el invierno, se prefieren tejidos más pesados como el terciopelo o la lana ligera, con estampados florales en tonos oscuros como burdeos, verde botella o azul marino.
- Vestido de punto: el tejido de punto grueso es ideal para conservar la calidez, sin tener que renunciar al estilo. Suelen tener siluetas relajadas, cuellos altos o en V, y detalles como mangas abullonadas o puños ajustados, abogando especialmente por los clásicos neutros.
- Vestido con bordados étnicos: inspirados en las culturas tradicionales de todo el mundo, estos son perfectos para aportar color y un toque artesanal al look. Cuentan con cortes amplios y mangas largas, y con bordados intrincados en el pecho, los puños o el dobladillo.
- Vestido con volantes: los pequeños detalles son los que pueden marcar la gran diferencia en este tipo de prendas, especialmente en el estilo boho. Los vestidos con múltiples capas de tela o detalles como volantes, son los más habituales, aportando movimiento y un toque romántico.
- Vestido boho de terciopelo: el terciopelo es un material invernal por excelencia y, en el contexto boho, se utiliza en vestidos con siluetas fluidas y detalles vintage. Estos suelen ser de corte largo o midi, con mangas largas o tres cuartos, y en tonos profundos como el esmeralda, el vino o el azul marino.
- Vestido con flecos: los flecos son otro detalle icónico de esta estética, añadiendo un toque dinámico y atrevido. Ya sea en los hombros, el dobladillo o las mangas, son más que bienvenidos, siendo generalmente en tonos cálidos como el camel o el marrón.
10 vestidos boho de Lefties para combinar con botas esta temporada
De punto canalé
Como bien te hemos adelantado, el punto es un material muy apetecible y acertado para esta época del año, que se presenta en tonos versátiles de fondo de armario, como este beige con botones, que combina con todo lo que te apetezca.
En tono tendencia
Si hay un color en el que parece que toda la industria de la moda se ha puesto de acuerdo, ese sin duda es el burdeos. Se ha colado en las colecciones de prácticamente todas las firmas de lujo, siendo imprescindible en tu fondo de armario este 2025.
De tul y colores de temporada
Esta es una de esas compras de las que nunca te arrepientes, porque le puedes sacar el máximo partido vayas donde vayas. Por el día con un botín cowboy de serraje, mientras que por la noche, unas botas de piel serán las mejores aliadas.
El clásico lbd
Da igual el estilo que tengas o la temporada en la que te encuentres, el vestido mini negro es un básico que siempre merece la pena tener a mano. En este caso lo encontramos confeccionado en punto, quedando ideal con botas altas y accesorios como un bolso de flecos y sombrero de ala ancha.
La alternativa en denim
Si no te ha convencido la opción de punto, pero aún así quieres invertir en un vestido mini negro, el denim es la alternativa que más éxito está cosechando. Muy afín a ese estilo bohemio, fichamos este diseño con el detalle del cinturón y las tachuelas.
El más fluido
La estética boho, tal y como te hemos comentado, está marcada por la ligereza y fluidez de sus prendas, favoreciendo el movimiento y la libertad a la hora de vestir. Este vestido es el claro ejemplo de ello, en otro de los tonos que causa furor: el verde oliva.
El estampado de flores
Uno de los estampados que se niega a colgar la etiqueta de pasado de moda, son sin duda las flores. De cara a los meses de frío, dejan a un lado los colores más vibrantes y llamativos, oscureciéndose sin perder su esencia femenina y romántica.
El diseño más auténtico
Si lo que buscas es lanzarte de lleno a esta estética, sin miedo a las consecuencias, tienes que invertir en un vestido como este. Lo tiene todo: del corte holgado, al color crudo y las tachuelas plateadas que le dan el toque de gracia.
Para lucir con botas cowboy
Los vestidos en clave midi también se benefician de las ventajas estilísticas que ofrece el tejido vaquero, encontrando opciones tan bonitas como esta. La mejor forma de combinarlo es con un par de botas cowboy clásicas, en algún tono tierra.
Con un toque de nostalgia
Las prendas y accesorios que parecen sacados de otra década están en el orden del día, trayendo ese toque de nostalgia a nuestros looks. Este vestido lo consigue, incluyendo el detalle de la lazada que nos ayuda a afinar cintura y conseguir esa silueta de reloj de arena.