Decorativamente hablando, el árbol de Navidad es uno de los símbolos más bonitos de esta época: es elegante, da un aire muy acogedor a la casa y puedes decorarlo como más te guste porque queda bien con prácticamente cualquier adorno. En la mayoría de hogares suele escogerse un árbol artificial por varias razones: la principal es que no se muere y puedes aprovecharlo durante muchos años siempre y cuando lo guardes bien cerrado para protegerlo de polvo, humedad y bichitos.
Otra de las razones es que, por mucha ilusión que nos haga tener uno natural, no contemplamos esa posibilidad porque: a) no queremos cortar ningún árbol, b) tenemos una casa pequeña y c) no sabemos dónde comprarlo. ¿Y si te decimos que esta Navidad puedes cumplir tu sueño de tener un árbol de verdad? Lidl te lo pone muy fácil porque te ofrece la posibilidad de comprar uno natural con su propia maceta que, además, tiene un tamaño ideal para cualquier hogar.
El abeto pertenece a la familia de las pináceas y, aunque puede llegar a medir 30 metros, este tan ideal mide entre 70 y 80 centímetros. Por 12€ es tuyo y te lo puedes llevar a casa en el momento y así empezar a crear esa atmósfera tan mágica y especial. A la hora de escogerlo, es importante que te fijes bien en su aspecto externo: que huela a fresco, que sea vea sano y que sus agujas estén verdes y no marrones.
¿Quieres que siga teniendo ese verde tan espectacular? Procúrale luz natural, riégalo generosamente y mantenlo alejado de fuentes de calor. Si tiene raíces grandes igual puedes hasta replantarlo en un jardín cuando acabe la Navidad.
Así tienes que cuidar el abeto
No nos engañemos: el interior de una casa no es el mejor entorno para un abeto, y menos todavía en invierno con la calefacción en todo su esplendor. Pero eso no quiere decir que no pueda hacerse, sino que hay que tener cuenta una serie de aspectos para que crezca sano y fuerte.
- Ubicación. Al abeto le encanta luz así que puedes colocarlo en una estancia luminosa cerca de la ventana. Es importante que la zona esté bien ventilada pero sin corrientes de aire ni aire acondicionado. Tenlo en cuenta.
- Calor. El abeto natural lleva fatal el calor: por muy idílico que resulte ponerlo cerca de una chimenea, descártalo enseguida. Tampoco calefacción ni bombillas que desprendan calor. Si lo quieres adornar con luces, que sean LED.
- Humedad. Para procurarle la humedad ambiental que requiere, puedes pulverizarlo a conciencia con agua fresca una o dos veces al día. Sus características hojas en forma de aguja (que no pinchan) te lo agradecerán.
- Riego. Procura que el sustrato esté húmedo, lo que no es sinónimo de encharcado, otro de sus grandes enemigos. Una vez lo hayas regado y veas que el platito que pones debajo de la maceta ya ha recogido el agua sobrante, vacíalo ya que puede perjudicarlo seriamente. Si las hojas se ponen marrones es que lo has regado demasiado.
- Adornos. El abeto es un árbol tan bonito que apenas necesita adornos, pero unos pocos siempre realizan su belleza natural. A la hora de escogerlos, elige opciones ligeras que no puedan dañar sus ramas y yemas. Además, cuidado al coronarlo con una estrella; justo ese es el punto por el que crece.
Hay vida más allá de la Navidad
Una vez concluyen las fiestas navideñas, llega el momento de quitar los adornos y seguir cuidando del árbol hasta el año que viene. Una opción es llevarlo fuera directamente, bien sea una terraza o un jardín y cuidarlo fuera de casa hasta el año que viene. Si tienes jardín, otra opción es plantarlo en el suelo, siempre y cuando tenga raíces, pero no puedes hacerlo en cualquier sitio sino en un suelo con profundidad y que además drene bien.
¿Qué cuidados necesitará en exterior? En los meses de invierno las temperaturas son bajas y por eso necesita menos riego que el que le hayas procurado mientras estaba en interior. Eso sí, en los meses de calor requerirá más agua con lo que tendrás que estar pendiente de él en ese sentido. Otro aspecto importante es que el abeto florece alrededor del mes de abril.