¿Quieres alejarte de los días grises durante los meses más fríos del año? Marbella es ideal para una escapada, porque conserva toda su esencia, pero sin agobios. La temperatura es suave y agradable -hay días con 20 grados-, puedes encontrar mesa sin problema en cualquier local de moda y el paseo marítimo se encuentra siempre concurrido. Si estás pensando en viajar allí, apunta estas tres direcciones… ¡más el bonus track!
Una cena gastronómica inolvidable
El ambiente de Boho Club te va a enamorar. Un resort ubicado en una espaciosa finca privada, rodeado de calma y jardines repletos de vegetación, que se extienden entre palmeras y bananeras. El complejo está situado en la Milla de Oro, cerca de Puerto Banús, y a tan solo cinco minutos de la playa. Sus bungalow, muebles de estilo boho-chic, tejidos y un interiorismo cuidado al detalle, recrean un entorno de cuento. Pero una de las joyas de su corona es, sin duda, Boho Club Restaurant, un concepto que combina gastronomía de autor y la cocina del chef malagueño con Estrella Michelin Diego del Río.
Boho Restaurant
Destaca por una cuidada decoración, ambiente exclusivo, lujo relajado y un servicio que transmite la sensación de sentirte como en casa. El menú ofrece una cocina donde tiene cabida tanto la modernidad como la tradición, unos platos repletos de sabor, con un excelente producto y una apuesta por el producto local de temporada. El menú degustación es una opción acertada para conocer a fondo la cocina del chef, quien se inspira en el producto de su tierra, el campo, el mar y las estaciones, con creaciones culinarias de mucho nivel. Si pides a la carta apunta estos platos porque son imprescindibles: el roast beef de lomo de vaca asada a baja temperatura con salsa Vitello Tonatto; la sopa de maíz asado en carbón, ahumada y ligeramente picante, acompañada de mojo de aguacate y verduras encurtidas (una auténtica delicatessen); o la presa ibérica marinada en cacao.
Entre los postres, resulta sorprendente el bizcocho de kikos con tofe de miso y palomitas garrapiñadas. Atención a su amplia bodega porque esconde etiquetas de categoría. Lo mejor es ponerse en manos del sumiller para disfrutar de un maridaje memorable, que será el broche de oro para una excelente experiencia gastro.
Oda a las brasas en un ambiente chic
Solo la entrada ya impresiona, pero el interior es aún más bonito. Roostiq Marbellaes un espacio ideado para disfrutar y saborear las mejores verduras, pescados y carnes a la brasa. Empezar por sus famosos torreznos acompañados de una copa de champán, es el mejor comienzo. Continuar con sus embutidos de bellota (provenientes de los cerdos de su propia finca en Ávila) también es un acierto. Aunque uno de sus puntos fuertes, sin duda, son las verduras de su huerta.
Roostiq Marbella
Obligatorio pedir los pimientos de piquillo confitados y terminados al horno de leña, porque son para comerse un millón. Muy buenas las habitas a la llama, las espinacas a las brasas y las acelgas salteadas. Si sois amantes de las pizzas vais a disfrutar mucho con sus especialidades, entre las que destacamos la L.P. (pizza en honor a Laurent Ponsot) versión colmenillas con trufa, queso Comtè 16 meses y burrata fresca atemperada; la Mont Blanc con guanciale de bellota, carpaccio de trufa, cebolleta, fior di latte y Comtè 16 meses; y la Roostiq de jamón bellota, burrata fresca atemperada, trufa laminada, salsa de tomate 38 y albahaca. Son para chuparse los dedos.
También muy destacables las carnes, entre las que te recomendamos picaña de Wagyu a la brasa; el solomillo de vaca a la sartén con pimienta y colmenillas, terminado al horno de leña, o cualquiera de las variedades de sus pollos ecológicos criados en libertad en su dehesa. Un must: sus almejas finas salteadas a la llama, de las más ricas que vas a probar nunca. A destacar la amabilidad y predisposición de todo el servicio de sala.
Tapear en el casco histórico
En el corazón plaza Altamirano, uno de los rincones más bonitos de la ciudad rodeado de fachadas blancas y suelos empedrados, Bar Guerra es el lugar perfecto en el que disfrutar de una cocina de mercado auténtica, con tapas y raciones sencillas pero llenas de sabor. A través de sus platos, que evocan Andalucía y sus costas, el restaurante utiliza materia prima de primera calidad, reflejando su amor por el producto, con el mar como principal proveedor de su despensa. Su verdadera esencia se remonta a sus raíces, ya que han dado mucho valor a los platos con los que comenzaron.
Bar Guerra Marbella
No faltan el marisco cocido, el pescaíto frito (las frituras son una de sus señas de identidad, con unos rebozados muy logrados: atención a los boquerones, el adobo y los calamares), la ensaladilla, las croquetas, el pollo al ajillo, las tapas típicas andaluzas o las papas aliñas. Se caracterizan por una cocina de mercado, por lo que hay que dejarse aconsejar y pedir las sugerencias del día (trabajan con pizarra). Su carta líquida, con más de sesenta referencias, combina las mejores etiquetas de generosos, espumosos, blancos, tintos rosados y dulces. Para terminar, pide su flan de queso porque es el mejor final.
¡Bonus track rondeño!
Si dispones de suficientes días y te apetece hacer una excursión desde Marbella, te proponemos desplazarte hasta la cercana y espectacular serranía de Ronda, rodeada de olivares centenarios y maravillosos paisajes. Allí se encuentra El Cortijo LA Almazara, un lugar donde el diseño y la naturaleza se fusionan para ofrecer una experiencia única. Diseñado por el arquitecto Philippe Starck, ofrece numerosas actividades para disfrutar de la naturaleza y la cultura local, como realizar una visita guiada por los olivares, participar en una cata de aceites, disfrutar de un picnic entre olivos o vivir la actividad “Del huerto a la mesa”, donde podrás recolectar hortalizas frescas y luego disfrutar de un menú especial.
Cortijo LA Almazara Marbella
Además, la finca también alberga un museo que es la primera almazara de autor del mundo, un espacio cultural único y de vanguardista que permite conocer la historia y el proceso de producción del aceite de oliva. Concebido como un referente en oleoturismo, vas a recrearte con una experiencia sensorial completa.