El rubio rejuvenece, aporta luz al rostro y frescura a la melena. Si eres morena y estás pensando en teñir tu melena, debes saber que no todos los tonos de rubio te van a favorecer de igual manera (depende de muchos factores como el tono de piel o el color de ojos), pero vamos a darte las claves para que consigas un acierto seguro y un resultado perfecto.
¿Qué tipo de rubio suele sentar bien a todas?
Si tienes dudas sobre qué tono escoger, debes saber que "un rubio neutro, al que le añadimos matices fríos, como los platinos o cenizas y rubios cálidos, como los dorados o miel, son una opción estupenda. No solo nos ayudará a tener una melena con dimensión, sino que seguro que nos favorece", explica M.ª José Llata de Peluquería Llata Carrera desde Santa Cruz de Bezana (Cantabria).
También es importante que tengas en cuenta si el color de pelo que vas a elegir es fácil de mantener (a pesar de ser rubio) o todo lo contrario. "Los rubios cuánto más oscuros y próximos a nuestro tono natural, más fáciles son de mantener. Al no ser demasiado claros, no comprometemos nuestra melena, tampoco necesitamos prevenir los tonos amarillentos y, además, el crecimiento de la raíz no se nota tanto", indica M.ª José Llata.
"La textura natural del cabello puede afectar en la coloración. El pelo rizado puede ser más frágil, pero también aclararse más rápidamente. El cabello grueso es más fuerte, pero al mismo tiempo más resistente a cambiar de color, por lo que necesitará más tiempo. De igual modo, no reacciona igual una melena virgen que una tratada con color: las primeras cambian de tono de modo uniforme y mucho más rápido, mientras que las que cuentan con un color previo pueden presentar diferentes tonos en cada una de las áreas de la melena", indica Felicitas Ordás de Felicitas Hair desde Mataró (Barcelona)
Otros aspectos fundamentales a tener en cuenta son la historia del cabello y el tono de partida. "Si la melena no está en buenas condiciones y queremos decolorar es posible que la fibra se rompa, por lo que no sería recomendable, y si tenemos un color previo es preferible arrastrarlo con un tratamiento para eliminar los restos de pigmento. No hacerlo puede alterar el color", comenta Manuel Mon de Manuel Mon Estilistas desde Oviedo.
Para conseguir el rubio deseado hay que tener paciencia. "El número de visitas al salón depende de cada persona, pero pueden ser hasta tres. En general, aclarar dos tonos de un castaño ya requiere decolorar y si, además, lo que deseamos es un platino, entonces es necesario realizar un doble proceso de decoloración, lo que puede suponer unas 4 horas", propone Raquel Saiz de Salón Blue by Raquel Saiz desde Torrelavega (Cantabria).
Lo ideal sería hacerlo de forma progresiva, para así respetar más el cabello u optar por unos reflejos, como las balayage, que harán que el proceso sea más natural. "Lo mismo sucede con la técnica ombré, que focaliza el color en medios y puntas", concluye la experta.
Y ahora que ya te hemos contado todo lo que debes saber antes de pasarte al rubio, pide cita en tu peluquería de confianza y atrévete con alguno de los tonos más tendencia de la temporada.
"Para las más arriesgadas el rubio amarillo o mantequilla es una de las tendencias de la temporada, ya que los tonos dorados con otros más cálidos están triunfando. Para las que prefieran un matiz más intenso, un toasted coconut, aporta calidez en las raíces, más oscuras, y tonos arenas y helados, que se combinan para conseguir un acabado luminoso y nacarado, que encaja con casi todos los rostros", afirma Rafael Bueno de Rafael Bueno Peluqueros desde Málaga.