Melena seca, áspera, sin brillo, poco manejable y con las puntas abiertas. ¿Lo reconoces? Es el aspecto deshidratado y dañado que adquiere el cabello tras los estragos del verano –esos en lo que cada año nos prometemos que no volveremos a caer–. Y es que factores como la radiación solar, el cloro, la sal, los alguicidas de la piscina, el exceso de humedad y el abuso de las herramientas de calor ponen a nuestro cabello al límite.
Para recuperar la hidratación, nuestra peluquera experta en cuidado del cabello, Olga G. San Bartolomé, nos propone poner en práctica estos trucos y tratamientos en casa.
Los síntomas de un cabello seco
¿Tienes dudas sobre si tu cabello ha perdido la hidratación? Con este sencillo test podrás comprobarlo.
- La prueba del tacto: si está más áspero y rígido de lo habitual, es un síntoma claro de deshidratación. Para cerciorarte puedes deslizar las yemas de los dedos por un mechón grueso, comenzando desde la raíz hasta la punta. En caso de cabello seco, notarás que los extremos están más duros al tacto.
- ¿Encrespamiento? el cabello está menos manejable, con hebras que asoman por todas partes y un aspecto desordenado. Además, tiende a hincharse y alborotarse con el exceso de humedad en el ambiente, quedando esponjoso.
- Cabello mate: la melena ha perdido el brillo y no lo recupera por más que laves tu cabello y apliques mascarillas, aceites capilares o acondicionadores.
- Puntas dañadas: se ven abiertas o rotas aunque acudas a la peluquería para sanearlas. La falta de hidratación provoca que se vean siempre mal.
- Falta de movimiento: el cabello deshidratado tiende a perder su flexibilidad y, al estar menos elástico, hace que la melena se vea más rígida.
Si ya estás segura de que tu cabello está seco, es importante que analices cuáles son las causas, ya que pueden ser muy variadas.
- Tu cabello es seco: si tu cabello es seco, no bastará con un abordaje tras el verano. Tendrás que tratarlo durante todo el año.
- Te lo lavas mal: cuando las causas no son genéticas unos malos hábitos en el lavado pueden ser la razón. Puede ocurrir tanto por utilizar productos inadecuados –con sulfatos y alcoholes que secan la cutícula– como por usar demasiada cantidad.
- Estás en tratamiento: los medicamentos y las enfermedades pueden afectar al estado de la melena. Por ejemplo, los tratamientos antiacné suelen resecar mucho la melena.
- Usas mal las herramientas de calor: en primer lugar, puedes estar usando temperaturas más altas de las que necesita tu cabello en planchas y rizadores. Recuerda que cuanto más fino es, menos necesita y viceversa, con un máximo de 200º para pelo grueso y espeso. Los secadores viejos también pueden causar estragos en la melena y son preferibles las tecnologías de iones negativos para cuidarla.
- No usar protector térmico: además, según San Bartolomé, "no aplicar productos que protejan el pelo de las herramientas de calor puede ser la razón por la que tu pelo está seco".
Trucos y tratamientos para hidratar el pelo en casa
- Sellar las cutículas: es un truco de profesional que nos revela la experta y que consiste en aplicarte el acondicionador masajeando de medios a puntas con las yemas de los dedos para alinear y sellar las cutículas del cabello. Es algo que ayudará a retener la hidratación, uno de los problemas del cabello poroso y seco.
- Usar champú sin jabón: las fórmulas con base no jabonosa se pueden usar a diario sin perjudicar la hidratación del cabello y manteniéndolo sano y bonito. Opta por fórmulas reparadoras sin sulfatos, sal ni alcoholes para recuperar la fibra capilar.
- Aplicar el protector en mojado: evita usar el protector térmico sobre el pelo seco ya que podría favorecer que tu melena se deshidratase más todavía. Y es que la humedad en el cabello sumada a las altas temperaturas de las planchas puede hacer que el pelo se queme.
- Mascarilla + acondicionador: es el dúo imprescindible para que la hidratación se mantenga dentro de la fibra capilar. Si prescindes del acondicionador, estarás desaprovechando el poder hidratante de la mascarilla. Así que aplícalo a continuación de esta para sellar la cutícula. No olvides dejar que la mascarilla actúe durante unos 10-15 y después aclarar generosamente.
- Mascarilla dos veces por semana: para mantener el pelo lo máximo hidratado posible la experta recomienda utilizarla cada dos días al principio y cada semana a modo de mantenimiento. Lo más importante es fijarse siempre en el tiempo indicado de tratamiento para obtener los resultados prometidos.
- Rutina para cabello seco: combina el uso de champú y acondicionador específico que vaya bien a tu tipo de cabello. Para ello, lo mejor es que consultes a un profesional, ya que la oferta puede ser abrumadora y de lo contrario podrías verte obligada a invertir una buena suma en probar diferentes fórmulas.
- Agua tibia: olvídate del agua caliente si lo que quieres es recuperar la hidratación de tu melena porque no hará más que resecarla más. Y es que el agua caliente abre la cutícula del cabello, por lo que no retiene la hidratación. Si usas agua tibia o fría –no demasiado– conseguirás una hidratación más duradera.