Toda la verdad sobre la manicura rusa: en qué consiste, qué ventajas tiene y cuánto cuesta

Las uñas semipermanentes se han convertido en una especie de accesorio imprescindible en el look de muchas mujeres, ya que permiten lucir una manicura como recién hecha durante semanas y olvidar así los tediosos retoques. Entre sus posibles técnicas, la manicura rusa se ha hecho muy popular en los últimos años en nuestro país. La conocerás porque sus diseños  inundan redes como Instagram. ¿A qué se debe tanto furor?

"Su popularidad en Europa se debe a su precisión y a los resultados duraderos que ofrece, dejando las uñas perfectas durante semanas", según Sofya Khasanova, copropietaria del salón Siberia de manicura (Madrid), uno de los referentes en nuestro país de la manicura rusa. Con ella hemos hablado para conocer de cerca esta técnica de uñas que ha ganado miles de adeptas en los últimos años.

¿Qué es la manicura rusa? 

Es la gran pregunta, porque, a primera vista puede no ser tan diferente a la tradicional. ¿O sí? "La manicura rusa es un método que se centra en la limpieza exhaustiva de la cutícula mediante el uso de herramientas específicas, como el torno eléctrico y fresas rotativas, así como tijeras o alicates, sin necesidad de remojar, a diferencia de la manicura tradicional en España, que sí lo requiere", explica Khasanova.

Es decir, que lo que distingue esta técnica, también llamada manicura combinada, de la que nos hemos hecho tradicionalmente es que las cutículas se retiran por completo y en seco, sin necesidad de usar ningún tipo de aceite o producto emoliente para ablandarlas.

Made in Rusia

"La manicura rusa tiene su origen en Rusia, donde es valorada por las mujeres como parte esencial de su imagen personal y las uñas bien cuidadas son un símbolo de elegancia y estilo", explican desde el salón de manicura especializado en esta técnica. 

¿Qué ventajas tiene respecto a las demás?

Según la experta, esta técnica presenta diversas ventajas, como "un acabado más limpio y preciso al eliminar la cutícula de manera profunda, lo que también contribuye a una mayor durabilidad del esmalte, ya que se aplica más cerca de la base de la uña". Esto convierte a la manicura rusa en una opción más duradera para lucir nuestras perfectas. Y es que duran hasta 4 semanas, si se usa un esmalte trifásico.

Además, Khasanova afirma que es una técnica que "mejora la apariencia de las uñas, logrando un acabado más ordenado y libre de residuos, y al no requerir remojo, la cutícula se mantiene en óptimas condiciones por más tiempo".

Manicura rusa, paso a paso

Sofya nos cuenta cómo es el proceso de elaboración, paso a paso, de este tipo de manicura en la que se ha especializado su salón.

1. En primer lugar, se procede a la eliminación del producto anterior utilizando una fresa y un torno eléctrico, lo cual lleva entre 10 y 15 minutos. 
2. A continuación, se empujan las cutículas con un empujador metálico o un palito de naranjo, levantándolas suavemente sin cortarlas, lo que requiere aproximadamente 2 minutos.
3. Posteriormente, se lima y pule la superficie de la uña con una lima de grano 180/240, un proceso que dura entre 4 y 5 minutos.
4. Luego, se trabaja con fresas de diamante para cutículas, donde se prepara el área para el corte y se pule, lo que lleva entre 5 y 7 minutos.
5. En la etapa de corte de cutículas, se pueden utilizar tijeras o alicates, aunque a menudo se logra un buen resultado solo con fresas.
6. Finalmente, se aplica el esmaltado como se haría en cualquier otra manicura, ya sea tradicional, semipermanente o permanente –gel o acrílico–.

En total, la experta calcula que una manicura rusa junto con el esmaltado requiere aproximadamente 1 hora y 20 minutos.

No cualquiera puede hacerla

Sofya Khasanova afirma que la manicura rusa "exige conocimientos especializados, ya que es una técnica avanzada que utiliza herramientas específicas como el torno eléctrico y fresas". De hecho, advierte que es fundamental que "el profesional tenga un dominio adecuado de estos instrumentos para prevenir daños en la piel o en las uñas". 

¿Puede doler?

El conocer que la clave de esta técnica de manicura está en la eliminación total de las cutículas en seco, nos surge la duda de si el proceso puede resultar molesto. Sin embargo, la experta es rotunda: "Cuando se aplica correctamente, el procedimiento no causa dolor, ya que un técnico capacitado maneja los instrumentos de forma suave y segura, asegurando una experiencia cómoda y resultados óptimos sin comprometer la salud de las uñas".

¿Qué precio tiene la manicura rusa?

El precio de este tipo de manicura con acabado pulcro y más duradero es ligeramente superior al de las clásicas uñas semipermanentes. Así, puedes hacerte una manicura rusa en el salón Siberia por apenas 25€ y añadirle un esmaltado semipermanente por 60€ en total. Si prefieres unas uñas de gel, acrílico o necesitas un relleno para completar la manicura, el precio en este salón oscilará entre los 75 y los 85€.

En general, el precio de la manicura rusa sin esmaltado oscila entre los 25 y 50€, mientras que añadiendo un esmaltado duradero o un diseño de nail art se elevará hasta los 60-80€ dependiendo del centro, su ubicación y su prestigio.

¿Hay que hacer descansos periódicos?

"No es necesario realizar pausas entre las sesiones de manicura rusa", asegura Khasanova, que subraya que "las uñas no sufren daños ni se ven afectadas por los productos utilizados", desmitificando así la creencia de que necesitan "respirar". Sin embargo, señala que se aconseja espaciar las sesiones al menos cada tres semanas "para permitir un crecimiento natural de la uña y mantener el esmaltado en buen estado".