La piel de las japonesas es la envidia del resto de las mujeres del planeta. Tersa, con un tono uniforme, sin prácticamente arrugas ni imperfecciones… ¡Casi parecen de porcelana! Está claro que la genética tiene mucho que decir a este respecto, pero no lo es todo. De hecho, las mujeres niponas son súper disciplinadas con su rutina facial e invierten bastante dinero en cosméticos para cuidar su cutis. De ahí que luzcan una piel de porcelana perfecta.
¿Cuál es el secreto de belleza de las japonesas?
Paradójicamente el secreto de las japonesas no es ningún secreto. La belleza de su piel reside en su constancia y en el ritual Saho, una rutina de cuidado facial inspirada en el código de protocolo que rige la ceremonia japonesa del té. Es un protocolo que realizan a diario, con calma, sin saltarse ni un solo paso.
¿Qué hacen las japonesas para tener una piel de porcelana?
Básicamente hay tres principios que rigen este ritual:
- La doble limpieza. La limpieza facial es fundamental en esta y en cualquier otra rutina de belleza, pero en este caso se le otorga una importancia especial. Se realiza en dos pasos, con dos productos diferentes. Primero se utiliza un limpiador con base oleosa y después, un jabón o limpiador en formato espuma. Así se garantiza que se retiran todas las impurezas de la piel, se vacían los poros y, por tanto, la piel está preparada para recibir todos los beneficios de los cosméticos que se apliquen a continuación.
- La doble hidratación. La hidratación también se realiza en dos fases. Durante la primera, se aplica un producto más acuoso que hidrata la piel y potencia los efectos del segundo producto. Un fluido hidratante es perfecto para empezar. A continuación se procede a extender un producto más consistente (una crema hidratante con tratamiento), que será más consistente y proporcionará una concentración mayor de principios activos. En esta fase del protocolo es cuando se aplicarían el contorno de ojos, la crema hidratante y un tratamiento específico para cada tipo de piel.
- La doble aplicación. Este principio hace referencia al modo en el que se aplican los productos. Para empezar, se calienta el producto en las manos y se extiende sobre la piel con un suave masaje a base de movimientos circulares que activará la circulación. A continuación, se procede a hacer unas suaves presiones sobre el rostro con las palmas de las manos y se dan unos pequeños toques sobre la piel para facilitar la penetración de los principios activos del cosmético.
¿Cómo se limpian la cara las japonesas?
- Primera limpieza. Se utiliza un producto de base oleosa para arrastrar el maquillaje y el exceso de grasa. Se masajea todo el rostro y se retira con un algodón o una toallita de tela suave.
- Segunda limpieza. Se realiza para retirar el polvo, el sudor y las impurezas acuosas que se depositan en la piel. Para ello recurren a un limpiador en espuma, que en esta ocasión retiran con pañuelos de papel desechable, presionando sobre el rostro, nunca arrastrando.
- Toallita caliente. Una vez que la piel está perfectamente limpia, se coloca una toallita caliente sobre la piel para abrir los poros y facilitar la penetración de los cosméticos que se apliquen a continuación.
- Tónico. Con los poros abiertos, se procede a utilizar un tónico facial. Este producto tiene un papel fundamental antes de la hidratación, ya que equilibra el PH de la piel y hace que la piel esté mucho más receptiva a cualquier tratamiento.
- Loción hidratante. Antes de pasar a la hidratación, se recurre a una loción hidratante, ligera y agradable, que estimula los sentidos y “avisa” al cutis de que llegan los tratamientos.
- Tratamientos habituales. Tras toda esta preparación, llega el momento de pasar a tu rutina habitual (sérum, contorno de ojos, crema hidratante y tratamiento específico). Es importante hacerlo con el sistema de doble aplicación que hemos comentado anteriormente (primero calentar y aplicar con movimientos circulares y, después, con pequeñas presiones). Asegúrate también de que vas a aplicar los cosméticos en el orden correcto para que actúen adecuadamente.
- Mascarillas faciales. Las japonesas también son unas fanáticas de las mascarillas faciales. En función de las necesidades que vayan observando en su piel, utilizan la que más les conviene una o dos veces por semana.
¿Qué hacen las japonesas para tener esa piel?
Aparte de someterse a este ritual a diario para tener una piel de cine, las japonesas tienen algunos trucos que son infalibles. ¡Apúntalos todos! No te constará demasiado incorporarlos a tu rutina beauty.
- Dieta equilibrada y buena hidratación. Las mujeres niponas no se limitan a cuidar su piel por fuera, también le dan mucha importancia al interior. Cuidan mucho su alimentación y procuran estar siempre bien hidratadas. Además de beber abundante agua, son grandes amantes del té, lo que les facilita este cometido y les ofrece otras muchas propiedades. Estos trucos para beber agua te ayudarán.
- Protección solar extrema. No es habitual ver una piel nipona bronceada. Conscientes de los daños que el sol puede hacer a su piel, se aplican protección solar a diario y evitan exponerse a sus rayos. Así huyen de manchas y previenen el envejecimiento cutáneo.
- Agua de arroz para tonificar. El tónico favorito de las japonesas es el agua de arroz, que estimula la producción de colágeno, brindando más elasticidad a la piel y mejorando su textura. Dicen que también es una gran aliada para combatir los problemas de acné.
- Días de relajación para la piel. Si sueles maquillarte a diario, dale una tregua a tu piel un par de días a la semana. Las niponas se obligan a “descansar” de maquillaje un par de días, en los que solo se permiten limpiar la piel y aplicarse una crema hidratante.
- Apuesta por las toallitas de papel. Si no eres extremadamente cuidadosa con las toallitas de tela, podrían acumular bacterias que no son buenas para la piel. De ahí que en el país del Sol Naciente tengan predilección por las toallitas de papel de usar y tirar. ¡Y ojo! Siempre hay que utilizarlas presionando, nunca arrastrando. Este gesto podría irritar la piel.
¿Qué usan las japonesas para la piel?
Ahora que conoces las claves de la rutina de belleza de las mujeres japonesas ya puedes ponerlas en práctica. Estos productos pueden ayudarte:
Piel de porcelana: Bálsamo Limpiador Silky Purifying de Sensai
Qué mejor que comenzar tu doble limpieza facial con un bálsamo limpiador de una de las firmas de belleza japonesas más cotizadas: Sensai. Este producto es ligero, agradable y retira los restos de maquillaje y el exceso de grasa con una delicadeza súper agradable.
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Piel de porcelana: Espuma de agua micelar de La Roche Posay
Este agua micelar en formato espuma retira las partículas de polvo y el resto de las impurezas que se depositan en la piel, al tiempo que purifica la piel. Además, contiene agua termal, que tiene propiedades calmantes y antioxidantes, proporcionando una sensación de frescor y confort tras su aplicación.
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Piel de porcelana: Toallitas comprimidas de Näps
Estas toallitas compridas son todo un invento para limpiar tu rostro y completar tu rutina de belleza. Su formato en pastilla resulta súper cómodo para llevar a cualquier parte. Crecen en contacto con el agua o cualquier líquido y tienen más de un uso (las puedes lavar y volver a utilizar hasta que se desintegren). Si las pones bajo agua súper caliente, te ayudarán a abrir los poros y a preparar la piel para absorber los principios activos de tus tratamientos.
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Piel de porcelana: Tónico revitalizante antiedad de Alma Secret
Jamás menosprecies el poder de un tónico facial. Entre otras cosas, refresca, hidrata, restablece el pH de la piel, cierra los poros y ayuda a equilibrar y preparar la piel para sus posteriores tratamientos. Este de Alma Secret es perfecto si tienes la piel muy sensible.
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Piel de porcelana: Fluido hidratante matificante de Sensilis
Inicia tu rutina de hidratación con un fluido que prepare tu piel para los tratamientos más potentes de tu rutina facial. Puedes comenzar con este fluido de Sensilis que, además de hidratarte y preparar tu cutis para asimilar cualquier principio activo, mantendrá tus brillos bajo control.
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Piel de porcelana: Tratamiento purificante anti-imperfecciones de Payot
Durante la segunda hidratación aprovecha para proporcionarle a tu cutis aquellos principios activos que más necesite. Con este test descubrirás cuál es tu tipo de piel y cómo cuidarla. Puedes apostar por productos con vitamina C (para aportar luminosidad), con retinol (para tratar los signos de envejecimiento), con colágeno y ácido hialurónico (para conseguir un plus de nutrición e hidratación) o sencillamente aplicarte un tratamiento purificante que reduzca tus imperfecciones y minimice tus poros, como este de Payot.
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Piel de porcelana: Mascarilla facial detoxificante de Iroha Nature
Sigue los pasos de las japonesas y completa tu rutina de belleza facial utilizando una mascarilla facial que se ajuste a tus necesidades una o dos veces por semana. Esta mascarilla tissue de carbón te ayudará a detoxificar tu piel, a purificarla y a sentirla más confortable. Su formato monodosis resulta súper práctico.
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