Cristina Corredera, dermatóloga: "A partir de cierta edad, cuando la piel pierde firmeza y las arrugas son más profundas, los tratamientos tópicos por sí solos pueden no ser suficientes para lograr una regeneración profunda"

El paso del tiempo es un proceso inevitable que deja huella en la piel, reflejando cambios que van desde la pérdida de elasticidad hasta la aparición de arrugas más profundas, sequedad y manchas. A partir de los 60 años, la piel atraviesa transformaciones importantes: la producción de colágeno y elastina disminuye drásticamente, la renovación celular se ralentiza y la barrera cutánea pierde su capacidad de retención de agua, lo que se traduce en un cutis más fino, deshidratado y con tendencia a la flacidez. Estos cambios no solo afectan la apariencia, sino también la salud de la piel, que se vuelve más vulnerable a factores externos como la contaminación, la radiación solar y la oxidación. Sin embargo, gracias a los avances en dermocosmética, hoy en día es posible contrarrestar estos efectos y mantener una piel luminosa, firme y protegida con los ingredientes adecuados.

En un mercado cosmético saturado de productos y promesas antiedad, es fácil sentirse abrumado o incluso caer en mitos sobre qué realmente funciona para la piel madura. Algunos ingredientes han demostrado ser altamente eficaces a la hora de hidratar, regenerar y proteger la piel, mientras que otros son más publicidad que realidad. En este artículo hablamos con la Dra. Cristina Corredera, sobre los mitos y verdades que hay, los activos clave y las últimas innovaciones científicas que han revolucionado el mundo del skincare para pieles maduras.

Pregunta: ¿Cuáles son los activos cosméticos más recomendados para pieles maduras a partir de los 60 años?

Respuesta: La piel a los 60 años experimenta varios cambios debido al envejecimiento natural, factores genéticos, la exposición acumulada al sol y otros agentes externos. Asimismo, los cambios hormonales propios de la menopausia, como la disminución de los estrógenos aceleran dichos cambios, entre los que se encuentran: adelgazamiento, sequedad, flacidez, arrugas y líneas de expresión, manchas y menor circulación sanguínea.

Por ello, mantener una buena hidratación es esencial para lucir una piel saludable, ayudando a preservar su belleza y funcionalidad. Las cremas hidratantes compensan la pérdida de hidratación que ocurre a esta edad, preservan la barrera cutánea que protege frente a irritaciones, infecciones y daños externos; suaviza arrugas finas, mejorando también elasticidad y firmeza. ¿Qué ingredientes suelen tener estas cremas antiedad-hidratantes?

1. Ácido Hialurónico: es fundamental para hidratar la piel y mejorar las arrugas finas, consiguiendo una piel más firme y elástica. Por su alta capacidad de hidratación, es la mejor opción para tratar pieles secas y maduras, ayudando a reducir la apariencia de líneas finas y arrugas.
2. Vitamina C (Ácido Ascórbico): es un agente antioxidante con acción despigmentante que aporta una gran luminosidad, además de combatir el daño de los radicales libres y estimular la producción de colágeno, lo que mejora la firmeza y elasticidad.
3. Péptidos: estimulan la producción de colágeno y elastina, lo que ayuda a reducir la flacidez y mejorar la estructura de la piel.
4. Niacinamida: es un derivado de la vitamina B3 muy bien tolerado. Tiene propiedades antiinflamatorias y seborreguladoras, por lo que ayuda a regular el sebo en las pieles grasas. Además, aporta hidratación y reduce la pigmentación cutánea. Mejora la elasticidad, fortalece la barrera cutánea, reduce la pigmentación y mejora la textura de la piel.
5. Retinoides: El retinol es uno de los mayores aliados en pieles maduras por sus múltiples beneficios y su acción antiedad. Es un derivado de la vitamina A que favorece la regeneración celular y consigue la atenuación de las arrugas y la unificación del tono. 
6. Protección solar: además de ayudarnos a prevenir el cáncer cutáneo, el sol es la principal causa de fotoenvejecimiento y de la aparición de los lentigos o manchas solares. 
7. Sérums concentrados: los sérums suelen tener una mayor concentración de principios activos y una textura ligera que permite una absorción profunda, aportando beneficios más intensos.
8. Cremas en formato airless: permiten conservar mejor los ingredientes activos, especialmente los antioxidantes, que pueden degradarse al contacto con el aire.
9. Nutricosmética: añadir en la rutina complementos alimenticios con colágeno hidrolizado, ácido hialurónico, vitamina C o ácido grasos esenciales pueden ayudar a mejorar significativamente la salud y apariencia de la piel en personas mayores de 50 años.

Además, existen cremas con patentes moleculares que aumentan la longevidad de las células, activando mecanismos celulares que ayudan a reparar el daño provocado.

Se dice que a cierta edad las cremas ya no hacen efecto, ¿es un mito o una realidad?

Es un mito con parte de verdad. Las cremas siempre aportan beneficios a la piel, pero su capacidad de acción está limitada a las capas más superficiales de la epidermis. A partir de cierta edad, cuando la piel pierde firmeza y las arrugas son más profundas, los tratamientos tópicos por sí solos pueden no ser suficientes para lograr una regeneración profunda.

Lo que nunca hay que perder de vista es aplicar la rutina de la forma correcta. Aplicar sobre la piel limpia para que la crema penetre mejor, con una cantidad suficiente del producto y un suave masaje que favorezca su absorción. Además, en caso de usar varios productos, serán en este orden: limpieza, tónicos, sérum, cremas y por último el protector solar. 

Por otro lado, por la mañana deberás usar cremas más ligeras y antioxidantes, con protección solar, y por la noche cremas más nutritivas y regeneradoras que favorezcan la reparación nocturna de tu piel. Has de ser constante para conseguir resultados a medio plazo y mantenerlos en el tiempo. Por último, es fundamental combinar tu rutina cosmética con adecuados hábitos saludables: dormir bien, una buena alimentación, ingesta abundante de agua y practicar ejercicio físico y relajación mental.

¿Qué activos han demostrado científicamente ser eficaces para combatir arrugas y pérdida de firmeza en pieles maduras?

El retinol es uno de los activos con más respaldo científico para combatir arrugas y pérdida de firmeza en pieles maduras. Se trata de un derivado de la vitamina A que actúa estimulando la producción de colágeno y elastina, además de favorecer la renovación celular. La evidencia científica sobre el retinol en pieles maduras consta de los siguientes puntos:

• Aumento de colágeno y elastina: varios estudios han demostrado que el retinol estimula la síntesis de colágeno tipo I y III, esenciales para la firmeza de la piel. También inhibe las metaloproteinasas de la matriz (MMP), que degradan el colágeno con la edad.
• Reducción de arrugas: la aplicación tópica de retinol ha demostrado mejorar la apariencia de arrugas finas y profundas, al engrosar la epidermis y aumentar la densidad dérmica.
• Mejora de la renovación celular: el retinol acelera la regeneración celular, eliminando células muertas y promoviendo una piel más uniforme y luminosa.
• Refuerzo de la función barrera: aunque en sus primeras aplicaciones puede generar irritación, el uso continuado de retinol favorece la producción de glicosaminoglicanos (GAGs), como el ácido hialurónico, mejorando la hidratación cutánea.

¿Existen ingredientes o productos que no son recomendables para esta franja de edad?

1. Alcohol: puede ser muy secante e irritante, lo que agrava la pérdida de hidratación en la piel madura, que ya tiende a ser más seca y menos capaz de retener la humedad.
2. Exfoliantes físicos agresivos (scrubs con partículas grandes): pueden causar microdesgarros y dañar la barrera cutánea, algo que la piel madura no puede reparar tan eficientemente como la piel joven.
3. Texturas muy ligeras: estos productos suelen carecer de la capacidad hidratante profunda que la piel madura necesita, dejándola con una sensación de tirantez.
4. Toallitas desmaquillantes: suelen ser abrasivas y no limpian a fondo, lo que puede dejar residuos que irritan la piel.

¿Qué papel juegan los péptidos y factores de crecimiento en la regeneración de la piel a partir de los 60?

Los péptidos son cadenas cortas de aminoácidos que actúan como mensajeros en la piel, estimulando procesos de reparación y regeneración. Su eficacia en pieles maduras se debe a su capacidad para aumentar la síntesis de colágeno y elastina, mejorando la firmeza y reduciendo la flacidez, reforzando la barrera cutánea, lo que ayuda a retener la hidratación y mejorar la resistencia de la piel y reduciendo la inflamación y el estrés oxidativo, factores clave en el envejecimiento cutáneo.

Respecto a los factores de crecimiento, son proteínas que estimulan la proliferación celular y la regeneración de tejidos. Su papel en pieles maduras incluye la reparación del ADN celular, ralentizando el daño acumulado, una mejor cicatrización y regeneración dérmica, al activar fibroblastos y queratinocitos, y un aumento de la densidad dérmica, mejorando la estructura y el volumen de la piel.

Los cosméticos con efecto lifting inmediato, ¿son realmente eficaces o solo un truco temporal?

Aunque estos productos pueden mejorar la apariencia de la piel al instante, su efecto no es equivalente al de tratamientos médicos como los inductores de colágeno infiltrados, los hilos tensores, los ultrasonidos focalizados la radiofrecuencia.

¿Qué ingredientes innovadores están marcando tendencia en el cuidado de la piel madura en 2025?

Los exosomas, sin duda. La popularidad de los exosomas en cosmética radica en su eficacia para tratar signos de envejecimiento y mejorar la salud general de la piel. Su capacidad para estimular la regeneración celular y la producción de colágeno los convierte en un activo de alto interés en la industria del cuidado de la piel, especialmente en tratamientos antienvejecimiento.

Más allá de las cremas, ¿hay algún otro producto o tratamiento que potencie la acción de estos activos en la piel madura?

Hay varios tratamientos de dermatología y medicina estética con una potente acción antiedad y mucha evidencia científica:

• Radiofrecuencia con microagujas: este tratamiento combina la energía de la radiofrecuencia con el estímulo mecánico de las microagujas, lo que permite una regeneración intensa de la piel desde dentro. Al penetrar en las capas más profundas, provoca una contracción inmediata del colágeno y estimula la producción de nuevas fibras, mejorando la firmeza, la textura y la calidad de la piel. Es ideal para tratar la flacidez, las arrugas y la pérdida de densidad dérmica.
• Ultrasonidos fozalizados: los ultrasonidos focalizados de alta intensidad (HIFU) trabajan en las capas más profundas de la piel, llegando hasta la fascia muscular (SMAS), la misma estructura que se tensa en un lifting quirúrgico. Este tratamiento induce un proceso de neocolagénesis progresiva, logrando un efecto tensor y reafirmante sin necesidad de cirugía. Es ideal para redefinir el óvalo facial, elevar los pómulos y mejorar la flacidez del cuello y la papada.
• El resurfacing con láser CO₂ es uno de los tratamientos más potentes para mejorar la textura de la piel, reducir arrugas profundas y tratar manchas y cicatrices. Actúa eliminando las capas superficiales de la piel y estimulando la regeneración en las capas profundas, favoreciendo la formación de nuevo colágeno. Tras el tratamiento, la piel se renueva por completo, mostrando una apariencia más tersa, uniforme y rejuvenecida.

El envejecimiento es un proceso natural, pero con los cuidados adecuados, la piel puede mantenerse sana, firme y luminosa a cualquier edad. La clave está en elegir activos respaldados por la ciencia, evitar ingredientes irritantes y ser constante en la rutina de cuidado. No se trata de borrar el paso del tiempo, sino de potenciar la mejor versión de la piel en cada etapa de la vida.