Las ensaladas son las recetas saludables por excelencia, además de fáciles de preparar, rápidas y económicas. Puedes encontrarlas de una variedad enorme: desde la tradicional ensalada con base verde, hasta la de legumbres como la ensalada de alubias blancas, pasando por la ensalada campera elaborada a base de patatas. Y cómo no, las protagonistas del artículo de hoy: las ensaladas de pasta.
Nos declaramos fans incondicionales de este platazo que puedes tomar todo el año, pero que ganan todavía más si las sirves bien fresquitas en verano. Al admitir todo tipo de ingredientes como salmón ahumado, queso de cabra o gulas, quedan de lo más resultonas. Nutricionalmente hablando, también resultan muy completas porque aportan carbohidratos, vitaminas y minerales. Y no te olvides de las proteínas en forma de queso, anchoas, jamón, pavo, atún, salmón o huevo, por citar algunas de las posibilidades.
Qué tipo de pasta utilizar para tu ensalada
Para que las ensaladas de pasta queden de 10, es importante escoger bien el tipo de pasta. Si te das cuenta, cada vez más variedad donde elegir tanto de formas como de colores, así que no es de extrañar que no sepas por cuál decidirte. Por lo general, suele elegirse la pasta corta seca, dejando la fresca mejor para platos calientes. Evidentemente, cuanto mejor sea la calidad de la pasta, mejor te quedará.
Otra cuestión importante es el tiempo de cocción. Saldrás de dudas si lees bien el envase y sigues las indicaciones del fabricante. Por lo general, este indica siempre dos tiempos: uno al dente y otro al punto. Para la ensalada de pasta es preferible que quede al dente, aunque todo va según gustos. Asimismo, no te olvides de enjuagarla enseguida con agua fría para parar la cocción.
Trucos para triunfar con la ensalada de pasta
Es cierto que este es un plato muy fácil, así que son los detalles los que marcarán la diferencia. Toma nota y ¡buen provecho!
- Color. Utiliza pasta de colores porque, además de quedar visualmente más bonito, está enriquecida con tomate, espinacas y remolacha.
- Variedad. Los lacitos y las espirales son los reyes de la ensaladas de pasta, pero no los únicos. Arriésgate con otros tipos como los radiadores (radiatori) o las orejas (orecchiette).
- Textura. Para que no quede una ensalada muy plana al paladar, añade semillas y otros ingredientes que aporten contraste de texturas.
- Fruta. Mango, fresa, manzana y frutos del bosque son algunas de las frutas que contribuirán a darle frescor a tu ensalada.
- Aliño. Puedes aliñarla un poco antes de servirla para que coja más sabor. Sin embargo, si lleva canónigos o brotes tiernos, mejor hazlo en el último momento y así evitarás que se pongan lacios.
- Especias. Puedes ir probando con las que más te gusten pero, sin lugar a dudas, triunfarás con la albahaca y el orégano.