Madrid ha hecho su mejor regalo a unos novios con prisa por casarse. Y eso que Teresa Urquijo y José Luis Martínez-Almeida no las tenían todas consigo… El 6 de abril, amanecía espléndido en la capital, con un sol primaveral que invitaba a lanzarse a la calle a disfrutar de la jornada. La suerte que ha tenido la pareja ha sido absoluta. La misma que tuvieron al encontrarse.
La pareja se conoció hace un año y en mayo de 2023 oficializaron su noviazgo en una tarde de toros. En San Isidro. Castizo a más no poder. A pesar de la diferencia de edad entre ambos, más de veinte años, los novios encajaron a la perfección desde el primer momento, y no temieron pisar el acelerador de su relación: para diciembre estaban comprometidos y en solo cuatro meses han organizado una boda de dimensiones reales.
La boda por todo lo alto de Almeida y de Teresa Urquijo
El ‘sí, quiero’ del alcalde de Madrid y de la analista financiera reúne a lo más granado de la política, la alta sociedad y, también, de la realeza. Teresa Urquijo Moreno de Borbón, está emparentada con la familia del Rey. Felipe VI es el tío segundo de la joven contrayente. Su abuela, Teresa de Borbón-Dos Sicilias, es prima hermana de Juan Carlos I, de ahí que las invitaciones a los miembros de la monarquía fueran unas de las primeras en enviarse.
Los novios tenían clarísimo cómo deseaban que fuera su enlace soñado. Todo parecían tenerlo híper armado en sus cabezas, como quien lleva años imaginando cómo será su boda. Martínez-Almeida sabía desde el principio que la iglesia para darse el ‘sí, quiero’ debía ser la misma en la que lo habían hecho sus padres varias décadas atrás. Los progenitores del alcalde se casaron en la iglesia de San Francisco de Borja, conocida en Madrid como Los Jesuitas, y ubicada en una de las arterias principales de la ciudad, la calle Maldonado; dentro del centriquísimo barrio de Salamanca.
Y si el político parecía tener clarísimo el templo religioso, a la novia le pasaba tres cuartas partes de lo mismo con la finca para la celebración posterior. Ella también seguiría la estela marcada por su familia; de ahí que se decantara por El Canto de la Cruz, la finca en Colmenar Viejo propiedad de su abuela. En ella, también festejaron su enlace sus padres.
Este terreno, de 25 hectáreas, es el hogar de la princesa Teresa; donde, además, cría caballos purasangre. La celebración tendrá lugar a partir de las 14:00 horas en la terraza de la vivienda y se alargará hasta bien entrada la noche. El almuerzo y la recena correrá a cargo del catering del restaurante Lhardy, todo un icono de la hostelería capitalina. Será un menú compuesto por varios entrantes a elegir, un excelente solomillo y, para terminar, el postre que hayan elegido los novios.
La madrina del enlace, Casilda, la hermana del alcalde
Tal y como se había rumoreado, Casilda, la hermana mayor de José Luis Martínez-Almeida, ejercerá de madrina en su gran día. El alcalde está muy unido a sus hermanos, con quienes también ha posado a su entrada al templo.
Casilda ha elegido para el gran día de su hermano un precioso vestido rojo, con rosas en las mangas, que rompían el minimalismo de la prenda con cuello de pico. El mejor complemento para esta forofa del Atleti, como el propio alcalde, ha sido el juego de perlas que ha lucido. Un espectacular collar de tres vueltas que podría ser herencia familiar; al tratarse de una pieza tan especial.
La abuela materna de Teresa, una de las primeras en llegar
Teresa de Borbón, de azul cielo, con un dos piezas muy elegante, llegaba del brazo de su marido, el duque de Laserna. El matrimonio rebosaba de felicidad de presenciar el 'sí, quiero' de su nieta.
La infanta Cristina llegaba acompañada por su hijo Juan
Cristina se convertía en una de las invitadas más elegantescon este conjunto marrón con pantalones palazzo. La infanta llegaba junto a su hijo Juan, el mayor de sus cuatro, y lo hacía relajada y feliz. Su divorcio de Iñaki Urdangarin ha cambiado su carácter. La hermana de Felipe VI se deja ver sonriente y dispuesta a aprovechar esta nueva etapa vital que encara.
Xandra Falcó, floreada y de blanco
La hermana de Tamara Falcó y empresaria, Xandra Falcó era una de las invitadas más reconocibles de entre las más de 500 personas invitadas a esta celebración del amor.
Xandra se decantaba por un primaveral vestido blanco, que no rompía el protocolo de las bodas gracias a su maravilloso estampado floral. Además, Falcó ha jugado con los complementos para huir del blanco inmaculado tan castigado en esta clase de ceremonias: pamela negra, a juego con el clutch y el cinturón de la prenda. Sus sandalias eran de un acertadísimo color dorado.
La elegancia de Carla Pereyra
Sin duda ha sido una de las mejor vestidas de la jornada. En una boda como esta, con un atlético absoluto como lo es el alcalde de Madrid, no podía faltar una pequeña representación de los rojiblancos. Carla Pereyra, casada con Diego 'Cholo' Simeone, a quien también se esperaba en la ceremonia, lucía un fabuloso vestido inspiración 'New Look', con cintura de avispa y falda de vuelo. Una delicadísima red coronaba su estilismo y le otorgaba el regusto años cincuenta que la modelo buscaba conseguir.
La infanta Elena, con gafas de sol
La infanta Elena se decantaba por un vestido de la firma Oscar de la Renta. Una pieza ideal para las invitadas +60, que pueden tomar como inspiración para la temporada de comuniones, bodas y bautizos que ya empieza.
Pero quizás lo más llamativo de su look eran las gafas de sol con las que lo acompañaba. Algo que muchos no han entendido. Pues bien, esto era porque la infanta fue operada de cataratas hace un par de meses y es posible que todavía tenga fotosensibilidad, por lo que necesita el complemento para evadirse de la claridad que tan molesta puede resultar para las personas que han sido intervenidas de los ojos.
Beatriz moreno, la madre de la novia
La madre de la novia, tan discreta como siempre, llegaba a la iglesia sin hacerse notar. La encuadernadora Beatriz Moreno de Borbón ha tenido un destacado papel en la boda de su hija, puesto que ella ha sido la encargada de encuadernar el misal que se ha distribuido durante la ceremonia.
Beatriz ha lucido para la ocasión un vestido rosa fucsia con chaqueta torera a juego.
Isabel Díaz Ayuso vuelve a confiar en martín berrocal
No podía ser de otro modo. La presidenta de la Comunidad de Madrid confiaba en Vicky Martín Berrocal, como de costumbre cuando tiene un gran evento, para la boda de Almeida. Y lo hacía con un vestido de aires flamencos y hombro caído, que recordaba a las pinturas de Julio Romero de Torres.
El drapeado de la pieza le confiere a la misma la habilidad de sentar como un absoluto guante a quien lo luce; en este caso, marcando la silueta femenina de Ayuso.
Al tratarse de boda de mañana y siguiendo el protocolo, Isabel Díaz Ayuso se decanta por la misma tendencia que hemos visto en Carla Pareyra, la red. En el caso de la presidenta esta no caía a ras del fin del ojo, como debe llevarse, y le cubría algo más el pómulo.
El posado 'real' de los Borbones que levantará ampollas
A la salida de la ceremonia, se ha producido un inesperado posado real con unas destacadas ausencias que lo han hecho aún más llamativo.
Juan Carlos era el primero en salir, casi a continauación de los novios, y seguidamente se reunían con él sus dos hijas, Elena y Cristina, y sus tres nietos invitados a la boda.
Juan ejercía de acompañante de su madre, mientras que Froilán y Victoria son amigos personales de la novia y del hermano de esta. De ahí que hayan sido invitados.
Tanto doña Sofía como Felipe VI y Letizia también habían sido invitados. Su ausencia remarca, aún más, las notables tensiones de la familia; que han reusado participar en la celebración. La excusa del monarca es clara, porque esta noche debe presidir la final de la Copa del Rey, pero la de su madre resulta de lo más llamativa; puesto que la emérita es buena amiga de Teresa de Borbón, prima de su todavía marido.
LA SORPRESA DE SOFÍA
A la ceremonia no, pero la celebración sí. La reina Sofía aparecía por sorpresa a eso de las dos del medio día para acudir al almuerzo en honor de los novios. Se dijo que su marido haría exactamente eso, no ir a la misa, pero sí a la comida. Pero quien finalmente lo ha tenido que hacer ha sido la madre de Felipe VI... ¿Con qué fin?
Con este movimiento, la reina Sofía esquiva la foto con Juan Carlos. Ella no ha participado en el polémico posado que ha demostrado lo separada que está la familia real.