Solamente tiene 21 años, pero de un tiempo a esta parte se ha erigido en uno de los más laureados deportistas del panorama español. Carlos Alcaraz ya es mucho más que una joven promesa del tenis y lo constatan sus logros, con el primer puesto del campeonato de Wimbledon de 2023 y 2024. Dos finales muy reñidas en las que se disputó el triunfo contra el serbio Novak Djokovic. El mismo contrincante que, desgraciadamente, le ha impedido hacerse con el oro en los Juegos Olímpicos de París en este verano. Pero es que en ningún caso lo deja este último resultado en una posición desdeñable, porque regresa a casa con la plata.

Porque más allá de la medalla con la que se ha hecho, el paso del murciano por la XXXIII Olimpiada ha dejado para la historia un ejemplo de esfuerzo, superación y trabajo. No es cosa de un día llegar tan lejos a pesar de la juventud, pues conseguirlo requiere de muchos sacrificios. Incluido marcharse de casa para poder hacer de su pasión su profesión, centrado en convertirse en el mejor con los entrenamientos que ello precisa. Es por eso que atrás quedan ya sus años en El Palmar, donde se crio, porque desde 2019 está instalado en la prestigiosa Academia Equelite. Un centro de alto rendimiento fundado por Juan Carlos Ferrero en Villena, Alicante. Es allí donde vive la mayor parte del tiempo, en unas dependencias que, pese a ser diminutas, tienen un encanto particular.

Así es la casita de madera a la que Carlos Alcaraz llama hogar

En ningún caso es sencillo alejarse de los tuyos, pero cuando el sueño es tan grande como el de Alcaraz, hacerlo puede tener recompensa. Sin duda la ha tenido, con esos importantes trofeos que llenarán por siempre su palmarés. El caso es que entre torneo y torneo, el joven también encuentra tiempo para el descanso. Así lo permite el lugar que ahora se ha convertido en su hogar, pues la academia pone a disposición de los deportistas unas casitas de madera verdaderamente acogedoras.

No solo por la dimensión de las mismas, que no es excesiva, ya que las más pequeñas -donde él vivió durante su primera etapa- ocupan solamente 25 metros cuadrados. Viviendas prefabricadas que el hotel rural del complejo deportivo comprende y son más ideales para que él y sus compañeros se hospeden, además de poder recibir las visitas de los suyos. Sin necesidad preocuparse de nada más que de trabajar en perfeccionar su técnica, porque cuestiones como la lavandería o las comidas -con su cafetería y su restaurante- están cubiertas.

Casa Alcaraz
Ferrero Tennis Academy

En lo que a la ubicación se refiere, todas ellas están dispuestas en línea contigua. Y es en un repaso por las imágenes que el sitio web del centro facilita cuando nos encontramos con un interior de estilo rústico, funcional y minimalista. Nada rimbombante, con la madera en muebles, vigas del techo y marcos de las puertas y las ventanas, y en las que los grandes diseños pasan a un segundo plano porque prima la sencillez es lo más importante.

Habitación Alcaraz
Ferrero Tennis Academy

Sencillo, que no descuidado. El encanto de estos diminutos 'bungalows' reside en la frescura que permite a los atletas llevar una vida tranquila y confortable cuando terminan sus entrenamientos. Con luz natural que entra por grandes ventanales, y textiles en tonos blancos y neutros en las camas -que en función de la casa será individual de 90 centímetros o doble- que aportan un extra de claridad.

Habitación Alcaraz
Ferrero Tennis Academy

La misma que, en contraste con el marrón propio de la madera de armarios y estanterías, observamos en los cuartos de baño. También simples, con mármol claro y un gran espejo contiguos a una práctica ducha. Todo lo necesario para vivir, sin grandes lujos, pero sin escatimar. No falta nada de puertas para adentro, pero cabe destacar que tampoco de puertas para afuera. Y es que si algo es llamativo de este enclave es que es inevitable no disfrutar del exterior de ensueño que lo rodea.

Jardines de ensueño y una gran piscina para relajarse

Estos 'inmuebles' tienen acceso directo a una pequeña terraza, con sus sillas y una zona de baldosas que la separa del césped. El camino de salida a los grandiosos jardines de la academia, que permiten a los residentes pasear serenos como si se encontrasen en un amplio parque natural. Lo anterior, además de las necesarias pistas de tenis, claro está. Espacios ideados para que tenistas de primer nivel como Carlos puedan practicar cuando precisen. Sin obviar otra zona verdaderamente llamativa de la infraestructura exterior: la piscina

Piscina Alcaraz
Ferrero Tennis Academy

Tumbonas y agua clara para relajarse al sol cuando tienen un rato libre. E incluso nadar, que ya se sabe que los atletas de élite pocas veces tienen ganas de parar del todo. Una de las grandes joyas de este paraje, que sumada al gimnasio equipado del que disponen, da un extra de variedad a un complejo que va más allá de las raquetas. Por si todo lo previo pareciera poco, también tienen acceso con servicios de fisioterapia y psicología deportiva en el caso de que les hagan falta. En resumidas cuentas, el sueño de cualquier niño que aspira a seguir los pasos del medallista. Como si de un campamento de verano se tratase, pero elevado a la más alta potencia. Una escuela de leyendas.