Aunque Federico de Dinamarca acaba de estrenar reinado, no exento de polémica y noticias sobre sus escarceos amorosos, los daneses ya están pensando en el futuro que espera a la Cara Real Danesa, una de las más queridas y prestigiosas de Europa.
Y es que, tras abdicar la reina Margarita y convertirse en Rey, los compromisos y mandatos de Federico de Dinamarca han recaído sobre su hijo. Actualmente el Rey tiene con su mujer, Mary Donaldson, 4 hijos: Christian, el primogénito y próximo heredero de la corona, Isabelle, Vicent y Josephine.
La presencia de Christian de Dinamarca en la agenda de la Casa Real se magnifica ahora que comienzan sus responsabilidades como heredero al trono, y, aunque sigue estudiando, auguramos que cada vez lo veremos más en actos públicos.
Ya ha asumido por completo las responsabilidades que su cargo requiere. Por ejemplo, durante el último viaje al extranjero de su padre, ya como Rey de Dinamarca, Christian se convierte en la máxima autoridad real, ejerciendo como jefe del Estado por si ocurre algo mientras su padre se encuentra fuera del país.
Un nombre con historia
Pero, ¿cómo será su nombre una vez que acceda al reinado? Su nombre completo es Christian Valdemar Henri John y no se esperan grandes sorpresas en la elección de su nombre porque las posibilidades, debida a una curiosa tradición danesa, son muy limitadas.
Así que el destino de Christian de Dinamarca está marcado por una curiosa tradición que nos ha sorprendido a todas. Por lo que su nombre, previsiblemente será Christian XI. ¿Por qué?
Una tradición que viene de largo
Los reyes de Dinamarca, desde hace muchísimo tiempo, únicamente se llaman Federico o Christian. Literalmente no ha habido otros nombres de reyes desde hace más de 500 años, cuando comenzó esta tradición.
Esta repetición de nombres se remonta al año 1448, en plena Edad Media, cuando comenzó su reinado el conocido como Cristian I, de la casa de Oldemburgo. No sería hasta 100 años después, en 1523, cuando llegó a Jefe de Estado Federico I.
Desde ese momento, todos los demás jefes de estado de Dinamarca han portado alguno de los dos nombres. Se han ido alternando ambos nombres entre los consortes masculinos hasta llegar hasta nuestros días.
Solo encontramos un nombre diferente en la lista de máximos responsables del Estado, que se trata de Margarita II, cuyo reinado comenzó en el año 1972 y ha finalizado recientemente para dar paso a su hijo, Federico X.
No es obligatoria pero forma parte de la historia real
Aunque la elección del nombre no es obligatoria y no existe ninguna ley que lo estipule así, esta tradición ha sido seguida por muchos monarcas daneses a lo largo de los años, que decidieron para sus primogénitos varones uno de estos dos nombres.
Es muy difícil cambiar una historia tan marcada como la que encontramos con esta “repetición” de nombres reales y quizá por eso el propio Federico de Dinamarca y Mary Donaldson pensaron automáticamente en el nombre de Christian para su primogénito, previendo evitar futuros problemas de cambio o ajuste de nombre para cumplir con esta anécdota real danesa.
Un discreto heredero
Christian se trata de un joven muy discreto. Con la mayoría de edad recién estrenada - cumplió 18 años el pasado octubre - deberá cumplir con los compromisos que el heredero de la corona posée tras la reciente llegada de su padre al trono. A lo largo de su juventud ha destacado por ser un miembro muy discreto y responsable de la familia. Se le describe como un joven “simpático, amable y educado” y con muy buena actitud. Disfruta de pasar tiempo con su familia y amigos, y se interesa por diversos temas, como la música, el deporte y la naturaleza.