Durante años las hemos llevado en su mínima expresión. Parecía que cuanto más finas, mejor. Pero hace ya unas cuantas temporadas que han cobrado protagonismo. Hemos dejado que vuelvan a crecer, lamentando amargamente haberlas apurado tanto en el pasado y hemos aprendido a maquillarlas como profesionales... Pero, ¿realmente llevamos la forma que más nos favorece?
La clave para que unas cejas queden bonitas es respetar su forma natural con unos pequeños retoques, para que se adapten mejor a nuestra fisionomía. Y justo son esos retoques los que queremos mostrarte. Reconozcámoslo, armadas con unas pinzas de depilar más de una nos volvemos muy peligrosas. Cuanto más sutiles seamos, mejor.