Para qué sirve el ácido salicílico
“Como exfoliante, el ácido salicílico descompone los enlaces que mantienen unidas a las células más viejas a las nuevas en la capa externa de la piel, de este modo, se desprenden de manera más fácil y se produce la renovación. Al eliminar estas células muertas, el ácido salicílico ayuda a destapar los poros y prevenir la formación de comedones, como lo son las espinillas y los puntos negros”, nos dice Lara González, cosmetóloga en Byoode.
Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD, os recuerda que además tiene poder antiinflamatorio y reduce el enrojecimiento y la inflamación asociados con el acné y a las manchas. "De hecho, la inflamación es lo que provoca la aparición de las manchas en la piel. El ácido salicílico, al reducir la inflamación, minimiza el riesgo de hiperpigmentación y favorece un tono más uniforme”, añade.
Y la sorpresa es que nos protege de los efectos del sol. "Diversos análisis médicos demuestran que el ácido salicílico inhibe la incidencia de los rayos UBV en la piel, culpables de las quemaduras y de la inflamación celular. Además, al mismo tiempo, este ácido es capaz de eliminar algunos daños solares existentes, de haberlos", nos explica explica Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8.
Así es como, este betahidroxiácido sube unos escalones entre los ingredientes cosméticos más completos al ofrecer ese beneficio además de la capacidad de reducir la inflamación y la rojez, deshacer el exceso de sebo asentado en el tejido, disminuir el tamaño de los poros, tratar las manchas o la luminosidad de la piel.
Alternativas al ácido salicílico
“Hay varios principios activos que pueden ofrecer beneficios similares. El peróxido de benzoilo es uno de ellos; es un agente antibacteriano que mata las bacterias responsables del acné y también tiene propiedades queratolíticas, ayudando a exfoliar la piel. Otro ingrediente efectivo es el ácido glicólico, un alfahidroxiácido (AHA) que también promueve la exfoliación y mejora la textura de la piel”, nos responde Isabel Reverte, directora dermocosmética de Ambari.
Nos cuenta además que para quienes buscan una opción más suave, el ácido láctico, otro AHA, puede ser una buena alternativa, ya que es menos irritante y además hidrata la piel. El ácido azelaico también es otro componente que se ha destacado en el tratamiento del acné y las manchas. Posee propiedades antibacterianas y antiinflamatorias y ayuda a regular la producción de queratina, previniendo la obstrucción de los poros.
Y no podemos olvidarnos de la ya popular niacinamida, una forma de vitamina B3, que "tiene la capacidad para reducir la inflamación, controlar la producción de sebo y mejorar la función de barrera de la piel”, tal y como nos explica Lara González.
Y si no se quieren o se pueden usar los ácidos, como ocurre durante el embarazo o la lactancia, las mascarillas de arcilla y principios activos como el ácido alfalipoico van a ayudar a unificar el tono, mejorar la luminosidad de la piel y minimizar el tamaño del poro, recomienda Raquel González.
*Precios actualizados el 9 de agosto de 2024