La moda en los años 2000: ¿cómo vestían las mujeres en esa década?

La moda actual está plagada de los conocidos revivals, un concepto que hace referencia a todas esas tendencias propias de épocas pasadas que vuelven a colocarse de nuevo en el punto de mira tiempo después. Es el caso de la moda de los años 2000, "empezó con una revisión muy exprés de las últimas décadas del siglo anterior, y se revisitaron los años 50, 60, 70 y sobre todo los 80", explica Juan Ferrando, director del Grado en Diseño de Moda de la Universidad Nebrija.

Esta década entre 2000 y 2010 se conocía como ‘Noughties’, un término acuñado por la BBC que se deriva de las palabras ‘nought’ (usada para referirse al número cero en muchos países de habla inglesa). Fueron unos años en la que se mezclaron esas influencias del pasado con nuevas innovaciones, y donde la cultura pop, la tecnología y la globalización jugaron un papel crucial en la definición de las tendencias fashion. Hacemos un repaso por todas ellas. 

Influencia de la Cultura pop y las celebrities

Es una época en la que surgen numerosos iconos famosos, que han tenido una gran trascendencia en la historia contemporánea y un impacto significativo en la moda. "Fueron sobre todo las cantantes de pop como Britney Spears, que estaba en el auge de su carrera; Christina Aguilera, Rihanna; y bandas de grupos femeninos como las Destiny’s Child, el final de las Spice Girls… Chicas sexies, sensuales y poderosas a quienes las revistas de moda y los tabloides mostraban constantemente", explica Juan Ferrando. 

También la cultura pop se impuso, con programas dominantes y mundialmente conocidos de la talla de "Sex and the City", “Friends” y "The OC", cuya estética hizo que miles de mujeres imitaran los looks de estos personajes, adoptando prendas y accesorios que veían en sus estrellas favoritas.

Moda Casual y deportiva

El estilo más informal y streetwear fue una gran tendencia en la década de los 2000. Las mujeres a menudo optaban por esos pantalones de mezclilla de talle bajo, que fueron tan sumamente populares, muchas veces combinados con tops cortos que dejaban el ombligo al descubierto.

Una de las firmas que más triunfo tuvo en este terreno fue Juicy Couture, cuyos sets de chándal se volvieron extremadamente populares y que muchas de las celebrities, previamente mencionadas, lucían de forma habitual. Este look casual y relajado se complementaba con zapatillas deportivas y, en muchos casos, con gorras de beisbol.

Jeans de Tiro Bajo y Tops Cortos

Es algo que seguramente has notado que ha tenido un fuerte regreso en la moda estos últimos años, haciendo que desempolvásemos nuestros antiguos pantalones pitillos y crop tops del fondo del armario.

"El “sexy new woman” fue una de las tendencias principales, proponiendo una desnudez e hipersexualización de la figura femenina. Los abanderados fueron Tom Ford en Gucci, Dolce&Gabbana con las campañas que tantas veces fueron censuradas, John Galliano y sobre todo Alexander McQueen, que irrumpió en esa década inventando el tiro bajo de pantalón, que alargaba mucho el tronco y dejaba la cadera al aire", continúa el experto. 

Era un look que se considera el uniforme con el que podríamos definir la moda en esos años, y que permitía reflejar una actitud juvenil y audaz. Las celebrities actuales, como es el caso de las hermanas Hadid o Kendall Jenner, han recuperado su esencia, volviendo a hacer de él, el uniforme todoterreno más codiciado. 

El auge del  Boho-Chic

A mediados de la década, el estilo bohemio o boho-chic se hizo muy popular, influenciado por celebridades tan conocidas como Sienna Miller y Kate Moss. Este look, como continúa siendo en la actualidad, se caracterizaba por el uso de vestidos largos y fluidos, estampados florales, y prendas con detalles como flecos y tachuelas. 

Pero es cierto que los accesorios eran la clave distintiva a la hora de vestir, y que se llevaban bajo el lema de “más es mejor". Sombreros de ala ancha, enormes gafas de sol y mucha joyería étnica, desde collares superpuestos, hasta pendientes en clave XL y brazaletes. Uno de los trucos clave era el de hacerte con prendas vintage o de segunda mano y combinarlas con piezas más modernas, creando un estilo relajado pero elegante.

La vuelta a la oficina

Después de la década de los 90, donde el minimalismo de Giorgio Armani con sus cortes oversize y hombreras triunfaba, el estilo ajustado se adueña de la moda de oficina. Las mujeres empezaron a adoptar trajes de pantalón con cortes más ajustados y femeninos, combinados con blusas de seda y las faldas lápiz o rasgadas eran las prendas más comunes en el entorno laboral durante estos años. Permitían resaltar la figura femenina, empoderando a la mujer y conservando la comodidad a la hora de vestir. 

La logomanía

Los accesorios jugaron un papel crucial en la moda de los años 2000, especialmente todos aquellos que seguían la tendencia de la logomanía. Los bolsos de mano grandes, especialmente los de marcas de lujo como Louis Vuitton y Gucci eran los más codiciados, con sus respectivos monogramas que eran el sello distintivo de cada casa. 

También lo veíamos plasmado en otros complementos, como bufandas y pañuelos, o cinturones. Este fenómeno reflejaba una cultura de consumo donde la identidad y el estatus social estaban fuertemente vinculados a las marcas de lujo. Aunque hay mucha crítica por su ostentación, la logomanía dejó una marca duradera en la moda, con influencias que todavía se sienten en la industria hoy en día.

Influencia de la Tecnología 

La tecnología y la globalización supusieron un antes y un después en la concepción de la industria de la moda, tal y como la conocemos a día de hoy. El auge de Internet y las redes sociales permitió una mayor difusión de las tendencias de moda, haciendo que los estilos de diferentes partes del mundo fueran accesibles para todos. Supuso una democratización del sector como nunca antes había ocurrido. 

Las tiendas online empezaron a ganar popularidad, cambiando la forma en que las mujeres compraban ropa y accesorios, e incluso la forma en la que se confeccionaba a nivel de pasarela también sufrió cambios drásticos. Diseñadores visionarios como Alexander McQueen integraron robots en sus desfiles y se popularizó la impresión digital, permitiendo diseños más complejos y personalizados asistidos por ordenador.