De los muchos mitos que surgen en torno a los trucos para bajar de peso, uno que persiste a pesar del paso de los años es el del agua con limón. Se suele decir que beber agua con limón en ayunas, ayuda a que quememos grasa y nos desintoxica. Pero ¿es cierto?
Este tipo de mitos, lejos de ayudarnos a controlar el peso, desinforman y nos mantienen alejados de lo que realmente puede beneficiar a nuestro cuerpo: buenos hábitos que propicien un peso saludable.
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Es por eso por lo que la nutricionista Marcela Lobo, en su tarea como divulgadora en redes sociales, ha decidido pronunciarse a cerca de este extendido mito para revelar la verdad: beber agua con limón no hace milagros, la única forma de bajar de peso es cambiar de hábitos.
La receta del milagro
Cuando queremos bajar de peso, es habitual buscar atajos que nos lleven a conseguir nuestro objetivo en tiempo récord. El proceso de adelgazar es lento, y no siempre nos resulta sencillo mantenernos firmes mientras pasa el tiempo. Sin embargo, todos los nutricionistas coinciden en una realidad inamovible: no existen atajos para bajar de peso.
La única forma de conseguirlo es por medio de buenos hábitos y déficit calórico. Así que, como dice la nutricionista Marcela Lobo, “spoiler: no”, beber agua con limón no hará que pierdas peso.
¿Es malo beber agua con limón?
Aunque hay quienes lo desaconsejan porque los cítricos pueden hacer daño al esmalte de los dientes, Lobo asegura que no hay nada esencialmente negativo en beber agua con limón en ayunas. “Va a hidratarte y va a aportarte algo de vitamina C”, asegura la experta en sus redes sociales, “pero definitivamente no va a desintoxicarte y tampoco va a hacerte quemar grasa”.
El agua con limón, por tanto, queda relegado a categoría de bebida refrescante. Una buena limonada sin azúcar, ahora que los meses de calor se aproximan, no le hace daño a nadie. Pero tampoco podemos esperar milagros, reitera Lobo. Su consejo para bajar de peso es mucho más práctico y, al mismo tiempo, complejo: “Come saludable, duerme bien, haz ejercicio y deja de buscar atajos”.
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Una alimentación adecuada
El primer punto de la fórmula infalible para perder peso de Marcela Lobo es, sencillamente, comer de forma saludable. Y esto no significa comer menos, sino comer mejor. El cuerpo necesita una larga serie de nutrientes para funcionar, y cuando recibe todo lo que necesita, regula mejor el hambre, el metabolismo y las hormonas involucradas en el control del peso.
Para comer bien, debemos evitar las dietas extremas, que suelen generar efecto rebote y ralentizan el metabolismo. En su lugar, lo ideal es priorizar alimentos naturales, como frutas, verduras, proteínas magras, grasas saludables y cereales integrales. Es importante, además, no saltarse comidas. Dejar de comer solo alterará el apetito, y acabará en atracones que no son beneficiosos para el cuerpo.
Por último, debemos controlar las porciones sin obsesionarnos. El cuerpo no necesita estar en un déficit extremo, sino en un equilibrio que facilite que bajemos de peso.
Comer de forma equilibrada nos ayudará a mantener los niveles de glucosa en sangre estables, evitando los picos de insulina, que favorecen el almacenamiento de grasa, y ayudándonos a sentir saciedad durante más tiempo.
La importancia del descanso
El descaso es uno de los pilares más olvidados cuando hablamos de bajar de peso, pero Marcela Lobo lo rescata como esencial. Y es que dormir tiene un impacto indirecto en el peso corporal. Cuando descasamos poco o mal, experimentamos desajustes en las hormonas que regulan el apetito.
Particularmente, la falta de sueño aumenta la producción de grelina, la hormona del hambre, y reduce la leptina, la de la saciedad. Además, eleva los niveles de cortisol, que favorecen el almacenamiento de grasa. Porque sí, el estrés también impide que bajemos de peso.
- Un buen descanso, según los expertos, se construye con:
- Entre 7 y 9 horas de sueño, e idealmente en horarios regulares.
- Evitar las pantallas antes de ir a dormir, dado que a luz azul afecta a la producción de maletonina, una hormona esencial para el descanso.
- Crear una rutina nocturna relajante. Leer, meditar o tomar una infusión sin cafeína antes de dormir nos puede ayudar a descansar mejor.
- No cenar demasiado tarde ni muy pesado, para mejorar la calidad del sueño.
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El mejor entrenamiento
Por último, nos explica Lobo, necesitamos hacer ejercicio. Este no solo nos ayuda a quemar calorías, sino que también mejora la sensibilidad a la insulina, aumentando la masa muscular y mejorando el estado de ánimo, lo cual puede reducir la ansiedad por comer. Son todo ventajas.
Además, el cuerpo necesita moverse para quemar energía de forma eficiente. De hecho, todos los estudios indican que el ejercicio regular ayuda a mantener la pérdida de peso a largo plazo, algo que no se consigue solo con dieta.
Para hacer ejercicio de forma regular no hace falta matarse en el gimnasio. Caminar a buen ritmo, bailar, subir escaleras o practicar yoga ya cuenta. Sin embargo, todos los expertos nos recuerdan que combinar cardio con fuerza es esencial, dado que el primero nos ayuda a quemar grasa y el segundo a tonificar y evitar la flacidez.
Lo ideal es que busques algo que te guste, porque la constancia es siempre lo más importante. El objetivo es evitar el sedentarismo, moverse a lo largo del día y disfrutar del ejercicio físico. Eso es lo que marca la diferencia.