Claves de la infusión perfecta
Aunque la infusión de cada planta o cada hierba medicinal suele requerir una preparación concreta, por regla general se realiza teniendo en cuenta las siguientes claves.
- Dosis. Una infusión se prepara con las partes delicadas de las plantas, secas o frescas. La dosis adecuada suele estar entre 1 y 3 cucharaditas de café de la planta seca (5-15 g) por cada taza de agua (250 ml).
- Preparación. Justo cuando el agua empiece a hervir, viértela dentro de la taza que contiene la hierba. Tápala, déjala reposar unos 5 minutos (depende de la planta) y fíltrala.
- Al momento. Se suele tomar caliente, pero también puedes beberla tibia o fría. Pero, sobre todo, no la conserves durante más de 12 horas y no la vuelvas a hervir.
No abusar de las infusiones
La mayoría de plantas medicinales puede tener algún tipo de contraindicación y no conviene tomarlas durante largos periodos de tiempo, sino limitar su administración a pocas semanas o alternarlas con plantas de acción distinta.
Precauciones
Sobre todo las personas con hipertensión o que padezcan cardiopatías no deben tomar este tipo de plantas sin control médico. También, por norma general, deben evitarse durante el embarazo y la lactancia.