Primera vez en público

La imagen más esperada: así ha sido la reaparición de doña Sofía tras su preocupante paso por el hospital

Después de su alarmante ingreso en la Clínica Ruber, doña Sofía ha vuelto a la vida pública fuera de España y con un motivo de peso

Reina Sofía
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Adrian Monterrubio
Adrián Monterrubio

Periodista especializado en corazón y televisión

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En la mañana del 24 de abril ha tenido lugar la reaparición 'royal' más esperada de las últimas semanas. Justo cuando se cumplen ya más de dos semanas desde que se hiciese público que doña Sofía había sido ingresada en la Clínica Ruber por una "infección en el tracto urinario", la madre de Felipe VI ha vuelto a dejarse ver en público.

Un regreso a escena inminente que había despertado una gran expectación, y que ha terminado por confirmar el mejor de los pronósticos: la Reina está recuperada. En realidad, ya se anticipó desde el primer momento en el que se conoció su entrada en el hospital que el diagnóstico era bastante alentador. Si todo iba bien y la esposa de Juan Carlos I seguía mejorando a tan buen ritmo, saldría pronto del centro. Así fue y, ahora, ha podido retomar sus compromisos.

Así ha sido el regreso de la reina Sofía a la vida pública tras el ingreso

El retorno de Sofía se ha dado, además, fuera de España. Abrigada con una chaqueta de tweed decorada con un broche floral, y sosteniendo un ramo de rosas, la suegra de Letizia se ha dejado ver en Cracovia, Polonia, con motivo de la Conferencia Mundial sobre el Alzheimer. Un importante evento que reúne a expertos de todas las partes del mundo para compartir información sobre las innovaciones e investigaciones que se llevan a cabo sobre la enfermedad. Enfermedad que Sofía conoce de cerca, además.

Cabe tener en cuenta que su hermana Irene, una de las personas más cercanas a la Reina, padece el 'mal del olvido'. Ya hace mucho tiempo que la cuñada del emérito lidia con esta dolencia, y nadie mejor que Sofía sabe todo lo que supone padecerla para alguien y para su entorno. Al fin y al cabo, la hija menor de Pablo I de Grecia convive con ella desde en las 'austeras' dependencias que ahora ocupa Sofía en la primera planta de Zarzuela, muy cerca del apartamento privado que mandó construir para Irene en la década de los 70, cuando tomó la decisión de dejar de compartir dormitorio con su marido.

Doña Sofía
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Sonriente, sana y con su hermana en mente, la madre del Rey ha acudido a este primer acto en el norte de Europa tras recibir el alta hospitalaria. En un día gris y nublado, su presencia en la conferencia ha sido luz para muchos de los presentes, que han podido charlar con ella de forma distendida. Con ese sosiego que siempre la ha caracterizado. Con la inmarcesible serenidad que siempre ha caracterizado su figura de matriarca, a pesar de los achaques de salud a los que hace tan solo unos días tuvo que hacer frente.

Doña Sofía, arropada por la familia real en su momento más delicado

Aunque la previsión de mejoría era buena, las personas más próximas a doña Sofía no dudaron en visitarla durante los días que permaneció dentro del hospital. El primero en hacerlo fue el rey Felipe, que acudió al lugar en dos ocasiones. La primera, en solitario. La segunda, y justo después de hacer una visita exprés a las Islas Canarias para la entrega de los premios anuales de Innovación y Diseño, junto a Letizia. La Reina llegaba a la clínica con la determinación de mostrar su apoyo expreso a su suegra en un momento tan frágil. Un gesto clave que, de nuevo, reafirmaba que las tensiones entre ellas son ya cosa del pasado.

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Para alegría de la Su Majestad, esta no fue la única grata sorpresa que recibió durante sus días de convalecencia. Además de otras importantes apariciones en el centro hospitalario como la de su hija mayor, la infanta Elena, o su hermana Irene, que no dudó en mostrarle su apoyo a pesar de su delicado estado, también se sirvió este como el escenario ideal para que se diera un instante muy emotivo. Y es que a pesar de que la princesa Leonor no se desplazó hasta Madrid desde Zaragoza, donde se encuentra cursando su primer año de formación castrense, la heredera hizo gala de su interés por el bienestar de su abuela. Vía telefónica, en una llamada que, curiosamente, se dio justo cuando el Rey estaba allí. La prueba de un cariño perenne a pesar de la distancia.