Diez años se cumplen desde el día que lo cambió todo. Al menos, así fue dentro de la Corona. El 2 de junio de 2024, y a los 76 años de edad, Juan Carlos I hacía pública su decisión de abdicar. El primer paso de un acto de renuncia casi obligado en favor del ascenso de Felipe, su hijo, al trono de la nación. No fue hasta más de dos semanas después, el día 18, cuando el gesto se formalizó a ojos de la Ley, El caso es que, como era de esperar, el hecho de que el soberano dejase el primer escalafón de la institución no podía pasar inadvertido.

Que el hijo del infante Juan y María de las Mercedes de Borbón se 'despidiese' de la Corona tras casi cuatro décadas como jefe de Estado era una noticia bomba. Con todos sus antecedentes, sus implicaciones y consecuencias. La enfermedad y las polémicas habían empañado el recuerdo de cualquier tiempo pasado fue mejor. Además, en ningún caso era este un paso que daba solo, pues consigo arrastraba a su esposa. Sofía de Grecia, la matriarca serena. La que transigió hasta el último momento. Tanto que no se consideró su opinión para dar este gran paso.

La reina Sofía, apartada de la abdicación del Rey

La reina Sofía, siempre bien mirada por la ciudadanía. El paso de los años no consiguió ensuciar la imagen que tanto tiempo regaló al pueblo. La de una mujer elegante y consciente. Siempre afable, aunque entre los férreos muros de palacio tuviera que hacer frente a los problemas maritales. Su matrimonio con don Juan Carlos no partía de una base sólida y la falta de romanticismo acabó tomando el protagonismo. No obstante, su situación actual es bien distinta. Él vive apartado de los Borbones en Abu Dabi, pero ella sigue en Zarzuela e incluso participa de actos oficiales. La emérita presente, aunque no fue así cuando se decidió que su reinado —como consorte— había llegado a su fin.

Un revelador dato de la 'traición definitiva' que no había visto la luz hasta ahora. Fue el pasado 29 de mayo, durante un homenaje al décimo aniversario de la abdicación, cuando Rafael Spottorno desvelaba esta información desconocida. Así lo hizo saber el digital 'Vanitatis', dejando claro que la madre de Felipe VI fue ninguneada y brutalmente apartada en un momento crítico para la institución que representaba por ser la mujer del Rey. Un momento que, además, su futuro también estaba en juego. Al parecer, nada de eso importó en los despachos.

Reina Sofía y Juan Carlos
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El mencionado acto tuvo lugar en el Ateneo de Madrid y estaba organizado por la Agrupación Sabatini, formada por periodistas y fervientes seguidores de la actualidad de la monarquía española. De acuerdo con la información publicada, fue durante la jornada cuando Spottorno, que fue jefe de a Casa del Rey durante el reinado del Borbón, destacó cómo se gestó el devenir de los acontecimientos. Él, junto a Javier Ayuso, el director de Comunicación, y Elena Valenciano, que había sido mano derecha de Alfredo Pérez Rubalcaba,  fue uno de los más involucrados en este giro de guion para el país. 

Un cambio de rumbo que el exmonarca venía rumiando desde tiempo atrás, aunque su "gran olfato político", como lo acuñan, no vio momento propicio hasta el junio de 2014. Olfato que en ningún caso le permitió tener en cuenta la opinión de su mujer al respecto. Por aquel entonces, su relación ya estaba en uno de sus peores momentos, pero sigue resultando sorprendente conocer de primera mano que "la reina Sofía perdió la condición de reina sin haber sido preguntada por nadie". No, nadie la tuvo en cuenta. "No se le consultó la decisión, en todo caso se le comunicó", añadió el exjefe de la Casa del Rey, para después enfatizar que "no se le consultó la decisión, en todo caso se le comunicó".

Felipe y Letizia, directamente involucrados

A pesar de que pueda parecer algo reseñable, el propio Rafael admitió que cabe la posibilidad de que no fuese algo tan sumamente pasmoso para Sofía. Al fin y al cabo, "tampoco participó cuando se la nombró reina de España". En cualquier caso, la honra apuntar que "su comportamiento posterior ha sido inmejorable" y no tomó venganza alguna por lo sucedido. Más ahora que también se ha recalcado que tanto su hijo como su nuera sí fueron partícipes del proceso.

Felipe VI y Letizia
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Porque más allá de que "todos lo asumieron y acataron sin ningún asomo de crítica", como apuntaron Ayuso y Spottorno, Felipe y Letizia sí tuvieron algo más de voz y voto. No en la decisión personal del emérito propiamente dicha, pero sí se involucraron en el comité de trabajo que se encargó de gestionar su salida del trono. Tan sencillo como que, a su vez, se estaba planeando su entrada al mismo. "Estuvieron a partir de entonces en todo el proceso junto con otras pocas personas". Todo listo para que el cierre de una etapa estuviese tan bien atado como el inicio de la que ahora nos ocupa.