El amor de Tamara Falcó e Íñigo Onieva fue tema de actualidad desde el momento en el que se hizo público que la marquesa de Griñón iba a pasar por el altar. Más rocambolesca se volvió la historia cuando la infidelidad de su prometido salió a la luz y el 'enlace del año' pareció quedar en agua de borrajas. Pero no, porque tras mostrarse comprometida con no hacerlo, Tamara terminó por perdonarlo y seguir adelante con los planes que tenían previstos. Así, el 8 de julio de 2023 entonaron el 'sí, quiero'. Pero, ¿y después?
Evidentemente, tan pronto terminó el instante eterno en el que El Rincón acogió el día más feliz de sus vidas comenzó otro momento para el recuerdo: su luna de miel. Más de treinta días de viaje de ensueño, por primera vez como casados y visitando Sudáfrica o la polinesia francesa. El amor triunfó y en el horizonte estaba el siguiente -y deseado- paso en la vida de la hija más mediática de Isabel Preysler, que es ser madre. Algo a lo que ha referido en incontables ocasiones, sin titubeos siempre que la prensa le pregunta al respecto. Algo que todavía no ha sucedido.
Y sí, es cierto que Tamara siempre ha querido dejar claro que, aunque ella y su marido están poniendo todo de su parte para lograr ser padres más pronto que tarde -e incluso se les ha visto entrar y salir de clínicas de fertilidad-, todo estaría igual de bien si no lo logran. Sea como fuere, la presión está ahí. En cada 'photocall' que pisa, las preguntas no falta. "¿Cómo lo llevas?", "¿te planteas adoptar?", "¿qué método estás probando ahora?". Ni siquiera se omite cuando es su madre o cualquier otro de sus allegados el que aparece en un evento y no ella misma La repetición constante de lo que por ahora es inalcanzable que, como todo en esta vida, puede tener gravísimas consecuencias para ella.
Todas las implicaciones, según una psicóloga
Para conocer más de cerca todas las implicaciones de una situación tan particular, a la vez que común entre las mujeres, desde CLARA nos hemos puesto en contacto con Lara Ferreiro. Lara es psicóloga, terapeuta de parejas y autora del libro superventas 'Adicta a un gilipollas', y nos admite que "tengo muchísimas 'Tamaras Falcó' en terapia". ¿Por qué? Porque tal y como la especialista señala, no conseguir quedarse embarazada "puede ser absolutamente traumático". Comenzando porque ver que no logras algo natural y biológico como es poder dar vida "puede generar ansiedad, frustración, tristeza y un profundo sentimiento de falta de control".
Cabe destacar que el caso de la ganadora de la cuarta temporada de 'MasterChef Celebrity' comprende determinadas casuísticas, como que "hay muchísima presión social porque va a cumplir 43 años, por la edad que tiene". No faltan, según apunta Lara en declaraciones exclusivas para esta revista, esas "expectativas de que si no te quedas embarazada eres una infértil (...) como si las mujeres fuéramos máquinas reproductoras, como que eres inservible". Sea desde la sociedad o desde una expectativa autoejercida, todo esto solo hace que "intensificar la angustia".
"Como que tu identidad como persona es si te puedes quedar embarazada", expone Ferreiro. Un escenario que sobre Tamara pesa todavía más dada su notoriedad y el interés de los medios de comunicación, pues aunque "todo esto afecta" y podría estar teniendo un gran conflicto interno, "no lo va a contar a la prensa". ¿El motivo? "No tener hijos en el caso de que no lo puedan conseguir es un duelo muy profundo", además de que "estás como desorientada" al convivir con la idea de que desaparece "tu identidad de mamá, de formar una familia, que era uno de tus grandes sueños". Mejor cerrar la puerta para evitar la entrada de lo ajeno a este difícil trance, sin obviar que "estas emociones ocultas son muy dolorosas".
Una posible crisis de pareja y la fe por delante
"Ir a terapia en estos procesos es bastante habitual para que no desarrolle un trauma", nos explica nuestra terapeuta. Un paso personal al que ni Tamara ni Íñigo -ni sus círculos de contacto directo, claro está- han aludido nunca de forma pública. En cualquier caso, y más allá de la importancia que cuidarse a una misma ante efectos como "depresión, ansiedad, obsesión, angustia, fobia, etcétera", la psicóloga incide en que también es muy habitual que se genere "una grandísima crisis de pareja precisamente por este tema" y porque "te frustras porque a lo mejor la otra persona no está pendiente de ti todo lo que te gustaría".
"Yo he visto ocasiones en terapia de pareja uno que echa en cara al otro que es por su culpa", recuerda Lara. Afortunadamente, de puertas para afuera no parece que Tamara e Íñigo estén viviendo un momento complicado en su relación de pareja. Por contra, pareciera como si están afrontando esta infatigable lucha por tener descendencia con la máxima tranquilidad e ilusión posibles. "Ella tiene mucha esperanza en que lo va a conseguir", extrae Ferreiro.
Una esperanza que, desde su prisma, tiene mucho que ver con que "se agarra muchísimo a la fe, dice que es lo que tenga preparado Dios y eso le da muchísima paz". Con el matiz de que estas férreas "creencias religiosas" que tanto la ayudan también implican que haya "determinados tratamientos a los que no se va a someter". Es ese el único freno, así como todavía no termina de quedar convencida con -ni contempla- la idea de adoptar. Mientras tanto, y con el riesgo demostrado que seguir al pie del cañón pueda implicar en su salud mental, ella persiste inamovible en el anhelo de tener a su retoño en brazos lo antes posible.