Soplan vientos de cambio en las monarquías europeas. Y no solo en las Casas Reales más conocidas por todos, como puedan ser la británica, la danesa, la holandesa o la española. A efectos prácticos, son doce las naciones del continente en las que el sistema monárquico sigue vigente, por mucho que algunos casos pasen desapercibidos. Véase la organización de países pequeños, como la Ciudad del Vaticano, los principados de Andorra y Liechtenstein o el Estado soberano de Luxemburgo.
Sí, por mucho que todavía queden observadores de las Coronas que no tengan la monarquía del Gran Ducado de Luxemburgo en el radar, esta existe. Con la particularidad de que no se trata de una familia real propiamente dicha aunque en haya sí haya príncipes y princesas, pues la propia nomenclatura oficial nos remite a una familia gran ducal. Ahora bien, ¿quiénes son sus principales miembros?
Desde CLARA aportamos un repaso al árbol genealógico del clan, desde los mandatarios actuales de la nación hasta sus generaciones posteriores, porque ya son dos las que los suceden. Todo lo necesario para no perder detalle después de que se haya oficializado que Guillermo, el primogénito del gran duque Enrique y su mujer María Teresa, comenzará desde el 8 de octubre de 2024 a obtener algunos de los poderes como jefe de Estado. Así será tras una ceremonia en el Palacio Gran Ducal y el Congreso de los Diputados para convertirse, por ahora, en lugarteniente.
Enrique y su consorte María Teresa, los grandes duques de Luxemburgo
Vayamos por partes, porque cuando se trata de una estirpe real tan numerosa como lo que aquí nos concierne es preciso hilar fino en la exposición de los detalles. Es por eso que no hay nada mejor que comenzar por el principio. En este caso, por aquellos que ocupan el primer escalafón de la monarquía constitucional de Luxemburgo. El gran duque Enrique, de las dinastías Nassau-Weilburg y Borbón-Parma -rama italiana de los Borbones españoles-, y su mujer, la cubana María Teresa Mestre.
Los que ahora son los grandes duques del país europeo contrajeron matrimonio por lo civil el 4 de febrero de 1981, con una ceremonia religiosa que tuvo lugar diez días después en la catedral de Santa María de Luxemburgo. Un día para el recuerdo que fue pistoletazo de salida para su vida en común. Inseparables desde que se conocieron en Ginebra, donde dio la casualidad que ambos cursaban el grado universitario de Ciencias Políticas.
Y así hasta el día de hoy. Enrique, de 69 años, y María Teresa, de 68, miran orgullosos al pasado con la felicidad de haber hecho una labor destacada. No solo en lo oficial, pues en la actualidad siguen encargándose de la mayoría de las gestiones institucionales -y no fallan a citas tan reseñables como los Juegos Olímpicos de París de 2024-, sino también por la gran familia que han formado. Cinco hijos y ocho nietos, que se dice pronto.
Cinco hijos, con Guillermo al frente, y ocho nietos que son príncipes y princesas
Como sucede en cualquier linaje 'royal', llegar el primero tiene sus ventajas. También sus responsabilidades. De ahí que Guillermo, el mayor de cinco hermanos y gran duque heredero de Luxemburgo, esté en boca de todos desde que ha adoptado su nuevo papel como 'regente' hasta que el traspaso definitivo llegue.
Una labor que conciliará, por su puesto, con su vida familiar. Desde el 2012 está casado con Estefanía de Lannoy y juntos han tenido dos hijos: el príncipe Charles, nacido en el 2020 -y llamado a ser gran duque en el futuro-, y el príncipe François, nacido en 2023.
En el árbol genealógico sigue a Guillermo el segundo de los hermanos, que es Félix. Sin el peso de ocupar el papel de jefe de Estado y con el título de príncipe de Luxemburgo, sí destaca el segundo de los hijos de Enrique y María Teresa por ser el que más nietos les ha dado hasta la fecha.
De su matrimonio con Claire Lademacher nacieron la princesa Amalia en 2014, el príncipe Liam en 2016 y el príncipe Baltasar, el benjamín, al que su esposa dio a luz el pasado enero de 2024. Tres hijos en once años de matrimonio, algunos más mayores que los de Guillermo, pero no que los del siguiente hermano.
Y es que el tercero, que es Louis, príncipe de Luxemburgo y de Nassau, es el que lleva la delantera en lo que a la descendencia se refiere. Al menos en materia de edad. Se casó pronto, con solo 20 años y por amor a Tessy Antony, y ese mismo año renunció a todos sus derechos de sucesión sin perder los títulos. Antes de pasar por el altar, en marzo de 2006, ya había nacido el príncipe Gabriel, su primogénito. Un año después, en 2007, nació el príncipe Noé, el segundo. En 2019, Tessy y Luis protagonizaron un mediático divorcio que acabó en los tribunales.
Quizás es el nombre que más suene a los seguidores de la crónica real, el de la princesa Alexandra, la cuarta. La única mujer nacida del matrimonio de los grandes duques es licenciada en bachillerato literario y Filosofía y tiene un máster en Estudios Interreligiosos con especialización en Resolución de Conflicto. Un primor académico que se casó con Nicolás Bagory el pasado 2023 y el 14 de mayo de 2024 nació la princesa Victoria, su primera hija en común.
Quizás algo menos conocida y más obviada sea la figura de Sebastián, el más pequeño del extenso clan que han formado Enrique y María Teresa. De él se dice que ha sido el que ha recibido la mejor formación académica, pasando por institutos y universidades de prestigio entre Londres, Suiza y los Estados Unidos.
También se defiende bien el terreno miliar -y nunca mejor dicho-, pues gracias a estudiar en la Real Academia de Sandhurst en Reino Unido ha terminado ejerciendo como comandante de pelotón en las Irish Guards del Ejército Británico. Lo que lo diferencia de sus hermanos es que a sus 32 años sigue soltero. No se le conoce ninguna pareja, sigue soltero y no hay noticias sobre alguna ilusión romántica en su vida.