Entre aplausos y acompañada por sus 2 mejores 'escuderas': así ha sido la emotiva reaparición de Kate Middleton en Wimbledon

Han pasado 6 meses desde que fue intervenida de un cáncer y Kate Middleton, poco a poco, parece estar volviendo a su rutina laboral. Eso sí, siempre en actos significativos, que le hacen especial ilusión, y haciendo un esfuerzo extra que la Casa Real británica sin duda agradece. Esta vez, la princesa de Gales ha reaparecido en la final masculina del torneo de Wimbledon, al que lleva años ligada; y lo ha hecho, como no podía ser de otro modo, luciendo una alegría y positividad desbordantes. 

Al igual que Guillermo es un tremendo forofo del fútbol, Kate Middleton lo es del tenis. De ahí que, desde hace años, jamás se pierda la final del campeonato insignia del Reino Unido. Primero acudía en calidad de invitada, para, desde hace un par de años, encargarse de entregar las respectivas copas y bandejas de plata a los ganadores, tanto de la final femenina, como de la masculina.

Kate Middleton, espectacular en la final de Wimbledon 2024

Su pequeña vuelta a la vida pública, perfectamente limitada y medida, nos ha permitido volver a disfrutar de la Kate de siempre, alegre y optimista; que ha disfrutado del buen juego del español Carlos Alcaraz. La entrada de Middleton al estadio ha sido aplaudida por todos los asistentes, en un espontáneo gesto que le ha hecho saber lo importante que es para los ingleses. 

Esta pequeña vuelta a los actos públicos ha sido posible gracias a que ha tenido a su lado a dos mujeres imprescindibles en su vida: su hermana Pippa y su hija Charlotte. Las dos han sido su apoyo en un momento tan importante. Ellas la han blindado y, además, han disfrutado de la merecida ovación que le han dedicado a la princesa. El rostro de su hermana reflejaba un tremendo orgullo.

Y mientras los ojos de Pippa brillaban por la emoción, a Kate no se le desvanecía la sonrisa en ningún momento. Para la ocasión, la princesa ha escogido un vestido lila, con mangas abullonadas y un discreto frunce en la zona del pecho. Un modelo 'ladylike' que define a la perfección su estilo y gusto. 

Pero, sin duda, lo más llamativo de su reaparición ha sido la actitud de la que Kate Middleton ha hecho gala en todo momento. Un comportamiento que recuerda, de manera irremediable, al que ya tuvo hace solo un mes en su esperadísima reaparición en el Trooping the Colour, donde la pudimos ver repleta de ilusión. Sus mirada brillaba y su boca no dejaba de sonreír; feliz por poder estar participando en este acto que, cuando le dieron el diagnóstico de su enfermedad, parecía imposible. 

6 meses de lucha contra el cáncer

Kate Middleton fue intervenida el pasado mes de enero de un cáncer en la región abdominal. Una enfermedad de la que no se han proporcionado más datos. Tras unas cuantas semanas de incertidumbre y, para evitar que se especulara más sobre su estado de salud, la princesa decidió ofrecer un comunicado a los medios. 

Tras haber tenido diferentes conversaciones con toda su familia, primero con su marido Guillermo, después con sus hijos y sus padres, para, por último, hablar claro con su suegro, Carlos III, también paciente de cáncer; quiso hacer público su estado. Pensó que era lo mejor. Tanto para ella, como para los suyos. De esta manera, cortaba de raíz los rumores y ofrecía la información que deseaba compartir, y se reservaba aquella que pertenecía a su más estricta intimidad. 

“La cirugía fue un éxito, sin embargo, las pruebas postoperatorias han determinado que existen células cancerosas. Mi equipo médico por tanto ha considerado que debo someterme a un tratamiento de quimioterapia preventiva. Ahora estoy en la primera fase del tratamiento”, dijo con voz pausada y calmada desde los jardines de casa; tratando de transmitir un mensaje que, en todo momento, sonó esperanzador y positivo.

Su comunicado oficial también obedeció a otro fin muy concreto: pedir respeto y privacidad en estos momentos tan complicados. Kate Middleton apelaba a la comprensión y humanidad de todos, para que ella pudiera recibir sus sesiones sin tener que estar preocupada por si la fotografiaban o desvelaban detalles íntimos sobre ella. Un compromiso que ha adquirido toda la prensa, así como los ciudadanos de a pie. No olvidemos que fue un paparazzi amateur quien filtró su foto haciendo la compra y que disparó toda clase de rumores acerca de su bienestar. Desde que hizo público su comunicado, absolutamente todos han respetado a la princesa, entendiendo sus necesidades.

“Como les he transmitido a mis hijos, estoy bien y encontrándome más fuerte cada día, centrándome en aquellas cosas que pueden ayudar a mi mente, mi cuerpo y mi espíritu”, continuaba diciendo y comunicaba a todos su decisión de apartarse, al menos por un tiempo, de la vida pública y de sus compromisos para con la Corona. 

La crisis de la Corona británica

Esta fatal coincidencia de dos de los miembros más queridos y respetados de la Familia Real británica enfermos, ha supuesto un seísmo en la monarquía del Reino Unido. Esta fragilidad ha hecho tambalear una de las instituciones más antiguas e, incluso, se ha llegado a temer por la misma, dudando de su continuidad. Esto ha supuesto que Camila, Guillermo, la princesa Ana o los duques de Edimburgo hayan tenido que redoblar sus esfuerzos y su presencia en determinados actos, con el fin de asegurar una fingida calma que, al menos de cara a la galería, transmita confianza. 

Con este nuevo paso al frente, Kate Middleton nos confirma que el tratamiento avanza por buenos derroteros y que, quizás antes de lo que esperamos, la podamos volver a tener de vuelta.