Su nombre siempre está de actualidad porque su rostro aparece casi cada día de la semana en antena. Pablo Motos es una de esas personalidades incombustibles de la televisión que, sea porque levanta pasiones o críticas, nunca parece pasar de moda. Al menos, así lo constata el éxito de 'El Hormiguero', el espacio de Antena 3 que conduce desde hace 15 años, que ahora parece resentirse por el último de los movimientos estratégicos de Radiotelevisión Española.
La batalla estaba servida desde que se hizo público que La 1 comenzaría a emitir 'La Revuelta'. Así se ha acuñado a la reinvención de lo que durante seis años ha sido 'La Resistencia' de Movistar+ con David Broncano. Todos pendientes de las cifras que marcarían los audímetros para saber quién se imponía en la franja del 'access prime time'. Algo que, por ahora, ha quedado repartido entre los dos formatos. Éxito repartido, que en el caso del de Atresmedia se suma al que vive en el terreno sentimental.
No porque Pablo tenga una nueva pareja. Los más seguidores de su vida privada, aunque no acostumbre a llevarla con a la primera línea, ya saben que lleva treinta años felizmente emparejado. Su esposa desde hace tres décadas es Laura Llopis, una mujer reservada que nunca se ha servido de su matrimonio con uno de los comunicadores más famosos del país para ganar notoriedad, a pesar de que también se dedica a los medios. Fue precisamente en el trabajo donde se conocieron. La semilla de un amor que culminó en boda, a pesar de que el suyo fue un enlace secreto.
La boda secreta de Pablo Motos con Laura Llopis
Poco o nada se conocía acerca de la ceremonia que selló su amor a efectos oficiales hasta que el valenciano aportó detalles al respecto en una emisión de su programa. Hasta ese entonces, Motos -y Llopis, claro está- se había resistido a arrojar luz sobre su casamiento, sin referencias explícitas al devenir de los acontecimientos. Fue el pasado marzo de 2023, durante la habitual tertulia que comparte los jueves con Tamara Falcó, Cristina Pardo, Nuria Roca y Juan del Val, cuando por fin se abrió sobre tan señalado día.
De acuerdo con lo que explicó, el suyo fue un enlace íntimo y por lo civil. "Nos casamos en secreto", confesaba el de Requena, remitiendo a que "no nos apetecía montar un sarao" como motivo principal para hacerlo de este modo. Dicho y hecho, el compañero de plató de las hormigas Trancas y Barrancas y su chica hicieron todo lo posible para no hacer ruido con el evento. Hasta el punto de referir a una divertida anécdota que evidenciaba su pretensión de discreción, pues "en el juzgado me metieron por detrás" para no generar revuelo alguno.
"Fuimos por unas habitaciones muy raras y me llevaron a la parte de arriba", prosiguió exponiendo en la emisión de 'El Hormiguero' sobre la estrategia orquestada. Todo preparado al milímetro para que pudieran firmar su amor sobre el papel en la más estricta intimidad y luego celebrar, pero tampoco con un banquete ostentoso ni una fiesta grandilocuente. "Nos comimos una paella, bebimos y nos fuimos a casa", contó también a sus contertulios sobre el después de lo protocolario. Simple y llanamente, como si de una comida entre amigos al uso se tratase. No necesitaban más.
Un amor inmarchitable que perdura tras las cámaras
Y no por celebrar menos ha durado menos su amor. Ese amor que comenzó en la juventud, cuando ambos trabajaban en la radio de Valencia. Entre los micrófonos de Onda Cero, donde Pablo ejercía de presentador y Laura se encargaba de las labores de producción. Al principio, ella prefería no quedar con él fuera del trabajo, aunque terminó por concederle una cita y se enamoraron perdidamente. Así nacería el romance que los ha hecho caminar de la mano hasta el día de hoy. En el ámbito personal, pero también en el profesional, puesto que en la actualidad todavía trabajan juntos.
Porque desde que se conocieron, Llopis ha formado parte de todos los proyectos en los que Motos ha participado, y está claro que 'El Hormiguero' no iba a ser menos. El programa más importante de la trayectoria de su marido, en el que participa activamente, aunque lo hace desde detrás de las cámaras como guionista de las entrevistas y algunas secciones de entretenimiento. Una labor en la que están acompañados por el resto de su 'núcleo familiar'. Y es que aunque el presentador y su mujer no han tenido hijos en común, Laura tiene dos hijas de una relación anterior. Cristina y Laura Correa, a las que su 'padrastro' definió en una entrevista con Bertín Osborne como "dos chicas con talento y sobre todo muy buenas personas". Lo sabe bien, pues también trabajan en su programa. "Una es guionista y la otra está en atrezzo". Todo queda en familia.