12 trucos que funcionan para ahorrar en la lista de la compra semanal

Cuándo comprar para ahorrar

Pensemos. Hay momentos del día, de la semana y del mes que no son los más propicios para ir a hacer la compra. Y por razones de peso. 

El mejor momento del día: Si tu agenda te lo permite compra SIEMPRE por la mañana. Las estanterías del supermercado están llenas y, al no faltar lo que queremos, improvisamos menos. Además lo normal es que hayamos acabado de desayunar y no estemos presas de la gula y el hambre. Ni que decir tiene el mal para nuestra economía (y la báscula) que supone ir al supermercado con hambre. Ir a comprar después del trabajo y cuando ya nos hemos librado de toda obligación nos puede abocar al fracaso ya que al estar más relajadas no somos tan prácticas. Si solo puedes ir al final de la jornada no te lamentes que también tiene su ventaja: muchos productos perecederos están en oferta porque al día siguiente ya no se podrán vender.

El mejor momento de la semana: Ponte un día y cúmplelo de forma que no tengas que dar varios paseos por el supermercado a la semana. Mentalízate, comprarás un día y con eso tienes que organizarte toda la semana. Al final crearás hábito y se reducirán mucho las compras tontas de los 'por si acaso' y los 'hoy me lo merezco'.

El mejor momento del mes: Ir a comprar el día que te han ingresado la nómina y nos creemos millonarias no está bien, hacedme caso. Lo ideal es comprar siempre como si estuviéramos en la última semana del mes y no tan desahogadas. 

Aplica la regla del euro y haz números

Para llevar las cuentas de la compra a rajatabla no hace falta ser un hacha en matemáticas, y además hay varios truquitos para que las cuentas nos salgan todavía mejor. Por ejemplo comprar a euro la fruta y la verdura, algo que en España es súper factible. Así gastaremos en cifras redondas y ajustaremos mucho nuestro presupuesto semanal.

¿Más trucos para controlar el gasto? En el supermercado usa la calculadora del móvil para ir sumando y evitar sobresaltos en la caja, y mucho mejor si al anotar los precios redondeas al alza (si este bote de zumo vale 1,79 euros súmalo como 2 euros, y así sucesivamente). Te irás a casa satisfecha y contenta, ya verás. También es importante llevar la cantidad en efectivo, aunque en estos tiempos que además se aconseja pagar con tarjeta, una buena idea puede ser hacernos con una tarjeta de compra con saldo limitado con la que pagar y así no pasarnos.

Hagamos oficial el día de las sobras

Antes de pensar en una compra nueva anota en esa lista de la compra que ya tenemos configurada lo que tenemos que añadir y lo que tenemos que eliminar. Y hazlo después de dedicar un día a comer todas esas sobras que han ido acumulándose, incluidos los alimentos que estén a punto de caducar o de ponerse en mal estado. Por ejemplo, que el viernes sea el día del tapeo con una rica ensalada de frutas de postre. O, ¿quién dice que no a unas croquetas con la carne del cocido que sobró ayer? ¡Ni yo, ni tú, ni nadie! 

Pon orden y en tu cabeza y la cocina

¿Cuántas de nosotras tenemos dos tarros de orégano, tres de canela y 10 latas de atún? Piensa en algo: ¿Sabes lo que tienes en la despensa? Para ir a hacer la compra con cabeza es clave apuntar lo que queremos comprar en base a lo que tenemos en casa y la mejor forma de no correr el riesgo de comprar algo que ya tenemos es tenerlo todo a la vista y ordenado.

Los congeladores por cajones, la despensas por botes... Seguro que puedes poner en marcha tus propios truquitos para tener el frigorífico y la despensa fetén y que de un vistazo lo tengas todo bajo control. 

Compra productos de temporada

Entre las innumerables ventajas que tiene comprar productos de temporada está la de ahorrar. Al haber mucha producción están a mucho mejor precio y esto supondrá un ahorro bastante importante al final de mes en la cesta de la compra. Un producto cultivado fuera de su tiempo natural puede costarnos un ojo de la cara, y no es plan. Además de, por supuesto, ser más sostenible y mucho más sabrosos porque están en su punto justo. 

Mejor a granel

Compra así harina, frutos secos, verduras o legumbres.... Y, por supuesto, carne y pescado frescos por cantidades en lugar de por bandejas con más cantidad de la que vamos a necesitar. Y déjate llevar por las ofertas, no tengas miedo a ser flexible. Así que aunque tengas el menú listo si la pechuga de pollo está en oferta cámbiala por el cerdo. Con ese euro que te ahorras tienes para una barra de pan. Es el trucazo de nuestras madres y abuelas acostumbradas a sentar a una legión en la mesa y que todos acabemos hasta arriba.

NOTA: No te dejes llevar por los descuentazos al comprar a granel y compres más de lo que vas a consumir en una semana. Aunque los tomates estén genial de precio piensa que rápidamente se ponen en mal estado, a no ser que los aproveches para hacer un rico gazpacho, claro.

¿Te falta un ingrediente?

Quieres hacer una receta y, horror, te falta un ingrediente. Mi consejo cuando ocurra esto es no ir a una gran superficie ni a un supermercado. Todo está muy bien pensado para que nuestra cabeza empiece a crear necesidades y nuestro bolsillo se resentirá. Por muy fan de la planificación que seamos, puede ocurrirnos que echemos en falta algo así que en estas ocasiones opta por las tiendas más pequeñas que tengas cerca de casa.

Planifica tus comidas antes de ir a comprar...

Y nunca al revés. No planifiques lo que vas a comer en el supermercado sino ve al supermercado con la cabeza bien ordenada con el menú de la semana ya previsto. Así evitaremos comprar de más o caer en tentaciones innecesarias. La compra por internet o por encargo para recoger en el supermercado también es una buena forma de comprar de forma más consciente.

Alarga la vida de frutas y verduras

Y me diréis, pero ¿cómo si enseguida se ponen en mal estado? Tranquilidad. Ya tenemos en cuenta que lo ideal es ir a comprar solo una vez por semana lo que nos 'obliga' a consumir lo que tenemos en casa porque es lo que hay hasta la próxima compra. Pero, ¿y si la fruta empieza a estropearse? ¿La tiro? ¡NO! Antes de esto congela la fruta para hacer batidos y recetas y con la verdura haz purés súper completos para cenar o sofritos que puedes congelar para guisos. Esto puede mejorar mucho tu economía.

Dedica unos minutos a buscar descuentos

Prepárate un café o un té e indaga en Internet. Qué ofertas hay, cuáles son los productos de temporada, compara precios en apps... Puede parecer una tarea tediosa pero nada más lejos de la realidad. Al final será coser y cantar y cuando al final de mes puedas comprarte esa blusa de Zara a la que llevas tiempo echando el ojo, lo agradecerás. 

Haz TU lista de la compra

Básico, ¿verdad? Pues NO lo hacemos. En mi casa y en la de todas tenemos un consumo regular de X productos a la semana y al mes y tener una lista de la compra ya hecha y acorde a nuestra realidad nos hará gastar mucho menos. Esto va más allá de tener en cuenta lo que tenemos en la despensa o el congelador. Se trata de hacer una lista fija y realista de cosas que podemos ir puliendo a lo largo del tiempo, por supuesto.

Un buen truco es tenerla impresa y plastificada en el coche o, si haces compra online, casi todos los supermercados permiten configurar tu lista y hacer la misma de forma regular. 

Cero precocinados

Recuerda que los platos precocinados pueden encarecer la cesta de la compra un 30% y no suelen ser saludables. Por ejemplo, si en casa os gustan las pizzas, debes saber que las caseras tienen menos grasas, sal y conservantes. El truco para que no te dé pereza hacerlas es tener a mano en el frigorífico masa ya preparada, de la que venden en los supermercados, o bases congeladas. Solo tienes que añadir los ingredientes que más te gusten, o reaprovechar alguna sobra de las comidas, y hornearlas mientras miras, por ejemplo, tu serie favorita, teletrabajas o te pones una mascarilla.