¿Alguna vez te has quedado prendada ante un ágata? Esta piedra preciosa es muy llamativa, con sus betas y sus intensos colores. Pero, además de ser una preciosidad capaz de realzar la belleza de cualquier joya, este mineral tiene propiedades muy especiales.
Hoy vamos a contarte todo lo que tienes que saber sobre el ágata, sus propiedades, beneficios y posibles usos, para que puedas conseguir todo lo que puede darte este curioso mineral.
Si te interesa este tema, aparte del ágata, existen otras piedras preciosas como Aguamarina, Alejandrita, Amatista, Ámbar, Cuarzo, Diamante, Esmeralda, Fluorita, Granate, Hematita, Jade, Kunzita, Labradorita, Lapislázuli, Malaquita, Ojo de tigre, Perla, Pirita, Rubí, Shungita, Topacio, Turquesa, Turmalina, Unaquita, Zafiro y Zircón, con diferentes propiedades especiales cada una.
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¿Qué es el ágata?
El ágata es un conjunto de variedades microcristalinas del cuarzo. Es por eso que cuando la miramos vemos diferentes tonalidades entremezcladas.
Aunque la más habitual es la que tiene tonalidades grises, hay muchos tipos de ágatas. Las encontramos en tonalidades amarillas, naranjas, blancas, azules, marrones y rosáceas. Además, dado que es una piedra morosa, en ocasiones se la tiñe con colores más vivos, como pueden ser el azul intenso, el verde oscuro o el rosa fucsia.
¿Para qué sirve la piedra ágata?
La piedra ágata se usa mucho en la joyería, dada su belleza natural. Pero también tiene propiedades curativas y sanadoras, por lo que hay quienes la utilizan como piedra para aumentar la autoconfianza y la concentración, dada su energía suave.
Su uso en este sentido se remonta a muchos años atrás. Las antiguas civilizaciones árabes, por ejemplo, empleaban el ágata para prevenir el mal de ojo y alejar las cosas malas. Para los egipcios, el ágata era una piedra de protección, que alejaba la energía negativa de los enemigos.
Propiedades del ágata
Al ágata se le atribuyen muy variadas propiedades, todas ellas relacionadas con su capacidad de aportar armonía y tranquilidad. Repasemos las más importantes.
- Protección. Se cree que el ágata es una piedra de protección, capaz de alejar las malas energías de la persona que la porta.
- Relajación. Esta piedra preciosa, además, puede ayudar a calmar los problemas emocionales, el estrés, la ansiedad e incluso la tristeza.
- Favorece el sueño. Otra de las propiedades que se atribuyen al ágata es la de ayudar a combatir los problemas de sueño.
- Prosperidad. También se cree que el ágata puede potenciar la mente emprendedora, dándonos fuerzas para empezar nuevos proyectos y sirviendo de amuleto para ayudarnos a conseguir nuestros objetivos profesionales.
¿Cómo usar los beneficios del ágata?
El ágata puede usarse para conseguir diferentes beneficios gracias a sus propiedades, que hemos mencionado previamente. Te contamos cómo puedes aprovecharlos.
- Mejorar el sueño. Si tienes problemas de insomnio, prueba a colocar una piedra ágata bajo tu almohada. Sus propiedades relajantes te ayudarán a eliminar la ansiedad y las preocupaciones que puedan asolarte durante la noche, ayudándote a conseguir un sueño más profundo y un mejor descanso.
- Amuleto. Si estás comenzando un nuevo proyecto personal, lleva siempre contigo tu ágata. Te servirá como amuleto para atraer la suerte y que las cosas te vayan bien, llamando a la prosperidad.
- Evitar el mal de ojo. Dadas sus propiedades protectoras, puedes usar el ágata como amuleto para ahuyentar la mala energía de las personas que te desean el mal, así como remedio para evitar el mal de ojo.
- Estrés y ansiedad. Como el ágata tiene propiedades armonizadoras, puedes emplear esta piedra preciosa para relajarte y sentirte mejor si tienes ansiedad o pasas por un periodo de mucho estrés. Para ello, puedes llevarla siempre contigo.
- Accidentes de tráfico. El ágata también se puede utilizar para evitar accidentes en carretera, llevando la piedra siempre en el vehículo.
¿Qué tipos de ágata hay?
Como te decíamos al principio, no hay un solo tipo de ágata. Vamos a revisar qué tipos hay y que los caracteriza.
- Ágata ocular u ojo de cíclope. Es la que más se vende, y se reconoce por sus formaciones concéntricas circulares, que hacen que parezca un ojo.
- Ágata musgosa. Es la que tiene coloración pálida, con diseños tirando al verdoso que se asemejan al musgo.
- Ágata negra u Ónix. También se la conoce como Ónice, y es fácilmente reconocible por ser prácticamente negra, con algunas betas de color grisáceo.
- Ágata cornalina. Se distingue por ser esencialmente de color amarillo, rojo o naranja. Tiene betas circulares, triangulares o una mezcla de ambas.
- Ágata dendrítica. Es una de las variedades más bonitas. Es completamente grisácea o translúcida, con ramificaciones que forman estructuras diferentes que, en ocasiones, se asemejan a un paisaje natural.
- Ágata Brasilera. Típica de Brasil, esta ágata tiene estructuras ovoides o circulares, y suele ser más transparente que el resto.
- Ágata verde. Como su propio nombre indica, tiene colores verdaceos. Puede teñirse para ofrecer una tonalidad más oscura e intensa.
- Ágata azul. A diferencia del caso anterior, en esta ágata predominan los tonos azules. También puede teñirse para intensificar el color.
- Ágata carneola. Esta piedra preciosa tiene tonalidades rojáceas, casi de la misma tonalidad que la sangre, razón por la que recibe su nombre del latín carnis, que significa sangre.
¿Qué significa el ágata?
El nombre del ágata procede del lugar donde se encontró. Proviene del nombre Achates, que es un río italiano donde se piensa que se halló y se extrajo por primera vez en la historia.
Otras teorías apuntan que su nombre se deriva del griego Agates, que significa felicidad.
¿Qué propiedades tiene el ágata azul?
El ágata azul es una de las variedades más conocidas de esta preciosa piedra. Sus propiedades son muy similares a la del resto de tipos, pero se puede usar para algunas cosas en especial.
Por ejemplo, esta piedra va muy bien para arreglar problemas entre padres e hijos, puesto que puede armonizar la relación y mejorar la comunicación entre ambos, haciendo que sea más sencillo superar los problemas.
También se puede utilizar para sanar, colocándola sobre la zona en la que sientas dolor, siendo especialmente eficaz en los chakras del plexo solar y la garganta.