Estos son los ostentosos caprichos de Omar Montes: varios coches de gama alta, un helicóptero y un avión privado

Si a Omar Montes (36 años) le hubieran dicho cuando era niño que acabaría convirtiéndose en uno de los artistas de referencia del género urbano no se lo hubiese creído. Siempre soñó con llegar lejos y dejar atrás la pobreza instalada en el humilde barrio madrileño de Pan Bendito en el que creció, pero sus miras no podían apuntar tan alto. Se construyó a sí mismo tras saltar a la fama por su breve romance con Isa Pantoja. No tardó en dejar atrás la etiqueta de ‘exnovio de’ para hacerse un nombre en la industria musical. Hoy es una superestrella seguida por millones de seguidores y sus canciones son auténticos lemas en la calle y en las pistas de baile. Este miércoles visita el plató de ‘El Hormiguero’ para presentar en exclusiva su nuevo tema, el que será sin duda su próximo éxito.

La fama y el dinero no han cambiado ni un ápice del carácter de Omar Montes. Siempre seguirá siendo aquel chico de barrio humilde del que tanto presume en cada aparición pública, con la pequeña salvedad -nótese la ironía- de tener unos cuantos ceros más en su cuenta corriente. Hasta la fecha actual ha ganado lo suficiente como para asegurar el porvenir de su hijo, el de su madre y el de sus abuelos. Si quisiera podría dejar de trabajar por una larga temporada. Como contó en ‘Planeta Calleja’ se ha llegado a embolsar por algunos de sus canciones más de seis números. “Tengo 15 discos de platino en un año. Todas las canciones que he hecho hasta ahora han sido un hit”, presumía entonces en aquella intervención.

Sigue teniendo esa faceta solidaria que le hace ayudar a todo el que puede, pero es también un derrochador de gustos caros y extravagantes. Cuenta con un garaje de coches de alta gama que bien podría competir con el mismísimo Cristiano Ronaldo. Uno de ellos, el Mercedes CLA deportivo, vinilado con láminas de papel de oro de 18 kilates. Un auténtico lingote de oro sobre cuatro ruedas. Tiene además un Mercedes-AMG G63, dos Lamborghini Murciélago, un Rolls-Royce modelo Dawn y, con anterioridad, tuvo un Ferrari que vendió porque le resultaba incómodo a su abuela.

Un avión “por necesidad”

En medio de la pandemia tuvo la brillante idea de comprarse un avión “por necesidad” y para tener mayor libertad a la hora de moverse, según le confesó a Pablo Motos en una visita anterior a ‘El Hormiguero’. Después de mirar varios de coste millonario, se conformó con uno de 250.000 euros que terminó vendiendo con la idea de adquirir un helicóptero. Así lo hizo y se echó atrás al subirse por primera vez y marearse sobre el aire.

En cuestión de joyas tampoco se corta. Tras proclamarse ganador de  ‘Supervivientes’ se compró un collar de oro y diamantes de 100.000 euros y un reloj de alta gama de 300.000. Lo curioso es que aunque, a priori, podría parecer que estos objetos valiosos estarían guardados en una caja fuerte no es así. Omar Montes luce a diario estos caprichitos ostentosos que combina con su ropa estridente de firma.

Una buena cartera inmobiliaria

Cualquiera que creciera en un barrio como el madrileño de Pan Bendito querría salir huyendo del lugar a la mínima oportunidad. Pero Omar Montes está hecho de otra pasta. No le importó seguir viviendo entre chabolas, delincuencia y drogas durante unos años pese a su abultada cartera hasta que, en 2023, decidió adquirir un lujoso chalet en Montepríncipe, una de las urbanizaciones más caras de Madrid.

Se trata de una parcela de más de 2.000 metros cuadrados en la que se erige una impresionante casa de diseño moderno de 320 metros cuadrados de vivienda. Dividida en dos plantas, la propiedad (cuyo coste ascendió a algo más de cuatro millones de euros) cuenta con todas las comunidades que puede soñar: un extenso jardín, una bodega, una piscina y un gimnasio para ponerse en forma. En ella vive junto a su pareja, la influencer Lola Romero. 

Omar Montes tiene además una buena cartera inmobiliaria. En 2020 fundó una empresa de inversiones inmobiliarias, Montes Inversión de Capital S.L. con la que rentabiliza la fortuna obtenida en la industria musical y su paso por algunos programas de la pequeña pantalla. Su objeto es la compraventa de propiedades por cuenta propia.