Mi primer contacto con la menstruación fue a los 11 años. Fui precoz en la menarquía, y desde entonces siempre he sentido un dolor inmenso, incapacitante e indescriptible con cada regla. Han pasado más de quince años desde entonces, y ningún médico ha sido capaz de explicarme por qué me sucede, o qué significa este dolor tan intenso. Por eso, al abrir las páginas de Me atrevo a contarlo (Lunwerg Editores), el libro de Naomi Watts sobre su experiencia con la menopausia, que acaba de ser publicado, me sentí tan representada. “Hemos normalizado el sufrimiento como parte de la experiencia de ser mujer”, escribe la actriz de Hollywood, “sufrimos dolores menstruales, sufrimos en el parto, sufrimos en el síndrome premenstrual”. Y nadie hace nada.
El problema es que, tras este sufrimiento normalizado, se esconde una verdad terrible. “Estas cosas que afectan exclusivamente a las mujeres no merecen reparación”, explica en el libro una de sus muchas colaboradoras, la Dra. Sharon Malone, médica obstetra-ginecológica. “Las mujeres exageran. Somos histéricas. Está todo en nuestra cabeza.” ¿Es que hay acaso alguna mujer que no se haya sentido así al menos una vez en su vida?
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Naomi Watts durante la presentación de su libro en Nueva York.
Watts se propone cortar el problema de raíz haciendo algo que pocas se atreven a hacer. Alzar la voz, narrar su experiencia, poner por escrito todo lo que ha aprendido en su complicado camino por la menstruación, la fertilidad, la perimenopausia y la menopausia. Y lo hace con humor, sinceridad y rigor. Entre sus páginas reúne a las mayores expertas en menopausia y fertilidad femenina de los Estados Unidos para contarnos una historia personal y cargada de rigor científico. Da igual si estás en menopausia, si crees que te queda a años luz o si estás sufriendo los síntomas de la perimenopausia. Todas las mujeres (y personas que tengan la menstruación) deberían leer este libro. Y los hombres también, ya que estamos.
La menopausia, esa gran desconocida
Naomi Watts (conocida por filmes como Lo imposible, 21 gramos o King Kong) es uno de esos rostros de Hollywood que todos reconocemos. Por sus papeles en cintas de acción y escenas de riesgo, es fácil pensar en ella como una mujer fuerte, de armas tomar. Su percepción sobre sí misma, sin embargo, fue otra cuando a los 36 años un médico le informó de que se encontraba en perimenopausia.
“Mientras estaba allí sentada, atónita y llena de culpa, recordé que mi madre mencionó una vez que ella había llegado a la menopausia a los cuarenta y cinco”, explica la actriz, “pero eso aún estaba muy lejos de mis treinta y seis”. Watts recuerda haber sentido miedo, vergüenza y culpa, pero sobre todo confusión. “Francamente, ni siquiera sabía realmente lo que significaba menopausia, salvo muy probablemente el fin de mi carrera como actriz”.
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Naomi Watts, con 36 años, durante la premiere de la película King Kong, justo cuando empezó a experimentar los primeros síntomas de la menopausia.
Una lucha contra la desinformación
Este momento, que impactó de lleno en la vida de Watts, que por aquel entonces intentaba quedarse embarazada, le abrió los ojos. Si ella, una actriz de fama reconocida, con una vida acomodada y un buen nivel de estudios, no sabía nada sobre la menopausia, ¿qué quedaba para las demás? ¿Por qué nadie se atrevía a hablar de esta parte natural de la vida de toda mujer? ¿Por qué esconderla y ocultarla? “Yo ansiaba información sobre menopausia y, sin duda, nadie en Hollywood soltaba una palabra sobre ello. Nos comportábamos como si entre los años de seductoras y los de papeles de abuela las mujeres simplemente… no sé, ¿desaparecieran?”
Su camino fue difícil, pero finalmente se atrevió a hacer lo que otras tantas mujeres no habían hecho. Hablar de la menopausia. “Me enfadé cada vez más hasta que ya no me importó el coste que potencialmente pudiera tener en mi carrera”, asegura en el libro, “¡Demonios! Si yo necesitaba información, probablemente otras también lo necesitaran”. Así que fundó Stripes Beauty, un proyecto que se sustenta en tres pilares: educación sobre menopausia, comunidad y soluciones “desde el cuero cabelludo hasta la vagina”. Años después, llegó este libro que ha caído en mis manos, y su sabiduría al respecto vale oro.
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Una transición dolorosa
Probablemente, una de las partes más dolorosas de la historia de Watts es toda la incertidumbre que vivió durante los años que duró la perimenopausia. Aunque siempre hablamos de ella como un periodo breve, explica la autora, puede llegar a durar hasta diez años. En su caso, la perimenopausia fue larga y dolorosa, aunque también valiente. Le permitió quedarse embarazada dos veces y cumplir su sueño de ser madre, aunque asegura que en retrospectiva comprende que hay muchas formas de formar una familia, y que no habría pasado nada si las cosas hubiesen sucedido de otra forma.
Sin embargo, Watts hace hincapié en la importancia de preparar a las mujeres para esta etapa. Está cargada de síntomas que suelen acabar en diagnósticos erróneos, y que pueden solucionarse por medio de la medicina (especialmente, de la terapia hormonal) si se identifican a tiempo. Destaca especialmente los sofocos, las migrañas, los problemas gastrointestinales, las dificultades para dormir, las infecciones urinarias, o las alternaciones en la salud mental que pueden surgir durante esta etapa.
“No dejo de pensar en cómo las molestias de las mujeres son ignoradas y cuánto las he minimizado en mi propia vida”, escribe la actriz. Su libro (y su proyecto) dan un golpe en la mesa para recordar a las mujeres que “nos hemos ganado nuestros galones. Nos merecemos sentirnos lo mejor posible. Nada de hacernos pequeñas. Es momento de sentirnos bien por nuestra experiencia acumulada y de hacerlo sin complejos y sin pedir perdón”.
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Y ahora qué
Además de hablarnos de esta terrible incertidumbre y de la temida menopausia, Watts nos ayuda a atravesar una pregunta que muchas mujeres se hacen al llegar a esta etapa de la vida, en especial cuando lo hacen a una edad precoz. ¿Y ahora qué?
La menopausia no debería ser una etapa horrible, temida, ni mucho menos desconocida para todas nosotras. Watts nos anima, de hecho, a acabar con esa idea de que la menopausia es “el final de la fertilidad”. La actriz asegura que “la fertilidad es mucho más que ser capaz de quedarte embarazada y dar a la luz”. Para ella, y para otras tantas expertas en la materia, la menopausia es el momento de “pensar en lo que la fertilidad significa para ti en este punto de tu vida. ¿Es escribir? ¿Es hacer arte? ¿Es cuidar a los hijos de otros? ¿Es ser buena amiga? Nadie cuida de la tierra y de su gente, salvo nosotros. Eso también es fertilidad”.
El poder de la información
Aunque para vivir esta visión tan armónica de la menopausia, Watts defiende que necesitamos información. Por eso, a través de las 237 páginas que ocupa su libro, aborda esos temas tan importantes de los que nadie se ha atrevido hablar y que necesitamos saber para vivir una menopausia feliz, saludable y sin estigmas. Temas como el sexo, la sequedad vaginal, la terapia hormonal, la salud mental, los problemas de sueño, la alimentación o el deporte. Además, nos da consejos para vivir una menopausia plena con tips de armario, de belleza y hasta para hacer frente al mercado laboral.
Me atrevo a contarlo, se convierte, de esa forma, no solo en un testimonio necesario y valiente, sino también en un manual imprescindible para ser mujer sin miedo ni vergüenza. Puede cambiarte la vida y ayudarte a sentir que la diversión no acaba con la menstruación. Porque, como dice Watts, “he llegado a pensar que no hay nada más sexy que una mujer que sabe lo que quiere”, y eso es precisamente lo que conseguimos al empoderarnos de nuestro ciclo de fertilidad y la menopausia.