Si algo sé después de años cuidando el cabello es que, pasada cierta edad, uno de los mayores retos es lidiar con la pérdida de densidad y el afinamiento del cabello. Pero no todo está perdido: con las rutinas, productos y cuidados adecuados, puedes mantenerlo sano y con cuerpo. La plancha es una herramienta mágica que muchas usamos para peinarnos, ya sea en liso o rizado, pero ¿Sabías que su mal uso puede acelerar el desgaste y envejecimiento del cabello? Hoy te voy a contar cómo sacarle todo el partido a la plancha sin dañar tu melena, para que puedas lucirla impecable y radiante.
la clave para un cabello saludable está en la preparación
Una rutina adecuada adecuada y personalizada es esencial para cuidar tu melena, especialmente si utilizas herramientas térmicas. Planchar el cabello de manera equivocada puede tener consecuencias desastrosas: un cabello rígido, sin movimiento y, en el peor de los casos, rotura.
El protector térmico, ese gran aliado que he recomendado infinidad de veces a lo largo de mi carrera (¡podría ser mi eslogan!), es la barrera que protege cada hebra. Evita el daño interno, previene la rotura, conserva el color y retrasa el envejecimiento del cabello. Si no lo utilizas, tu melena lo notará, ¡y mucho!
Errores comunes al planchar el cabello liso o rizado
Dicen que conocer a tus enemigos te hace más fuerte, y lo mismo pasa con los errores al planchar el cabello. Sobre todo, cuando llegamos a una etapa en la que el cabello, de forma natural, ha perdido algo de su estructura y vitalidad. Estos pequeños descuidos pueden marcar la diferencia entre una melena brillante y saludable o un cabello apagado y dañado. ¡Presta atención y evítalos!
- Planchar con el cabello húmedo: este es un error crítico. Cuando el cabello no está completamente seco, literalmente estás “friéndolo”. Ese ruidito que suena como algo friéndose es tu cabello pidiendo auxilio. El agua conduce el calor, y una vez quemado, no hay marcha atrás. Solo las tijeras pueden repararlo.
- Pasar la plancha demasiadas veces en el mismo mechón: Muchas creen que insistir hará que el cabello quede más liso o definido, pero la realidad es que con una o dos pasadas lentas y bien hechas es más que suficiente. Repetir demasiadas veces solo aumenta el daño.
- Usar aceite antes del planchado: Aplicar aceite antes de pasar la plancha es el equivalente a freír el cabello. Si quieres evitar esto, usa el aceite únicamente con el cabello húmedo y asegúrate de que sea un protector térmico. Si no lo es, descártalo por completo en tu rutina de planchado.
- No prestar atención a la plancha y a la temperatura: No todas las planchas son iguales ni todos los cabellos necesitan la misma temperatura. Usar una plancha de mala calidad o con el calor excesivamente alto puede causar daños irreparables. Opta siempre por herramientas de calidad y ajusta la temperatura según tu tipo de cabello.
¿Cuál es la temperatura ideal para tu tipo de cabello?
Elegir la temperatura adecuada al usar la plancha es clave para lograr un peinado impecable sin comprometer la salud de tu cabello. Aquí tienes una guía adaptada para que cada melena reciba el cuidado que merece:
- Cabello fino y frágil: Para cabellos delicados y propensos a daños, la mejor opción es mantener la temperatura entre 120º y 150º. Así, evitarás que el calor provoque roturas o debilite aún más la fibra capilar.
- Cabello fino y resistente: Aunque este tipo de cabello tolera algo más de calor, lo ideal es empezar con 150º y ajustar hasta un máximo de 180º si es necesario. Cuida siempre la resistencia de tu melena.
- Cabello normal y frágil: Si tu cabello es de grosor medio, pero tiende a debilitarse en las puntas, utiliza una temperatura fija de 180º para moldearlo sin provocar daños.
- Cabello normal y resistente: Este tipo de cabello es más versátil. Comienza con 180º y ajusta hasta los 210º si lo necesitas. Aunque sea más resistente, no olvides que también necesita cuidados.
- Cabello grueso y abundante: Las melenas más gruesas requieren más calor para lograr un acabado perfecto. Trabaja a un máximo de 210º y utiliza herramientas con placas de cerámica o tourmalina para proteger el cabello y alisarlo eficazmente.
Cómo cuidar tu cabello después de usar la plancha
El proceso de planchado no termina cuando apagas la plancha. Los cuidados posteriores son esenciales para proteger tu cabello, mantenerlo saludable y prolongar el efecto del peinado. Aquí tienes algunos pasos clave:
- Sella el peinado con un producto adecuado: Utiliza un sérum o spray capilar ligero que aporte brillo y controle el frizz. Esto ayudará a que tu melena luzca más pulida y protegida frente a factores externos como la humedad.
- Evita manipular el cabello en exceso: Una vez planchado, intenta no tocarlo constantemente para evitar transferir suciedad o grasa. Esto mantendrá tu peinado impecable por más tiempo.
- Hidratación nocturna: Antes de dormir, aplica un producto hidratante sin aclarado en medios y puntas. Si usas fundas de algodón, considera cambiar a una funda de seda o satén para reducir el frizz y mantener el cabello suave.
- Limpieza suave tras el planchado: Lava tu cabello con un champú hidratante y sigue con una mascarilla reparadora una o dos veces por semana. Este paso es vital para contrarrestar la posible pérdida de hidratación que el calor haya causado.
- No olvides los descansos: El cabello necesita tiempo para recuperarse. Si planchas tu cabello con frecuencia, procura alternar días sin calor y prioriza peinados más naturales.
Recuerda: El planchado no solo es cuestión de técnica, sino también de cómo cuidas tu cabello antes, durante y después. Con estos pasos, tu melena no solo estará lista para lucir perfecta, sino también sana, fuerte y joven.