Si hay un tema que preocupa, que genera dudas y que escucho a diario en el salón, es la caída del cabello. No importa la edad ni el tipo de melena: cuando empezamos a ver más pelos en el cepillo o en la ducha, saltan todas las alarmas. Y, claro, aparecen también los mitos… “Es que si me lavo mucho el pelo se me cae más”, “usar gorro lo debilita”, “las canas hacen que el pelo se caiga”… Créeme, los he oído todos.

Como peluquera, me he propuesto aclararte algunas de estas ideas que circulan desde hace años y que, por más que se repitan, no tienen base. Porque entender qué es normal, qué no lo es y qué puedes hacer al respecto, es el primer paso para cuidar tu melena de verdad.

Vamos a desmontar los mitos más comunes sobre la caída del cabello. Y te prometo hacerlo sin dramatismos… pero con la verdad por delante.

mujer lavándose pelo
iStock

1. Lavarse el pelo todos los días debilita el cabello

Si piensas que por lavarte el cabello a diario se te va a caer más, tranquila, no eres la única. Es uno de esos mitos que siguen dando vueltas y que todavía escucho muy a menudo en el salón. Pero no, no es cierto. Lavarte el pelo todos los días no lo debilita ni provoca que se caiga.

Lo que sí es importante es hacerlo con el champú adecuado, y aquí viene algo que siempre explico: el cuero cabelludo y el cabello no tienen las mismas necesidades.

Por eso, a veces necesitamos un champú para tratar el cuero cabelludo (si hay caspa, picor o sequedad, por ejemplo) y otro diferente para cuidar los medios y las puntas.

La higiene diaria, si se hace con productos adecuados, no solo no daña, sino que es necesaria para mantener un cuero cabelludo sano. Así que no, lavarte el pelo a diario no provoca caída. Mito desmontado.

mujer con sombrero
iStock

2. Llevar sombreros o gorros hace que se caiga el pelo

Este sí que me lo han preguntado veces… “¿Y si me pongo gorro todos los días se me va a caer el pelo?”. Pues no, no y mil veces no. El pelo no respira, porque —esto hay que decirlo alto— el pelo una vez sale del cuero cabelludo está muerto. Así que olvídate de que tu melena se asfixie por llevar un casco o una gorra.

Eso sí, si ese casco está lleno de grasa, sudor o lo usas a diario y no lo limpias jamás, entonces podrías tener algún problema en la piel del cuero cabelludo. Pero, aun así, tendría que ser un caso bastante extremo para que realmente provocara caída.

Así que tranquila, puedes seguir llevando ese gorro que tanto te gusta o protegerte con un sombrero sin miedo. Que el único peligro sea que te despeine, no que te deje sin pelo. Mito fuera.

mujer en la peluqueria
iStock

3. Cortarte el pelo hace que crezca más fuerte

Este mito me tiene fascinada desde que empecé en la peluquería. ¿Cómo va a influir cortar las puntas en lo que ocurre dentro del cuero cabelludo? ¡No hay tijera que llegue al bulbo! El crecimiento del cabello depende de lo que pasa dentro, no fuera. Es decir, por mucho que cortes, no estás activando el crecimiento ni fortaleciendo el pelo.

Eso sí, hay algo que entiendo: cuando un cabello largo se cae, parece más porque ocupa más espacio visual. En cambio, con el pelo corto, ves menos cantidad en la ducha o en el cepillo y da la sensación de que cae menos. Pero no, no es magia, es pura percepción.

Y claro, al cortar, las puntas dañadas desaparecen y la melena se ve más bonita y saludable. Pero de ahí a pensar que crece más fuerte… eso ya es cosa de leyendas urbanas.

mujer poniéndose champú
iStock

4. Los champús que frenan la caída del cabello

Si me dieran un euro por cada vez que me han pedido un “champú anticaída”… ¡te aseguro que ya tendría una línea propia! Pero lo repito una vez más, con cariño y claridad: ningún champú puede frenar la caída del cabello. Así, tal cual.

¿Y por qué? Porque la raíz del problema (nunca mejor dicho) está en el folículo, en el cuero cabelludo, y un champú está en contacto con esa zona apenas unos segundos. Puede ayudarte a mantener el cuero cabelludo limpio, sí, pero no va a actuar a nivel profundo.

Lo que realmente funciona es una loción específica, aplicada con constancia diaria durante un mínimo de tres meses, y siempre adaptada al tipo de caída que tengas. Esa es la única forma de frenar la caída desde dentro. Así que, si esperas milagros de un champú… siento decirte que este es otro mito para tachar.

mujer tomando el sol
iStock

5. El sol directo debilita la raíz y hace que se caiga el pelo

Este es otro de esos mitos que escucho muy a menudo, sobre todo cuando llega el buen tiempo: “No salgas sin gorro, que el sol te tira el pelo”. Y no, no es así. El sol no daña la raíz del cabello hasta el punto de provocar su caída.

Eso sí, no te lo voy a negar: el exceso de sol puede resecar muchísimo el cuero cabelludo y deshidratar el cabello, sobre todo si no usas protección capilar. Puede hacer que el pelo se vuelva más áspero, más quebradizo… pero no hace que se caiga.

¿La única excepción? Una quemadura solar grave. Ahí sí podría verse afectada la piel de forma importante y alterar la zona donde crece el cabello. Pero no es lo habitual. Así que, tranquilidad: protege tu melena del sol, pero sabiendo que el sol, por sí solo, no es el culpable de que se caiga tu pelo.

mujer tomándose vitaminas
iStock

6. Las vitaminas hacen crecer el pelo

Este es un clásico. Me lo preguntan a diario: “¿Y si me tomo vitaminas? ¿Me crecerá más el pelo?” Y mi respuesta es siempre la misma: solo si te faltan. Si realmente tienes una carencia nutricional, sí puede haber una caída asociada… y ahí es donde los suplementos marcan la diferencia. Pero tomar vitaminas porque sí, como si fueran caramelos milagrosos, no va a hacer que tu cabello se vuelva más fuerte ni que crezca más rápido.

Hoy en día nos automedicamos con facilidad, pero cuando hablamos de caída del cabello, es clave hacer un buen diagnóstico. Saber si tu cuerpo realmente necesita ese refuerzo y, sobre todo, acompañarlo con un tratamiento tópico eficaz, constante y diario. Porque si no hay carencia, las vitaminas no te van a cambiar el pelo.

mujer masaje pelo
iStock

7. El masaje que lo cura todo

¡Ojalá fuese así de fácil! Los masajes capilares tienen muy buena fama, y no te voy a mentir: yo misma los recomiendo. Eso sí, no hacen milagros, ni mucho menos frenan una caída de cabello cuando esta tiene un origen hormonal, genético o está relacionada con otros factores internos.

Ahora bien, lo que sí hacen —y está más que demostrado— es mejorar la circulación sanguínea del cuero cabelludo. Por eso siempre animo a hacerlo por la noche, cuando estás relajada, como parte de tu rutina. Ayuda a que la zona esté menos tensa, más oxigenada y, en general, más preparada para absorber cualquier tratamiento que apliques después.

Es un buen complemento, un apoyo estupendo, pero no es la solución definitiva si estás perdiendo cabello. Así que sí a los masajes… pero sin esperar milagros.

Como peluquera, me preocupa mucho ver cómo los mitos siguen generando confusión, incluso miedo, cuando hablamos de la caída del cabello. Por eso creo que es tan importante que te informes bien, con calma, y sobre todo desde un punto de vista profesional. Porque no se trata de hacer caso a todo lo que se oye, sino de entender qué le pasa a tu cabello y cómo puedes cuidarlo de verdad. Así que si alguno de estos mitos seguía rondando en tu cabeza… ya sabes: toca dejarlo ir. Tu cabello —y tu tranquilidad— te lo agradecerán.