No hay más que ver las fotos del método curly antes y después, para comprender que se trata de algo más que una moda. Mujeres con cabellos encrespados, con ondas y rizos indomables que, con el paso de las semanas y los meses consiguen una melena con bucles definidos y brillantes de anuncio... ¡El método funciona!
Por eso se ha convertido en el sistema de cuidado del cabello rizado número uno en todo el mundo y tan solo las indecisas y las que se pierden entre pasos y productos, no han dado el paso. Si eres una de ellas, esta guía simplificada te ayudará a darlo con toda seguridad, manejando todo lo que tienes que saber sobre el método curly, los pasos y productos para seguirlo y conseguir los resultados que otras ya disfrutan. ¿Preparada para conseguir un pelazo rizado de los que llaman la atención por la calle?
Qué es el método curly
Se trata de un método de cuidado del cabello rizado que promete recuperar el rizo, dejándolo más hidratado, elástico, definido y brillante. Para ello, se recurre a productos a base de ingredientes naturales que hidratan y nutren la melena rizada y se prescinde de las tradicionales fórmulas con ingredientes que resecan el rizo y hacen que pierda su forma natural. Además, se eliminan de la ecuación las herramientas de calor, la decoloración y los tintes, ya que destruyen el rizo. Y se suman los cortes de pelo corto rizado que potencian el rizo natural.
¿Su principal problema? Que puede parecer complejo si intentas manejar la cantidad de información, trucos, rutinas y productos que circulan por internet. Además, muchas carecen del tiempo necesario para seguir ese ritual tan exhaustivo y, muchas veces, innecesario para conseguir buenos resultados.
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antes de empezar el método curly
El método ha de adaptarse al tipo de rizo y cuero cabelludo y al estilo de vida de cada una. De ello dependerá la frecuencia de lavado, el tipo de rutina y los productos a utilizar.
analiza tu pelo
La rutina básica se puede personalizar en función de si tienes el cuero cabelludo graso, el pelo seco o muy dañado. Para ello puedes realizar sencillos test de diagnóstico:
diagnóstico capilar
Este debe ser el punto de partida a la hora de elegir los pasos y productos de tu rutina curly.
Grasa
Para medir la oleosidad del cabello, puedes comprobar la grasa acumulada en el cuero cabelludo al día siguiente de lavártelo con ayuda de un papel matificante de rostro. Si al presionarlo contra la piel se mancha, es que necesitarás un champú con base jabonosa de vez en cuando. Si lo tienes seco, necesitas invertir en productos nutritivos.
Densidad
Te servirá para saber si debes elegir productos con texturas más hidratantes –a más cantidad de cabello– o ligeras –a menos-. Solo tienes que separar el pelo con una raya y ver si te cuesta o no ver tu cuero cabelludo.
Elasticidad
Enrolla un mechón con unos 8-10 pelos húmedos en dos dedos hasta tensarlo. Si al soltarlo no vuelve a su estado, le falta hidratación. Si se rompe o arruga, necesita productos de cuidado con proteínas. En ambos casos, tendrás que aplicar productos tras el lavado, con el pelo húmedo.
Porosidad
Sumerge 3 hebras de cabello totalmente limpias en un vaso de agua y observa su comportamiento. Si se mantienen cerca de la superficie, es baja y no necesitarás nutrición. Si se hunden en seguida, es alta y necesitarás ese tipo de productos para tu rizo.
Ingredientes que necesitas
En función del diagnóstico anterior, necesitarás unos productos de cuidado determinados, con unos ingredientes específicos. Estos son los más comunes:
- Aminoácidos: ideales para cabellos secos porque hidratan la cutícula y ayudan a retener la humedad. Por ejemplo: la lisina, la cisteína y la metionina.
- Proteínas: son para reparar el cabello fino o dañado y prevenir la rotura, porque los rellena. Ideales si tienes el cabello fino o frágil. La queratina es la más conocida.
- Aceites vegetales: son perfectos para dar brillo, prevenir y mejorar puntas abiertas. El argán es muy utilizado.
Ingredientes prohibidos
Elimina de tus armarios y estantes los productos de cuidado capilar con sulfatos, siliconas, aceites minerales, ceras y alcoholes secantes. Para simplificar, evita todos los que indiquen en su etiqueta las palabras sulfate o sulfonate y opta por fórmulas hidratantes a base de ingredientes naturales.
Herramientas y accesorios que necesitas
Estos son los básicos para seguir el método en casa.
- Toalla de microfibra o camiseta de algodón para secar el pelo. Nunca retorciéndolo.
- Difusor, siempre con una temperatura media o fría, igual que con el agua.
- Gorro o funda de almohada de seda o satén. Es básico para evitar que te levantes con el cabello encrespado y el rizo desecho.
- Cepillo de desenredar en húmedo –tipo Tangle Teezer– y cepillo para definir rizos –tipo Denman–.
- Pulverizador para humedecer el pelo siempre bien mojado.
- Gorro de ducha para potenciar las mascarillas, tratamientos y acondicionadores.
El Método curly paso a paso (simplificado)
Nuestra estilista de cabecera, experta en el método, nos ayuda a simplificar la rutina curly con los pasos que ha comprobado que son realmente efectivos a lo largo de su larga trayectoria profesional. Así podrás ponerlo en práctica en casa sin perder un tiempo valioso ni gastarte una fortuna en productos especiales.
- Clarificar: el primer paso para iniciarte en este método y consiste en eliminar los residuos del cabello con un champú con sulfatos que permita una limpieza profunda. A partir de este lavado deberás utilizar solo champús aptos –sin sulfatos o con sulfatos suaves si tu pelo es graso–.
- El lavado: ahora el co-wash será tu gran aliado. Consiste en lavar el cabello con un acondicionador limpiador 2 en 1 con una base no jabonosa y muy hidratante. Divide el cabello mojado por la mitad y aplícalo en el cuero cabelludo con un suave masaje, para después hacerlos en las dos mitades del cabello con una cantidad generosa. y con la mano como si fuera un peine.
La frecuencia dependerá de tu tipo de pelo, aunque de media suele ser cada 3 días. Si tienes el cabello graso, lo mejor es que comiences con una mano de champú low-poo–con base jabonosa pero respetuoso– y seguidamente pases al co-wash. - Peinar: olvídate de los peines y cepillos tradicionales y acostúmbrate a desenredarte el pelo siempre con los dedos y en mojado. Eso sí, puedes utilizar un cepillo tipo Denman para definir el rizo mediante pasadas y puedes acomodar el rizo seco y levantarlo de las raíces con un peine afro de púas anchas y separadas.
- Acondicionar: aunque el co-wash es un 2 en 1, si tienes el cabello muy seco o con encrespamiento, tendrás que utilizar una mascarilla antes del lavado o bien un acondicionador leave-in –sin aclarado– después del champú 2 en 1.
- Dar acabado: con el pelo desenredado con las manos, aplica una crema activadora de rizos con la técnica de scrunch o pulsing, esponjando el cabello cabeza abajo abriendo y cerrando la mano, de las puntas a la raíz. Si quieres un rizo tipo tirabuzón, puedes enrollar los mechones sobre los dedos para darles forma.
- Cómo secarlo: el difusor será tu gran aliado. Utilízalo acompañando con movimientos de scrunch de la mano, cambiando de posición la cabeza para crear un volumen parejo en toda la melena.
- Refrescar el rizo: entre lavados debes refrescar el rizo para que no pierda definición ni se encrespe. Usa un acondicionador sin aclarado, aplicándolo con la palma de las manos colocadas como en rezo para deslizarlas por los mechones.
Diccionario básico de productos para el método curly
- Champú clarificante: es el champú de arrastre, capaz de limpiar restos de productos que van quedado en el cabello. Se usa una vez al mes o cada 15 días, dependiendo del tipo de melena.
- Low poo: es un champú suave con ingredientes naturales y base jabonosa, aunque respetuoso con el rizo.
- Pre-poo: es un acondicionador que se aplica antes del lavado para potenciar la hidratación y suavidad del cabello y prevenir el frizz.
- Co-wash: es un acondicionador de lavado muy hidratante y sin jabón, que limpia sin agredir la cutícula del cabello.
- No-poo: son champús sin sulfatos y. base de ingredientes respetuosos con l rizo y el cuero cabelludo.
- Leave-in: se trata de un acondicionador o mascarilla sin aclarado que se aplica tras el lavado, sobre el pelo húmedo. Se puede usar para refrescar entre lavados, aplicándolo con las manos mojadas.
- Activador de rizos: es un producto para dar definición al rizo con una fijación baja.
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