Gema Cabañero, experta antiaging: “Es posible recuperar parte del grosor del cabello perdido en la menopausia, especialmente si la causa es el desequilibrio hormonal o la falta de nutrientes”

El cabello es un reflejo del bienestar interno, y durante la menopausia, muchas mujeres notan cambios significativos en su melena. La disminución de estrógenos y progesterona provoca un afinamiento progresivo del pelo, pérdida de volumen y, en algunos casos, una caída más evidente. Además, la reducción de la producción de colágeno y elastina afecta directamente a la salud del cuero cabelludo, volviéndolo más seco y menos capaz de sostener un cabello fuerte y grueso. Como resultado, vemos un pelo más apagado, quebradizo y sin la misma vitalidad. 

Más allá de la genética, factores como el estrés, la alimentación y el uso de productos inadecuados pueden agravar la pérdida capilar en esta etapa. El déficit de ciertos nutrientes esenciales, como hierro, biotina y proteínas, afecta directamente a la estructura del cabello, haciendo que se debilite y se vuelva más propenso a la caída. Además, el uso frecuente de herramientas de calor, tintes agresivos o peinados muy tirantes pueden acelerar el proceso de afinamiento, comprometiendo aún más la densidad de la melena.

Aunque estos cambios pueden ser frustrantes, existen soluciones y tratamientos específicos que ayudan a mejorar la calidad del cabello y a frenar su debilitamiento. Hemos hablado con Gema Cabañero, experta en estética antiaging y directora de I+D+i de la firma nutricosmética 180 the concept, que nos ha aclarado todas las dudas en este terreno. 

Pregunta: ¿Por qué la menopausia afecta tanto la densidad y el grosor del cabello?  

Respuesta: Aunque depende del caso de cada mujer, cuando los niveles hormonales comienzan a fluctuar, los estrógenos y la progesterona descienden y se da comienzo a la perimenopausia, el periodo de transición que antecede a la menopausia. 

Esta disminución afecta al ciclo de crecimiento del cabello, haciéndolo más delgado y propenso a caerse. Esto se debe a que los estrógenos prolongan la fase de crecimiento del pelo, por lo tanto, con su disminución, más folículos capilares entran en su fase de reposo, llamada telógena, lo que propicia una mayor caída de este. 

Asimismo, la progesterona equilibra la producción de grasa en el cabello y su falta provoca que el cuero cabelludo se vuelva más seco, lo que hace más frágil al pelo. Por otro lado, es en esta etapa cuando la producción natural de queratina y colágeno también disminuye, lo que también afecta a la calidad del cabello y su caída.

¿Se trata de una caída temporal o puede volverse permanente?  

La caída del cabello en la menopausia puede ser tanto temporal como persistente, dependiendo de varios factores. Durante esta etapa, como comentaba anteriormente, la disminución de estrógenos y progesterona provoca un desequilibrio hormonal que puede afectar el ciclo de crecimiento capilar. En algunos casos, esto genera una caída transitoria que se estabiliza con el tiempo, especialmente si se adoptan hábitos saludables que favorezcan la salud capilar.

Sin embargo, en mujeres con predisposición genética a la alopecia androgénica, la caída del cabello puede volverse más notoria y prolongada. Con el tiempo, los folículos pueden debilitarse, lo que reduce la densidad capilar de manera permanente.

Por eso, es importante cuidar el cabello desde distintos frentes: mantener una alimentación equilibrada con nutrientes esenciales, manejar el estrés, evitar el uso excesivo de calor o químicos agresivos y, si es necesario, consultar a un especialista para evaluar posibles tratamientos que ayuden a fortalecer el cabello y estimular su crecimiento.

¿Cuáles son los mejores tratamientos para frenar la caída capilar en la menopausia?  

Para abordar la caída capilar en la menopausia es fundamental adoptar un enfoque integral que combine el cuidado del cuero cabelludo, una alimentación equilibrada y, si es necesario, tratamientos específicos que fortalezcan el folículo piloso.

Algunas de las estrategias más efectivas incluyen:

• Nutrición adecuada: Una dieta rica en proteínas, ácidos grasos esenciales, vitaminas del grupo B (especialmente biotina), zinc y antioxidantes es clave para fortalecer el cabello desde adentro.
• Cuidado del cuero cabelludo: Mantener una buena higiene, masajear suavemente el cuero cabelludo para estimular la circulación y utilizar productos suaves que no alteren el equilibrio del pH puede ayudar a mantener los folículos saludables.
• Tratamientos tópicos: El uso de lociones o soluciones con péptidos bioactivos puede estimular el crecimiento capilar y reducir la caída.
• Enfoque integral con nutricosmética: los suplementos ofrecen dosis concentradas de nutrientes específicos como biotina, colágeno, hierro y vitaminas B que pueden ser beneficiosas para personas con deficiencias concretas, permitiendo una absorción más rápida y directa. Por ejemplo, desde 180 The Concept, contamos con el Plan Cabello, un plan específico para este caso de afecciones. 
• Control del estrés y estilo de vida saludable: Factores como el estrés, la falta de sueño y los cambios hormonales pueden agravar la caída del cabello. Técnicas de relajación, ejercicio regular y una buena hidratación pueden marcar la diferencia.
• Lo más recomendable es personalizar el tratamiento según cada caso, ya que la caída del cabello en la menopausia puede tener diferentes causas y grados de intensidad.

¿Es recomendable recurrir a tratamientos médicos como el minoxidil o la mesoterapia capilar?  

Si bien el minoxidil es un tratamiento tópico altamente utilizado, desde mi punto de vista es preferible abordar la salud capilar desde un enfoque global, priorizando una alimentación equilibrada y el aporte de los nutrientes esenciales que el cabello necesita ya que será lo que nos permitirá unos resultados a largo plazo sin efectos secundarios. Al fin y al cabo, el cabello refleja el estado interno del organismo, por lo que es fundamental garantizar que reciba los nutrientes adecuados. Mantener una dieta rica en proteínas, vitaminas y minerales esenciales, junto con el apoyo de suplementos nutricosméticos específicos, puede ser una estrategia más sostenible a largo plazo para fortalecer el cabello desde la raíz y mejorar su densidad y vitalidad. 

¿Qué ingredientes o activos capilares debemos buscar en los productos para fortalecer el cabello durante la menopausia?  

Al elegir productos capilares, es importante buscar ingredientes que fortalezcan el folículo, nutran la fibra capilar y estimulen el crecimiento. Algunos de los más efectivos son:

• La biotina: también llamada vitamina B7, se trata de una vitamina soluble muy reconocida por su capacidad para dotar al cabello de mayor calidad y resistencia. Y es que, cumple un papel clave al actuar como cofactor en varias enzimas que participan en la síntesis de la queratina. Además, también es un complemento perfecto para aportar hidratación a la piel y mejorar el tracto digestivo a la vez que ayuda al metabolismo de los nutrientes. 
• Cobalamina: más conocida como vitamina B12, nutre correctamente el cabello y es necesaria para la producción de glóbulos rojos, encargados de transportar oxígeno a los folículos pilosos. Una deficiencia de esta vitamina puede afectar gravemente a la salud general, pero en especial puede tener como consecuencia una pérdida severa de cabello ya que el suministro de oxígeno a los folículos pilosos puede verse afectado
• Arginina y Citrato de Zinc: Dado que el cabello es la única estructura capaz de renovarse en su totalidad sin dejar cicatrices, la nutrición juega un papel fundamental en este proceso. Aportar a nuestra dieta aminoácidos como la L- arginina es de vital importancia ya que es precursora del óxido nítrico, abre los canales de potasio, mejora la irrigación sanguínea del folículo piloso y estimula el crecimiento del cabello. Por su parte, el Citrato de Zinc, ayuda a mantener activas las glándulas sebáceas de los folículos pilosos encargadas de lubricar el folículo. 
• Ginseng, Gingko Biloba y Sulfato Ferroso: pueden favorecer la nutrición del cabello cuando se incorporan a la rutina a través de suplementos. Estos compuestos estimulan la producción de colágeno, lo que mejora la calidad del pelo, y en el caso del Sulfato Ferroso, contribuye a aportar el oxígeno necesario al cuero cabelludo.
• Tribulus Terrestri y MSM: Esta especie de planta herbácea equilibra los niveles de Testosterona, hormona vinculada con la caída del cabello. Por su lado, el MSM, con un alto contenido en azufre, es indispensable para mantener una correcta salud capilar al formar parte de la composición de la queratina. Se une a ello su propiedad antioxidante, que combate el efecto de los radicales libres, causantes de una peor salud de cabello.

¿Cuáles son los mejores cortes de pelo para disimular la falta de densidad y dar un efecto de mayor volumen?

Los mejores cortes para disimular la falta de densidad y dar más volumen son aquellos que crean movimiento y textura, como los corte bob en capas o las melenas midi en capas.

¿Es cierto que cortar el cabello con frecuencia lo fortalece y evita su caída?  

Aunque esta afirmación está ampliamente extendida, no, cortar el cabello con frecuencia no lo fortalece ni evita su caída, ya que el crecimiento capilar depende de la salud del folículo piloso y no de la fibra capilar, que es la parte externa del cabello. Sin embargo, recortar las puntas regularmente sí mejora su apariencia al evitar que se vea debilitado por puntas abiertas o roturas. Además, un buen corte puede dar más volumen y movimiento, disimulando la falta de densidad.

¿Se puede recuperar el grosor del cabello perdido durante la menopausia o es un proceso irreversible?  

En muchos casos, es posible recuperar parte del grosor del cabello perdido durante la menopausia, especialmente si la causa principal es el desequilibrio hormonal o la falta de nutrientes. Con una alimentación adecuada, suplementos específicos y cuidados capilares, se puede mejorar la densidad y calidad del cabello. En caso de que la pérdida está relacionada con factores genéticos o una atrofia prolongada del folículo piloso, el afinamiento puede ser más difícil de revertir. Por eso, es clave actuar a tiempo también con un enfoque integral.