La vida da una de cal y otra de arena, incluso para aquellos que parecen más triunfadores a ojos de la audiencia 'mainstream'. María Pombo sería uno de esos casos. La madrileña presume de ser una de las 'influencers' más cotizadas de todo el país, con más de 3 millones de seguidores en Instragram. Esa incursión en el universo de los neo-trabajos que desde hace ya mucho tiempo le ha permitido consolidarse como toda una profesional de la colaboración con marcas en el universo digital. No obstante, quepa no olvidar esa idea algo arcaica aunque certera de que en todas las casas se cuecen habas.

Y es que ese éxito acaparador en lo profesional se percibe hermanado con incontables alegrías en el terreno personal. Casada con Pablo Castellano, la joven y su marido han formado una familia de anuncio desde que naciesen Martin y Vega, los más pequeños de la casa. O casas, puesto que recientemente ha cumplido todo un hito vital: hacerse con otro inmueble. Pero no una vivienda cualquiera, puesto que adquirir esta propiedad tiene para ella un alto valor emocional. No solo porque está ubicada en una parcela que comparte con sus padres y sus hermanas, Marta y Lucía. También por su situación, puesto que se encuentra en Santander, el pueblo en el que Pablo y ella se conocieron y en el que la familia veranea desde hace ya muchos años.

Emocionante, también, por lo mucho que ha cambiado su circunstancia para con su familia. Y es que, si bien el núcleo duro formado por ella, sus hermanas y sus padres, parece indestructible, no todo es de color de rosa en el clan Pombo. Sus seguidores son conscientes de ello, pues hace algunos años era habitual verla publicar vídeos en su canal de YouTube junto a sus primos, pero de un tiempo para acá no hay rastro de los hijos de sus tíos en ninguna de sus redes sociales. ¿Qué sucedió realmente entre María y esa parte de la familia para que todo haya cambiado de una forma tan abrupta? Más sincera que nunca, la creadora de contenido ha compartido la realidad de la historia con la audiencia en la segunda parte de 'Pombo', su documental para Prime Video.

Letizia

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¿De dónde viene la disputa familiar que aleja a María Pombo de sus primos?

Precisamente, es el hecho de volver al norte de España lo que remueve a la 'influencer' en lo que a esta delicada cuestión respecta. Un tema sobre el que nunca se había pronunciado y que ahora cobra sentido. Es cuando María visita la antigua casa familiar, en la que vivieron durante años y en la que conoció a su actual esposo, cuando aflora el sentimiento. Llorando al ver que "está todo sin vida (...), como si fueran ruinas", es entonces cuando apunta que, realmente, el sueño era hacerse esa casa que ahora han construido junto a sus primos. "Y ahora ya nada", sentencia. 

La menor de las hermanas confiesa todo lo que no había expuesto antes sobre los evidentes baches que han trastoca su estructura familiar por completo. "Mis primos siempre van a ser mi vida, por mucho que estemos separados. Les voy a querer siempre", destaca, para después añadir que ella o sus hermanas nunca fueron la génesis del conflicto que los ha distanciado. "Las relaciones entre hermanos, siendo tantos, son difíciles", expone en referencia al vínculo entre su progenitor y sus tíos. Una coyuntura verdaderamente compleja de gestionar, por la que dice que su padre "siempre ha sufrido mucho". 

María Pombo
Instagram @mariapombo

"A mí me encantaría que hubiera solución. Nosotras siempre, cuando nos vemos, nos abrazamos y estamos deseando que se pueda arreglar", apostilla con intención conciliadora, para después lamentarse por todo lo que han vivido en esa casa y el dolor de "volver y saber que no va a volver a pasar". Ese dolor, propio del que pierde a un hermano, pues para ella sus primos —sobre todo Ignacio y Gonzalo, a los que menciona de forma explícita— están al mismo nivel.