No es de extrañar que la cocción al vapor se haya catalogado como la más saludable de todas, y es que gracias a esta sencilla técnica culinaria el alimento se cocina con el propio vapor de agua conservando así todos sus nutrientes. Además presenta otra ventaja frente a la cocción tradicional, y es que el alimento queda en su punto justo de cocción y conserva todo el sabor al estar cocinado en su propio jugo.
¿Qué beneficios tiene cocinar al vapor?
La cocina al vapor es una de las técnicas más básicas de cocción y es una de las más recomendadas porque es un método que cuenta con muchas ventajas. Entre ellas podemos destacar las siguientes:
- Al cocinar al vapor el producto no se deshidrata y conserva en su interior todo su jugo. Eso hace que el alimento pueda mantener todos sus nutrientes, así como su sabor y textura. Mientras que la técnica del hervido hace que el alimento pierda parte de sus nutrientes, la cocción al vapor los mantiene.
- Se pierde menos cantidad de nutrientes.
- Se conservan las vitaminas termonsensibles.
- Se cocina sin aceites calentados ni grasas añadidas.
- Al ser una cocina a baja temperatura, los sabores se conservan íntegramente.
- La limpieza de los utensilios de cocina es menos aparatosa.
¿Cómo se cocina al vapor?
Algo imprescindible para lograr una satisfactoria cocción al vapor es que los alimentos sean frescos y que no toquen el agua, sino que sea el vapor el que los cueza y que estén cortados, de manera que todos los ingredientes necesiten el mismo tiempo de cocción.
¿Qué alimentos se pueden cocinar al vapor?
Todo tipo de hortalizas tales como zanahorias, calabacines, cebollas, brócoli, coliflor, coles de Bruselas…; pescados blancos y azules (mejor por raciones) como salmón, dorada, merluza, caballa…; y carnes como hamburguesas o albóndigas. No podemos olvidar que frutas como las manzanas o las peras quedarán deliciosas cocinadas al vapor.