Dice el refrán que las prisas no son buenas consejeras ¡sobre todo a la hora de la comida o la cena! Llegar con hambre a casa puede ser sinónimo de comer cualquier cosa menos recetas saludables. Ante esto puedes hacer dos cosas: ser previsora y prepararlo con antelación o contar con recetas fáciles y rápidas como las que te proponemos al final del artículo. También encontrarás unos trucos que te ayudarán a tardar menos en elaborar platos estupendos.
Así puedes ganar tiempo al elaborar tus recetas
Cada maestrillo tiene su librillo. Seguro que tienes un montón de trucos para ganar tiempo y no tener que ponerte a cocinar como una loca cuando llegas a casa. Estos son algunos de los que mejor me funcionan a mí:
- Legumbres cocidas. Un básico de la despensa. Alubias, lentejas y garbanzos te sirven tanto para recetas frías como calientes. Además, de un bote de garbanzos puedes sacar dos elaboraciones: por un lado una ensalada o un guiso, y por otra un riquísimo hummus casero.
- Verduras congeladas. Las compro frescas y las congelo en bolsas zip según las elaboraciones a las que están destinadas. Por ejemplo, pelo y troceo grande la zanahoria si es para cremas, en rodajas si es para guisos, y en dados para hacer sofritos.
- Huevos cocidos. No es lo que más utilizo, pero alguna vez si los compro así. De esta manera solo tengo que rellenarlos con atún y mayonesa, por ejemplo.
- Arroz cocido. Si un día haces arroz a la cubana, puedes cocer un poco más y al día siguiente prepararlo al estilo oriental, o incluso transformarlo en exótica ensalada (tienes la receta más abajo).
- Conservas de pescado. Y hablando de atún, siempre lo encontrarás en casa. Te sirve para un montón de recetas y no necesitas cocinarlo: pizzas, ensaladas, rellenos o incluso canapés.
- Pimientos. Pegan con todo pero tardan en hacerse. Si los quieres asados, encontrarás muchas marcas que los comercializan en formatos muy cómodos. Abrir y listo.